Hugo Chávez se aferró a Jesucristo en vida. Así, lo divulgó en muchas oportunidades en sus programas televisivos y discursos, en los cuales mencionó a Cristo como el ejemplo a seguir para poner en práctica el socialismo en Venezuela.
“Nuestro socialismo no se puede concebir si no es partiendo de esas raíces del verdadero, auténtico cristianismo. Vamos a cultivar el verdadero cristianismo, vamos a leer las escrituras, el verdadero pensamiento de Cristo y el ejemplo que dio Cristo en su vida. Pensamiento profundo”, dijo Chávez, durante la transmisión de Mando Conjunta de Ministerio de la Defensa en Fuerte Tiuna el 18 de julio del 2007.
Lo dicho por Chávez, en el Nuevo Testamento lo expresa el apóstol Juan, cuando señala lo necesario de escudriñar las escrituras para testificar el legado de Jesucristo. “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Ju 5:39).
El investigar nos dará la posibilidad de tener el conocimiento espiritual de Jesucristo, quien murió y revivió por nosotros, sin él nada tendría sentido en esta dimensión, donde vivimos en el tiempo. Cristo vino a servir a los pobres, y a traer esperanza de vida.
Pero, no solo Chávez invitó a leer la Biblia para edificar conciencia con Jesucristo, sino que también nos indica el reino de Dios como el guía para el socialismo auténtico y advierte la existencia del Diablo manifestado con el capitalismo.
“Es aquí o en ninguna parte el reino de Cristo: la igualdad, el socialismo. Pues, el capitalismo, es el reino de Satanás. El capitalismo es el reino de la injusticia, es el reino de Judas Iscariote, quien vendió al maestro por unas monedas, ese es el capitalismo mientras el socialismo es el reino de Jesús; el reino de la hermandad, del amor entre nosotros”, expresó Chavéz, durante la presentación del mensaje anual ante la Asamblea Nacional el 11 de enero del 2008.
Esto nos relata, el apóstol Mateo 67 años d.C. en el capítulo 27:3-4, cuando dice: “Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos. diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Más ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!”.
Judas, entregó a Jesucristo por dinero, por eso, él es el reflejo de lo que es capaz de hacer un ser humano por lucrarse. Se atrevió a dejar su vida por monedas de oro solo por satisfacer su codicia de tener todo, además del poder ante los demás para demostrar su ego.
Esa avaricia corrupta representa al capitalismo, entre tanto, el vocero de la vida y la verdad es Jesucristo como dice Chávez, quien lo señaló como el representante del socialismo.
“Miren, ¿ustedes saben quién era socialista; pero socialista; pero rajao? Cristo, Cristo”, expresó Chávez en el lanzamiento de la Misión Hijos de Venezuela, el 12 de diciembre de 2011.
Jesucristo como protagonista del amor, nos invita a amarnos unos a otros, así como encubrirse con el amor de él para protegernos de la oscuridad manifestada con el odio, avaricia y mentira.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros…Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo”. (Ju 13:34; Fil 1:8).
Ese amor de Jesucristo, está en otra dimensión, en otro cielo; pero nosotros aquí en la tierra, tenemos el deber de encaminar esa emoción. Edificar el amor de Jesucristo. Así lo dijo Chávez al expresar el reino del amor.
“Yo, cristiano al fin, lo dijo Cristo: “Mi reino no es de este mundo” será del mundo futuro, el reino del amor entre nosotros, donde realmente vivamos como hermanos”, comentó Chávez el 24 de septiembre del 2009, el el discurso de la 64° Asamblea General de Naciones Unidas Nueva York.
La vivencia de Chávez mostró al Jesucristo como el modelo a seguir para hacer realidad el socialismo, en estos tiempos de turbulencia es importante rescatar los principios y valores del Maestro de Galilea para resistir los ataques del imperio norteamericano.