Charles Delgado
De acuerdo al informe del Centro de Investigación Política y Económica (CEPR por sus siglas en inglés), publicados el pasado abril, señala que de 33 cuentas del Banco Central de Venezuela (BCV) abiertas en el exterior solo puede utilizar 14, esto dificulta el intercambio comercial para la compra de medicinas y alimentos.
Este bloqueo en cuentas, según el informe ha causado la muerte de unas 40.000 personas en Venezuela, nada más entre 2017 y 2018. “Las sanciones han reducido la disponibilidad de alimentos y medicamentos, y han aumentado las enfermedades y la mortalidad”, señala el documento.
También, indica que “aproximadamente 80.000 personas con VIH que no han recibido tratamiento antirretroviral desde 2017, otras 16.000 personas que necesitan diálisis, unas 16.000 personas con cáncer y 4 millones con diabetes e hipertensión (muchas de las cuales no pueden obtener insulina o medicina cardiovascular)”.
De Zayas, señala que el bloque en la compra de medicina y alimentos, se puede considerar como crímenes de lesa humanidad en virtud del artículo 7 del Estatuto de Roma, que establece: “Un ataque a una población civil se entenderá como una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque”.
Además, recalcó Zayas que las sanciones están asociadas a la manipulación de la opinión pública a través de “noticias falsa”; a fin de dar la impresión de que un “fin” en materia de derechos humanos justifica los medios criminales”.
Estos datos son importantes, recordarlos en marco a la participación del canciller venezolano Jorge Arreaza, quien denunció a los efectos del bloqueo económico de Estados Unidos contra el país.
“El comandante Hugo Chávez hizo grandes esfuerzos por revertir esta realidad, hizo una inversión histórica en el sistema de riegos, en proceso de créditos para la producción. El presidente Nicolás Maduro en el año 2016 advertían que ese modelo se ha agostado que ya no podemos seguir dependiendo de ese rubro y al desarrollar la Agenda Económica Bolivariana que tiene 15 motores productivos, colocó como primer motor la producción agropecuaria”, expresó Arreaza, durante su intervención en el Segmento de Alto Nivel del 41º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, que se realiza en Roma, Italia.,
Ratificó ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) el compromiso de Venezuela con el desarrollo y el cumplimiento de la Agenda 2030, como parte del Plan de la Patria 2019-2025.