Saúl Ortega, constituyente por Carabobo, considera que Venezuela vive una compleja coyuntura caracterizada por la lucha por la hegemonía del imperialismo, y nos ha correspondido establecer muros de contención de la avanzada conservadora. “Hay marchas y contramarchas, porque hemos obtenido victorias y derrotas”, expuso en el marco de la segunda plenaria del IV Congreso, que se realizó en Caracas.
La Revolución Bolivariana se ha convertido en el blanco de una feroz guerra que es psicológica, mediática, económica, social, política y militar.
Nuestra economía ha sido afectada, porque existe contra Venezuela un bloqueo que busca impedir las compras gubernamentales. Atacan nuestras cuentas para que no podamos obtener las divisas por las ventas de nuestro petróleo, oro, coltán, de manera que el gobierno no pueda atender las necesidades de la población.
“Tenemos además una quinta columna que es una oligarquía antinacional, que también participa en esta guerra económica, y activó un mecanismo de expropiación del salario con el DólarToday con sus políticas de comercialización abusivas”.
Ante estas agresiones el presidente Nicolás Maduro ha activado una estrategia no convencional que se sustenta en la organización popular, para derrotar, por lo menos en esta etapa a la guerra económica.
Pero estamos en la primera etapa de la implementación de un plan, pero faltan definiciones de fondo de cómo en un país capitalista, con una oligarquía rancia y antinacional, lograr avanzar con las experiencias positivas para construir las bases de una futura sociedad socialista, que no es posible construir sin organización popular.
Expone que desde el IV Congreso se busca lograr consensos para acompañar al presidente Maduro en la implementación del Programa de Recuperación Económica.
Considera que el magnicidio frustrado evidencia que la derecha abandonó la vía pacífica, electoral y constitucional y está apostando a un plan subversivo, antinacional.
Señala, que ante el fracasado magnicidio, pareciera que ha optado por invocar a la intervención internacional, por eso están sembrando los falsos positivos para poder justificar una intervención.