Todo trabajador de la Asamblea Nacional (AN) puede guardar su vehículo en el estacionamiento, pues al mio le aflojaron las tuercas de los cauchos en el año 2016 narró Aura Rosa Hernández, empleada del parlamento.
Ese atentado intencional contra su vida lo vivenció Rosa Hernández, durante la gestión del presidente de la AN diputado Henry Ramón Allup, quien asumió el Poder Legislativo en el primer periodo acordado entre la oposición, al dirigir el parlamento tras ganar la mayoria en las elecciones del año 2015.
Acción Democrática mediante el diputado Allup, presumian mejorar los beneficios laborales; pero no fue así porque la situación laboral empeoró porque ocurrieron hechos irregulares contra los empleados de todos los niveles, por el siemple hecho de pertenecer a una tendencia política.
«Fue una batalla fuerte. Estuvo en peligro mi vida», expresó Rosa Hernández cuando fue integrante de la Dirección General de Investigación de Desarrollo Legislativo, ubicada en el edificio de la AN que esta en la Esquina Pajaritos al frente del Consejo Nacional Electoral.
Cuando estuvo Rosa Hernández en su cargo, «había mucha tensión» mientras ejercía sus funciones. Recuerdó segregación muy fuerte entre quienes estaban trabajando y quienes llegaban con los legisladores de la oposición al edificio.
Contó sobre cambios de un sitio a otro del personal para obligarlos a renunciar, así también obstaculizar los procesos en cada comisión con el fin de salir de la mayor cantidad de trabajadores para incorporar otros en sitios estratégicos.
Quitaron símbolos
Ante la situción, Rosa Hernández solicitó a la administración una comisión de servicio porque la situación estaba tensa, por las persecusiones día a día en la gestión de Ramón Allup. Su persistencia permitió salir sin problemas, a pesar de los obstáculos.
Dijo del retiro de los cuadros o símbolos pertenecientes al chavismos en todos los pasillos, oficinas y baños de los 11 pisos del edificio José María Vargas, sede administrativa de la Asamblea Nacional, desición generadora de miedo entre los empleados.
Los Ojos de Chávez colocados en la azotea de la edificación fueron quitados por orden del legislador Ramón Allup, quien repitió lo mismo en el hemiciclo de sesiones al quitar el cuadro de El Libertador Simón Bolívar, y los presidentes Hugo Chávez, y Nicolás Maduro.
«Ese Simón Bolívar falsificado también lo sacan de aquí», ordenó Allup el 6 de enero del 2016 cuando sacaban por el área de las fuentes del parlamento, los objetos alucidos a la Revolución Bolivariana.
Sobre el hecho, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Poder Legislativo Nacional (SINOLAN) en un escrito, expresaron ser testigo de la persecusión de la derecha.
«…Mando a hacer unos pendones de -El Libertador Simón- Bolívar refinado con pinta de europeo y los colgó en las escaleras como para recordar los tiempos de Rómulo Bentancourt y de Carlos Andrés Pérez (CAP)…», dice el comunicado del SINOLAN.
Calvario laboral
Algunos trabajadores confundidos y acosados laboralmente preferieron apoyar a la derecha para proteger su sustento familiar porque la «casería de bruja», ocurrió en los tres primeros meses del mandato de Ramón Allup.
«…Solo un grupo muy pequeño lo pensaba y hasta salieron a quitarse la camisa roja y colocarse la blanca, o de cualquier partido de ultra derecha. Estos últimos, al paso de los meses, se fueron decepcionando por sí solos», refirió SINOLAN.
Agregó el sindicato en el documento, la violación de las leyes de la República por la gestión de Ramón Allup, quien amenazó de quedarle seis meses en la presidencia a Nicolás Maduro.
«Al pasar los meses, ya como para Julio-de 2016-, se habían inclumplido todas las cláusulas de la entonces vigente Convención Colectiva de los Trabajadores de la Asamblea Nacional firmada por el presidente diputado Diosdado Cabello con el SINOLAN. Además, se estaban violentando la Ley Orgánica del Trabajo (LOTTT), y Constitución de la República en el periodo de Ramón Allup», señala SINOLAN.
El acontecimiento violatorio de las leyes, trajo como consecuencia el inicio de disputas legales contra la gestión del presidente Ramón Allup comentó el secretario general de SINOLAN Carlos Arévalo, quien tiene 20 años trabajando en el parlamento en la dirección de seguridad.
Para el reguardo de los trabajadores, Arévalo indicó la introducción ante el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo de un pliego con carácter conflictivo y así iniciaría el «calvario» de 4.000 trabajadores de la Asamblea Nacional.
Jubilados afectados
Lo mismo se presentó con los jubilados del parlamento al ser afectados por disminución de los beneficios colectivos expresó Luis Blanco, presidente de la Asociación de Jubilados de la Asamblea Nacional.
Blanco acusó al diputado Ramos Allup, de abultar nóminas y colocar en desacato al parlamento para desmejorar a los jubilados. «Los 1.456 jubilados y pensionados hemos sido afectados en forma total. Siendo paralizados y disminuidos los beneficios socioeconómicos como la caja de ahorro, HCM y contrato colectivo» expresó, Blanco.
Recordó como simpátizantes de Ramón Allup, en el año 2016 ocacionaron violencia física contra jubilados. «Bandas de Ramón Allup nos golpearon en la antesala del hemicilo» dijo.
Blanco indicó el fallecimiento de 400 jubilados hasta la fecha, de esos algunos no pudieron recibir lo correspondiente porque la AN no pagó a los jubilados.
Durante sus 25 años de servicio como mensajero en el parlamento, Blanco nunca presenció tanto atropello como en el periodo presidencial del legislador adeco Ramón Allup, setenció.
Todo acto de odio y persecusión vivenciaron las trabajadoras, y trabajadores de la Asamblea el año 2016, el cual fue el preámbulo del deterioro del Poder Legislativo tanto de su talento humano, así como su edificación porque se descuidó el mantenimiento de los vehículos y otras áreas destruidas por la derecha en solo un año.