Cuando te paras de madrugada en la Redoma de Petare, puedes admirarte con los miles de hombres, mujeres y niños que caminan velozmente entre la infinidad de calles, callejones, escaleras, en los buses y hasta en el metro. Es gente que todos los santos días se levanta sin descanso a trabajar, a estudiar, a bregarse el día. Es gente que siempre está dispuesta a resolver con afán todos los obstáculos que se le presenten.
La burguesía criolla, desconectada del sentir y necesidades del pueblo, siempre menospreciándola, desconoce este espíritu de trabajo y dedicación. La derecha insiste, desde su ignorancia, desde su odio, en que tenemos un pueblo holgazán (como son ellos), que prefiere que lo mantengan antes que trabajar. Nada más alejado de la realidad. No conocen el barrio y su fuerza fulgurante. Aquí solo habita gente orgullosa, gente que produce y resuelve su día a día. Gente que mete el pecho para defender a su familia, a su comunidad. Más en estos tiempos de Guerra Económica, de especulación y bloqueo, promovida por los propios agentes de la burguesía que insisten en la agenda del golpismo y la desestabilización.
La derecha nuevamente rodó frente al pueblo. No tienen respeto ni olfato político para entender el metabolismo que guía a las masas. Por eso se equivocaron al irse por la vía del abstencionismo, frente a un pueblo que quiere votar. Que quiere expresarse. La fiesta electoral está en nuestro ADN. Somos demócratas y esa es la vía donde la gente manifiesta y expresa sus deseos, sus anhelos y sus sueños.
La gente tiene como comparar. El Gobierno Bolivariano está metido en cada casa humilde de nuestro país, con amor y un abrazo solidario, con programas sociales y propuestas que persiguen mitigar los efectos de la perniciosa Guerra Económica. ¿Qué ofrece la derecha? Golpismo, guarimba, coacción, bloqueo internacional, intervención militar y bombas sobre el pueblo. Solo eso. Su agenda conspiradora los ha alejado del lado del pueblo. Nada de lo que hacen resuelve los problemas cotidianos del barrio, de la comunidad, de la casa. A estos lugares, barrio arriba, por sus laberintos de callejones y escaleras, nunca podrá llegar la derecha mantuana y carapálida. Siempre serán agentes exógenos, tóxicos.
Al contrario del sifrinaje opositor, son los líderes de las bases populares Chavistas los que están dando la cara, escuchando los problemas, recibiendo las quejas y el desahogo del pueblo; el cual está indignado, rabioso y a la ofensiva, ante todos los ataques insensatos de la burguesía parasitaria contra su bienestar y sus condiciones de vida.
El líder Chavista (jefe de UBCH, jefe de Comunidad o de Calle) es el que está siempre allí, buscando soluciones. Coordinando la distribución eficiente de las Cajas CLAP, trabajando en el registro de las familias más vulnerables en los Hogares de la Patria; chequeando que todos nuestros abuelos tengan su pensión y las personas con discapacidad sus bonos de protección. Todos con un ingreso mínimo (transferencia monetaria directa), tal como lo recomiendan los organismos de las Naciones Unidas con los que venimos trabajando desde hace años para reducir todas las brechas y desigualdades. También trabajan nuestros líderes para proteger a nuestras madres embarazadas (parto humanizado); y para toda nuestra juventud, la hermosa generación de relevo, se ha desplegado una masiva inclusión en los programas laborales y formativos que ofrece Chamba Juvenil y la Misión Robert Serra.
El Comandante Chávez siempre nos alertó contra las miserias y el egoísmo del capitalismo depredador. Nos enseñó a identificar rápidamente a sus gestores entre la fauna opositora, a los promotores del neoliberalismo privatizador. También nos explicó que el retorno de cualquier gobierno de la derecha, significará restaurar los privilegios de la burguesía criolla. Que llegarán raudos con sus recetas privatizadoras y liberalizadoras de todos los precios de los productos básicos y los servicios públicos. Siempre aplicarán el sálvese quien pueda. Eliminando las pensiones y los programas de transferencia monetaria directa, eliminando todas las misiones y los mecanismos de protección social. Todo lo que proteja al pueblo humilde desaparecerá por la voracidad del capitalismo, que pondrá precio a todo, a la vida, a la muerte e incluso tasará (y cobrará impuestos) a la esperanza del pueblo.
El pueblo no permitirá tal retroceso en sus logros sociales. No permitirá que los apóstoles del apocalipsis y el caos triunfen con su agenda de oscuridad y del mal. No pierdan el tiempo buscando cosas positivas o soluciones por parte del apátrida Julio Borges, de López o Falcón. No tienen ni una sola propuesta positiva para el país. Ni un solo aporte o apuesta por nuestro futuro. Todos han vendido su alma al diablo intentando lograr el colapso del país. Destacando Borges (el discípulo avanzado de Lucifer), cuya responsabilidad por el bloqueo financiero y económico, le merece todo el repudio nacional. Por merito propio debe aplicársele condena máxima por traición a la patria.
Con esta realidad al frente. Con la claridad de estos escenarios y del peligro que representa la “restauración neoliberal”, es nuestra obligación y responsabilidad, defender con nuestros votos a la Revolución Bolivariana. Como nos orientó el Comandante Chávez, es el presidente Nicolás Maduro quien debe continuar dirigiendo la jefatura del Estado. Él se ha enfrentado sin miedo y sin vacilaciones a todas las logias y lacayos imperiales. Ha resistido todos los intentos de Golpe de Estado. Ha combatido a las mafias de la oligarquía parasitaría que insisten, con su Guerra Económica, en agredir y doblegar a nuestro pueblo. Con lealtad absoluta se ha mantenido en la senda del socialismo y ha respondido a todas las agresiones con más protección para el pueblo. Siempre junto a los más humildes.
La victoria electoral de este 20 de mayo es indetenible. Vamos a defender el triunfo con toda la fuerza, el amor y la esperanza de este pueblo fulgurante.