Por: Ciro Brescia
“ALBAinformazione per l’amicizia e la solidarietà tra i popoli”
Nosotras y nosotros de “ALBAinformazione per l’amicizia e la solidarietà tra i popoli”, publicación de la “Associazione Nazionale di Reti ed Organizzazioni Sociali d’Italia”, invita a todas y todos las y los internacionalistas, a todos los movimientos de solidaridad a apoyar de manera decidida el trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela propuesta por el obrero y el Presidente venezolano Nicolás Maduro Moros, de la que se llevó a cabo la exitosa elección el 30 de julio de 2017.
La legitimidad y la legalidad de la Asamblea Constituyente están escritas muy claramente en la actual Constitución Bolivariana (Título IX, Capítulo III, art. 348 CRBV, 1999), “La Pionera”, como la llamó el mismo Presidente Maduro.
Una elección democrática no sólo en la forma, como la burguesía dice siempre que le gusta, de la boca para afuera, pero más bien democrática y popular, en el contenido también, ya que los protagonistas serán los elementos más avanzados de las masas populares organizadas venezolanas: agricultoras y agricultores, trabajadoras y trabajadores, pescadoras y pescadores, jubiladas y jubilados, hombres, mujeres, profesionales, empresarias y empresarios, jóvenes y estudiantes, entre otros, que forjan su propia libertad practicándola, y aprenden de forma masiva y colectivamente en construir su propio futuro, haciéndolo.
Somos perfectamente conscientes que las clases privilegiadas y dominantes en el mundo de hoy, ven a una Asamblea Constituyente genuinamente popular como una verdadera amenaza a su dominio, un ejemplo a evitar en los términos más enérgicos que amenaza con convertir a Venezuela en otra democracia popular que colisiona de forma reñida con el imperialismo y los intereses especulativos de los canales financieros internacionales. Estos señores hacen y harán de todo para que este ejemplo no se expanda en todos los rincones del mundo. Nosotras y nosotros siempre vamos a hacer más y mejor para que, por el contrario, estos ejemplos, como la Revolución Bolivariana, sean apoyados y emulados creativamente y tengan el seguimiento más amplio, a partir de nuestro país. Para estos señores el peligro hoy en día es que la Venezuela Bolivariana se convierta completamente en un “régimen al estilo Castro, en una dictadura marxista”, como escuchamos en sus medios de distracción masiva, siempre orientados hacia la devastación de las conciencias, a la intoxicación y el desvío de las mentes y los corazones, el envenenamiento de las percepciones, sensaciones y sentimientos.
Resuenan de nuevo, con una nueva imagen, pero cada vez más oscura y sombría, las palabras que pronunció el Sr. Henry Kissinger, secretario de Estado en los tiempos de Nixon y Ford, con las cuales, de hecho, condenaron a muerte a Allende y su gobierno de la Unidad Popular: “Él debe saber que no vamos a permitir que a Chile llegue ní un solo tornillo o ní un solo dado… no entiendo por que deberíamos permanecer inmóviles y ver un país que se vuelve comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”.
Como suelen hacer todos los reaccionarios y fascistas, descargan la responsabilidad sobre el pueblo, los imaginan, y los describen como discapacitados, genéticamente incapaces de construir su propio futuro. Así como escribió el poeta venezolano Aquiles Nazoa, que, a diferencia de estos personajes, sí, y nosotras y nosotros también, creemos con él, en los pueblos y sus capacidades creadoras.
Las oligarquías de todas las latitudes, los capitalistas y las altas finanzas, las altas esferas de la mafia, las cúpulas clericales, los residuos feudales y aristocráticos que aún no han sido barridos, mucho más allá de las bellas palabras de Bergoglio, siempre más se estrechan en su “santa alianza” para restaurar su poder gubernamental en Venezuela, y desbancar a Maduro, como lo hicieron con Allende en Chile en el ’73, por citar un caso. Y no lo logran.
Todos unidos: desde Partido Democrático del Sr. Renzi, el Polo de la Libertad de Berlusconi en Italia, desde la derecha reaccionaria de Europa hasta lo que fue la “Internacional Socialista”, hoy en día seguidora del golpista Ramos Allup representante de la MUD – “Internacional” de la que desde hace tiempo no queda nada más que el nombre y un recuerdo borroso entre los pueblos del mundo – todos ellos al unísono en las redes unificadas salen con sus cantos de muerte y destrucción. Y como a menudo sucede en la historia, con la ayuda “externa” de los que piensan ser o se definen los más de “izquierda” de todos los demás y que con los primeros no pierden la oportunidad de ir de la mano.
Hoy más que nunca es el momento de las definiciones, tertium non datur, como siempre mostró el comandante Chávez. Quien hoy se imagina que podría existir, ahora menos que nunca, una tercera vía o es un estafador, o a lo mejor es un ingenuo. En el medio tenemos solamente las barricadas de guarimberos, así que vimos la carga de odio irracional y criminal, que es precisamente de las escuadras fascistas de todos los tiempos.
Como en cualquier revolución que no es una farsa, todas y todos estamos llamados a tomar una posición y cada cambio de época cambian los individuos protagonistas, pero los roles se quedan. Los procesos se van depurándose y siempre el lugar de los protagonistas pertenece al pueblo, y quien lo encarna. Quien estaba allí antes, como tan a menudo acontece ya no está, y viceversa, quien aún no estaba allí ayer, allí está hoy. Como pasó con Douglas Bravo y sus seguidores, así pasó con el general Baduel, y unos cuantos más.
La revolución siempre da la bienvenida a la contribución de todas y todos, incluso los más indecisos, atrasados y vacilantes, de los que llegan, de los que se van o de los que regresan, cualquiera que sea la razón que los animan. De los protagonistas del juramento del Samán de Guere, aunque se mantienen físicamente vivos sólo aquellos que han traicionado el juramento, cuando desaparezcan físicamente también ellos, ya tienen reservado su lugar en el basurero de la historia. Nada es eterno, excepto la transformación popular, y quien la encarna.
Quien dice que la Constitución Bolivariana de 1999 no es perfectible, y no hay nada más democrático que se puede imaginar, sabe que lo que dice es pura mentira. Y su hipocresía va de la mano con la de quien esta misma Constitución del 1999 adversó con el cuchillo entre los dientes, y hoy dice, con ese mismo cuchillo entre los dientes, que quiere defenderla. Hypocresia complementaria.
Con la Asamblea Nacional Constituyente el pueblo venezolano se ha ganado la oportunidad muy útil para hacer un verdadero paso adelante en su revolución de nueva democracia hacia el socialismo. Lo acompañamos en este viaje de aprendizaje popular.
¡Que Viva el trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente!
¡Que Viva Maduro!
¡Que Viva Chávez!
¡Que Viva la Revolución Bolivariana!
¡Que Viva el Poder Popular!
¡Que Viva el Socialismo!