Este miércoles 26 de enero Donald Trump firmó el decreto que ejecuta su reiterado plan de construir un muro en la frontera con México. Pero, en verdad, se trata de concluir una misión que comenzó, fragmentariamente, en 1969 durante la presidencia de Richard Nixon.
No hay duda que la noticia es impactante. Sobre todo porque viene acompañada de un discurso xenófobo y racista y de otras políticas públicas antimigratorias, argumentadas desde la seguridad nacional y el combate al desempleo. Pero lo cierto es que Estados Unidos tiene un largo historial en la materia. De hecho, en la actualidad, 1100 de los 3185 kilómetros que los unen con México tienen algún tipo de reja o muro.
Si bien con anterioridad algunas zonas ya se habían delimitado por temas vinculado al ambiente (en regiones consideradas reservas naturales), los controles militares de la frontera comenzaron a la par que la “guerra contra las drogas” a fines de la década de 1960, bajo el gobierno de Richard Nixon. En 1969 se lanzó el Operativo Intercepción, que tenía como objeto reducir la entrada de marihuana a EE.UU. Duró 20 días por las quejas recibidas de los viajantes e incluyó una mayor vigilancia aérea y marítima pero, sobre todo, la inspección individual sorpresa de todos los vehículos que cruzaban desde México, sin acordarlo con el gobierno de ese país.
El primer presidente estadounidense que avanzó de forma efectiva en delimitar físicamente la frontera por cuestiones sociales y políticas, a pesar de que hubo varios intentos a lo largo del siglo XX, fue Bill Clinton. Era el año 1994, el mismo en que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA, en inglés) y se desató la Crisis del Tequila, cuando el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense comenzó el reemplazo de una cerca de alambre que dividía la localidad fronteriza de Nogales por un muro de concreto…
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Julia de Titto/ Redacción Web