Optimismo Llamarada
Por Rafael Rosales Benítez
El embajador de los Estados Unidos en Colombia Kevin Whitaker, dijo ante medios de comunicación el pasado 08 de febrero, dirigiéndose al pueblo de Venezuela que el alivio había llegado con la “ayuda humanitaria” que el gobierno de Donald Trump pretende introducir en Venezuela.
El 27 de enero, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, nombró a Elliott Abrams, veterano diplomático de la era Reagan y Bush, como enviado especial para Venezuela. Le encargó la tarea de ayudar a Estados Unidos a “restaurar la democracia”. Entre 1985 y 1986 Elliot Abrams fue el oficial norteamericano que estuvo al frente del programa de ayuda humanitaria que permitió camuflar armas para aprovisionar a la contra nicaragüense que enfrentaba al gobierno revolucionario sandinista. Se estima que durante este conflicto armado la cantidad de muertes alcanzó la cifra de 30.000.
En la actualidad en nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela, mas de 20 millones de personas poseen el Carnet de la Patria, y a través de la plataforma digital Patria reciben una provisión periódica de recursos económicos bajo la modalidad de bonos. Más de 4 millones 300 mil adultos mayores están pensionadas, más de 2 millones 600 mil familias han recibido viviendas dignas por la Gran Misión Vivienda Venezuela y más de 6 millones de familias reciben una provisión de alimentos básicos a precio solidarios a través de los Comites Locales de Abastecimiento CLAP. Todas estas cifras son resultado concreto de una parte de la configuración de acciones sociales por el Gobierno Bolivariano del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, a favor de más de 20 de los 30 millones de habitantes de nuestro país, mientras el imperialismo norteamericano se encuentra visiblemente a la cabeza de una estrategia de asfixia económica en el marco de un nuevo intento de golpe de estado contra el Gobierno Bolivariano.
El pueblo de la República Bolivariana de Venezuela cuenta con la protección integral de un Gobierno Revolucionario realmente humanista, no necesitamos la “ayuda humanitaria” que Elliot Abrams introdujo en Nicaragua en los años 80. No caemos en engaños y decimos NO a la Amenaza Mortal Yankee.