Entrevista: Carol Delgado
Entrevistador: Jimmy López Morillo
La exembajadora venezolana en Ecuador, sostiene que las agresiones contra venezolanas y venezolanos en el exterior, forman parte de las intenciones de las clases dominantes de dividir a pueblos hermanos.
Para la exembajadora de nuestro país en Ecuador, Carol Delgado, la xenofobia desatada contra nuestros compatriotas en diversas naciones “es un síntoma de un problema mucho más complejo. De fondo, tenemos una novedosa modalidad de guerra híbrida, multiforme, mutante y difícil de comprender, dado su carácter más de orden socio-cultural que estrictamente militar. Es siempre una respuesta inducida por las clases dominantes, para dividir a las clases trabajadoras y, en nuestro caso, para afectar la fraternidad de los pueblos latinoamericanos”.
A juicio de esta activista e investigadora en perspectivas de género y fenómenos migratorios, “no sería exagerado decir que la operación encubierta que se ha infligido contra Venezuela en la región, es un vasto experimento con seres humanos vinculado al racismo colonial. Pareciera que estamos ante un experimento que combina guerra psicológica y siembra de un odio de clase de pobres contra pobres”.
De acuerdo con su análisis, dicha operación está “especialmente dirigida contra los jóvenes venezolanos, para hacerles creer que en nuestro país no existe futuro y que por tanto deben huir, presentándonos por los medios de desinformación masiva como una peste –tal y como lo hizo Julio Borges hace un par de años- y simultáneamente, este éxodo inducido con base en la oferta engañosa de una supuesta prosperidad de los países vecinos, fue seguido de una demonización de todo lo relativo a Venezuela. Se demoniza al Presidente, al gobierno, al Estado, al sistema político, a nuestros héroes y, por último, a todos los venezolanos, a quienes se les presenta como una gran oleada de indeseables y delincuentes a los fines de construir una subhumanidad”.
Contra El Libertador
En la explicación de la exacerbación de este fenómeno, si así pudiera llamarse, no puede soslayarse el hecho de que donde con mayor furia pareciera expresarse esa animadversión, es en países cuya independencia se dio de la mano e ideas de nuestro Padre de la Patria, un hecho nada casual, como lo confirma Carol Delgado:
“El imperialismo, sabe bien que Simón Bolívar es un símbolo poderoso, un emblema de nuestra épica continental y a la vez, un poderoso nudo integrador. Es todavía hoy un temible enemigo a derrotar. Al demonizar a la Venezuela Bolivariana, el imperialismo mediático también busca enfilar sus misiles contra el proyecto de emancipación gran continental zurcido por Bolívar. La xenofobia es un sentimiento relativamente fácil de sembrar. Basta asociar la mega crisis capitalista hambreadora y genocida, con el fantasma de una ola migratoria compulsiva para originar impresionantes reacciones irracionales de odio y revanchismo como las que hemos estado viendo… y sufriendo. Resulta doloroso ver a hermanos latinoamericanos persiguiendo o linchando a sus hermanos venezolanos, justamente a sus hermanos en Bolívar. La xenofobia, en nuestro caso latinoamericano, habla de un inmenso déficit de consciencia de historia también de una paupérrima consciencia de clase”, subraya.
“La idea es dominarnos, poniéndonos a matarnos unos contra otros. Buscan recolonizarnos con parecidas estrategias a las usadas durante la conquista. Pero, como decía el Che Guevara, o luchamos todos juntos los pueblos del sur del mundo o nos irán dominando y exterminando por separado”.
Estas expresiones que, como ella insiste, son inducidas, persiguen claros objetivos
Cortina de humo
“Venezuela –prosigue la diplomática-, está siendo utilizada como una cortina de humo para encubrir la profunda crisis de la región, producto del imperialismo capitalista. Se busca invisibilizar que Colombia sufre una guerra civil por 60 años, en la que el Estado comparte el control del territorio con los paramilitares y otros grupos; un Ecuador sin soberanía financiera, golpeado por la inseguridad jurídica y con un estado excepción que está desencadenando una cruenta represión; un Perú con grave inestabilidad política, un Brasil gobernado por una dirigencia corrupta; un Trump sin honorabilidad, que dice preocuparse por los venezolanos, pero pide disparar contra los migrantes y poner pozos con caimanes en la frontera con México”.
Carol Delgado, quien está desarrollando una investigación sobre el “racismo político”, en el mismo orden de ideas destaca que “paradójicamente, se castiga a las víctimas del modelo neoliberal impuesto por el propio EEUU” y “paralelamente, se invisibiliza que en medio de esta modalidad de guerra imperialista sólo mata pobres, seguimos resistiendo y produciendo una gran cantidad de rubros alimenticios, y que hemos construido ya casi 3 millones de viviendas dignas. Perversamente, se encubre que la juventud venezolana es la que posee hoy el mayor grado de profesionalización de toda Suramérica, producto de una política de universalización de la educación gratuita en todos lo niveles, impulsada por el gobierno revolucionario”.
En la misma dirección, recalca que “el Gobierno Bolivariano ha tenido una respuesta de gran altura ante las expresiones xenofóbicas contra nuestros connacionales. No ha escatimado esfuerzos para proteger a los venezolanos en el exterior ni a los latinoamericanos dentro de Venezuela. Nuestro país, ha sido y sigue siendo, seguramente, el país generoso del mundo, con todos los migrantes que aquí han llegado por diferentes razones. Venezuela es el modelo a seguir en hospitalidad social y garantías jurídicas sustantivas, es decir, efectivamente exigibles”. concluye.