¡Mayores castigos para ladrones fratricidas¡
Por: Juan Carlos Linares Mirabal
En el marco de la reconversión económica, el Gobierno Revolucionario ha dictado medidas para la adquisición consciente de distintos rubros de la Canasta Básica. En medio de aplausos, discursos y demostraciones de escepticismo; el pueblo ha salido a adquirir los nuevos billetes Soberanos por medio de cajeros automáticos y taquillas.
Ante la buena nueva. Todos nos preocupamos de que el nuevo cono monetario no salga por las fronteras. ¿Pero cuáles son las medidas extraordinarias que se están adoptando? Se conoce por medio del presidente Maduro, que se han reforzado los controles militares en las fronteras. En estas circunstancias, todos clamamos por un ejercicio ejemplar de la justicia para quienes sean interceptados traficando con el nuevo cono monetario de mayor valor. Nos preocupa cómo se va a fiscalizar éste, porque a poquísimos días del incremento del salario mínimo, se pueden palpar signos de mayor liquides en el flujo de papel moneda, se sienten los 40.167.901.695 que ahora están circulando.
¿Qué nos depara el futuro, ahora que ha sido dignificado en un 3.600 % el salario mínimo de los venezolanos?
Debe aplicarse con mayor disciplina el control del papel moneda, para que no se siga escapando por la frontera con la hermana República de Colombia, con la complicidad del proletario sin consciencia de clase obrera, que se dedica a realizar diariamente largas colas en bancos, para luego vender el efectivo. Y los que se dedican a realizar el tráfico de este bien venezolano hacia Cúcuta: es de esperarse una mayor emisión de billetes.
Desde mi pequeña tribuna, opino: ¡Mayores castigos para ladrones y traficantes fratricidas son estrictamente necesarios! El SUNDDE cumple un rol fundamental en esta dura batalla por la dignificación de los sueldos, ya que después de la puesta en rigor en Gaceta Oficial de los precios sugeridos: no hay pa’ dónde coger, su rol es de mayor preponderancia que nunca.
La magnitud del salario mínimo ahora es mucho mayor, ya que con 1.149,00 Bolívares Soberanos se pueden adquirir 25 productos de la Cesta Básica, y sobran 650 Bolívares Soberanos, para cubrir otros gastos. Antes, el salario mínimo cubría tan sólo medio (1/2) cartón de huevos… si acaso.
Por eso las visitas a cada negociante han de ser con la participación conjunta entre: los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, el Partido Socialista Unido de Venezuela y La Policía Nacional Bolivariana. El Poder Popular debe ser garante de que la justicia no pese sobre una sola consciencia; el hambre de toda una comunidad no puede ser responsabilidad de una comisión pequeña; si no, por un grupo multidisciplinario, conformado por personas de probada ética profesional. Y es allí, donde la comunidad ejercita el Poder Popular.
Por su parte el gobierno, debe aplicar un incremento de las multas para los comerciantes especuladores que atenten contra los precios acordados de los productos. Su ganancia ilícita está muy por encima de las pequeñísimas mordidas de ratón que le han aplicado hasta ahora. Porque una multa mayor evitaría que el comerciante caiga nuevamente en el remarcaje de los precios.
Si dejamos “a saco roto“la co-responsabilidad sobre esta nueva realidad económica, el Plan de Recuperación Crecimiento y Prosperidad Económica no tendrá el efecto deseado, que tanto necesita el pueblo venezolano.
¿Qué sucede? El Gobierno Revolucionario se comprometió con la creación del la criptomoneda (Petro) y a imprimir billetes orgánicos. O sea, la emisión de dinero estará respaldada por bienes constatables, como petróleo, diamantes u oro. Aquí, es dónde el petróleo juega un papel fundamental, ya que en esta nueva realidad económica, el precio del Bolívar Soberano se basa en el precio del barril de petróleo. Esa es la llamada “Petrolarización del salario“ que al mismo tiempo buscar impulsar la actividad productiva e industrial del país.
Saldremos de esta crisis impuesta por la Guerra Económica y el bloqueo criminal. ¡Saldremos!. Sin embargo, es triste e inmoral lo que se observa en los mercados populares: el mismo producto vale hasta 3 veces su precio por punto de venta… y un tercio de su precio, si se paga en efectivo. En “la calle”, días después de la Reconversión Monetaria: se puede seguir palpando esta distorsión tan nociva para la economía. De ahí las larguísimas colas de hasta 3 horas para retirar.
Estimo, que con el esfuerzo y valor cívico de los ciudadanos organizados, estas malas prácticas económicas desaparecerán. Por eso tengo buena fe, e invito a ser un patriota, y organizarce para boicotear y también para denunciar con responsabilidad, pruebas y base ética: a los comercios formales e informales que incurran en degradación es como las antes descritas. Estos son delitos, y por los que deben pagar sus responsables, caiga quien caiga. ¡A saco roto, nada!