(1) La Unión Europea
La Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) fue una entidad supranacional del ámbito europeo que regulaba los sectores del carbón y del acero de los Estados miembros. Fue promovida y alentada desde 1950 por el luxemburgués Joseph Bech, por el francés Robert Schuman nacido en Luxemburgo, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Francia, con la declaración que realizó el 9 de mayo de 1950, Día de Europa, y el francés Jean Monnet, negociador designado por el gobierno francés y más tarde primer presidente de la Alta Autoridad, organismo rector, de la CECA, a quien se le atribuyó finalmente, por su perseverancia y sentido diplomático, la paternidad de la que fue el antecedente directo de La Europa de los Seis: Francia, Alemania Occidental (248 mil 717 km², un poco más grande que la superficie del estado Bolívar), Italia (301 mil 340 km², más pequeña que la suma de los estados Bolívar, Anzoátegui y Monagas), Bélgica (30 mil 528 km², más pequeña que el estado Barinas), Luxemburgo (2 mil 586 km², un poco más grande que la mitad del estado Carabobo) y los Países Bajos (41 mil 543 km², un poco más pequeño que el estado Anzoátegui).
Aquel 9 de mayo, Schuman proponía en su discurso la creación de una comunidad franco-alemana para aprovechar conjuntamente el carbón y el acero de los dos países (en ese momento Alemania producía el doble de acero que Francia) bajo una Alta Autoridad común, independiente de los gobiernos y con poder para imponer sus decisiones. Schuman firmó el Tratado de París, del 18 de abril de 1951, que constituyó la CECA entre los seis países europeos con 160 millones de habitantes, 210 millones de toneladas de carbón y 33 millones de toneladas de acero producidas.
El 6 de mayo de 1956, Bélgica presenta un informe sobre los proyectos de tratados comunitarios que prevén la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) y de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom). El 25 de marzo del año siguiente los Tratados constitutivos de la CEE y de Euratom son firmados por los Seis. A partir de entonces serán conocidos como «los Tratados de Roma».
Entre los años 1954 y 1962, el pueblo de Argelia, liderado por Ahmed Ben Bella, lucha para independizarse de Francia. Los delitos cometidos por los franceses antes y durante la guerra contra los combatientes y civiles desarmados argelinos incluyeron bombardeos indiscriminados y tiroteos contra multitudes de civiles, violación y desentrañamiento o decapitación de mujeres, asesinato de niños cortándoles la garganta o golpeándoles la cabeza contra las paredes, encarcelamiento sin comida en celdas pequeñas, arrojamiento de prisioneros de helicópteros al mar con concreto en los pies, y sepultura de personas vivas. Los métodos de tortura empleados por Francia incluían palizas, mutilaciones de los pies o de las manos, ahorcamiento, tortura por electrochoque, submarinismo, privación del sueño y agresiones sexuales.
Del 17 de abril al 19 de octubre de 1958, se desarrolló la Exposición General de Bruselas, capital de Bélgica. Fue la primera exposición mundial importante después del conflicto bélico euroasiático. El símbolo de la Expo ’58 fue el Atomium, “un modelo gigante de una molécula de acero con cada esfera representando un átomo. Más de 41 millones de personas visitaron la exposición, la cual fue inaugurada con un llamado a la paz mundial y al progreso económico y social, promulgado por el rey belga Balduino I”. Lo que omite la enciclopedia digital Wikipedia, es que en esta feria los belgas presentaron el fenómeno circense y cruel de exhibir a seres humanos como si fueran animales en atracciones que incluían a familias enteras africanas en pequeñas jaulas de bambú. Esta omisión no debe alarmarnos, en Estados Unidos, el exterminador étnico Buffalo Bill realizó una gira europea con indígenas del oeste norteamericano que asombró a Barcelona. Y en países europeos como Bélgica, Francia o Reino Unido se recurrió a habitantes de sus colonias en África y Asia para exhibirlos en zoológicos humanos.
Continúo con Wikipedia: “La UE es una comunidad política de derecho constituida en régimen sui géneris de organización internacional nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los Estados de Europa” siempre bajo los lineamientos de Estados Unidos, país que después de la Segunda Guerra Euroasiática, conocida mediáticamente como Segunda Guerra Mundial, financió la recuperación europea con el Plan Marshall. “Está compuesta por 27 Estados europeos y fue establecida con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea el 1° de noviembre de 1993”. Muchos de los países de la UE pertenecen al Grupo de los 7 (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) y a la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN) o Tratado de Washington, firmado en esta ciudad el 4 de abril de 1949.
“La Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político, el comunitario europeo, único en el mundo, que se rige por mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejos, que se han extendido y evolucionado a lo largo de su historia hasta conformar, en la actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional difícilmente homologable que combina elementos próximos a la cooperación multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros de vocación netamente supranacional, regidos ambos por una dinámica de integración regional muy acentuada”. Acá Wikipedia omite algunos resultados producto de este prodigio supranacional, como por ejemplo, el genocidio entre 1965 y 1966 en Indonesia, donde Holanda o el Reino de los Países Bajos con el apoyo de Estados Unidos propició el asesinato de más de tres millones de militantes del Partido Comunista Indonesio, simpatizantes de izquierda y personas chinas. Otro ejemplo, fue el golpe de Estado al presidente del Congo, Patrice Lumumba. que ordenan Bélgica y Estados Unidos, en diciembre de 1960. Cuando Lumumba se escapa de la capital para intentar tomar Stanleyville, región donde cuenta con numerosos seguidores, la ONU se niega a darle protección. La CIA mediante «Acción Ejecutiva» ordena su asesinato para favorecer los intereses de las multinacionales estadounidenses.
Entre los años 2003 y 2005, la UE y Estados Unidos apoyan las revoluciones de colores para desestabilizar gobiernos: «Revolución de las rosas» en Georgia (2003), «Revolución Naranja» en Ucrania (2004), «Revolución de los tulipanes» en Kirguistán (2005) y «Revolución del cedro» en Líbano (2005). En el año 2012 la Unión Europea ganó el Nobel de la Paz, que fue otorgado por unanimidad de todos los miembros del jurado, «por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa». En el año 2014, el Euromaidán alcanza los objetivos perseguidos en Ucrania, montando en el poder a varios nazis. En 2017, la UE fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia por lograr «el más largo período de paz de la Europa moderna, colaborando a la implantación y difusión en el mundo de valores como la libertad, los derechos humanos, y la solidaridad».
(2) Al pueblo de Venezuela y a los pueblos del mundo
El 19 de enero de 2021, el político español Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, indicó que la Asamblea Nacional que resultó de las elecciones de diciembre en Venezuela no puede considerarse legítimamente elegida ya que “no cumplieron con los parámetros internacionalmente aceptados. La Unión Europea no reconoce las elecciones ni la Asamblea resultante de ella”.
El lunes 22 de febrero de 2021, el diplomático alemán Miguel Berger informó en su cuenta de Twitter: “After the unfair legislative elections in #Venezuela, EU imposes new sanctions against representatives of the Maduro regime, including individuals involved in serious human rights violations. We need accountability for their actions!”. Inmediatamente, el asesino y prófugo de la justicia Leopoldo López escribió en la misma red infoelectrónica: “Agradecemos a @MiguelBergerAA secretario de Estado del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la UE, con quien nos reunimos a principios de mes, por su apoyo a las fuerzas democráticas de Vzla en contra del régimen de Maduro”. Como si fuera poco, el subpresidente neogranadino, Iván Duque, durante su intervención en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, dijo que la comunidad internacional «no puede ser indiferente ante los crímenes atroces» cometidos por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, «que atañen no solo a sus víctimas sino a toda la humanidad».
El martes 23 de febrero, en un acuerdo aprobado por unanimidad, la Asamblea Nacional de Venezuela pidió al presidente constitucional Nicolás Maduro Moros proceder a declarar «persona non grata» a la embajadora de la comunidad europea, Isabel Brilhante Pedrosa, diplomática portuguesa, designada el 27 de mayo de 2017 y concretar su expulsión, tras las sanciones aprobadas por la UE contra 19 personas, entre ellas, varios diputados. En el texto leído por la parlamentaria Ilenia Medina, también le piden al Ejecutivo «que revise el acuerdo de funcionamiento mediante el cual autorizó la apertura» de la oficina de la UE en Venezuela.
El mismo día, la Contraloría General de la República inhabilitó a Guaidó y a otros 27 exdiputados del Parlamento para ejercer cargos públicos por 15 años, tras la negativa de estos a presentar una declaración jurada de patrimonio después de dejar sus funciones como legisladores. El contralor venezolano, Elvis Amoroso, dijo lo que el pueblo venezolano piensa: «algo tienen que ocultar».
El 24 de febrero, Isabel Brilhante Pedrosa recibe oficialmente la carta de ‘persona non grata’ de manos del canciller venezolano, Jorge Arreaza, en su oficina en Caracas. El 25 de febrero, el Consejo de la Unión Europea declaró persona non grata a Claudia Salerno, representante de Venezuela ante ese organismo.
(3) A la Unión Europea, a Estados Unidos y demás países del Estado Liberal Burgués
Ya que los ministros de Asuntos Exteriores de la UE ampliaron la lista que ya suma 55 funcionarios y que encabezan la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, el diputado Diosdado Cabello, añadiendo, entre otros, a la presidenta y vicepresidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Indira Maira Alfonzo Izaguirre y Leonardo Enrique Morales Poleo, respectivamente y a los diputados opositores José Brito y Bernabé Gutiérrez, por desligarse del grupo que lidera el protervo Juan Guaidó, nosotras y nosotros, militantes de la Fundación de Combatientes de los años 60, de la Célula Andrés y Ramón Pasquier, de la Escuela de Defensa Integral Comandante Eliécer Otaiza (Ediceo), entes del Poder Constituyente pertenecientes al Frente de Colectivos Revolucionarios Sergio Rodríguez que hacen vida política en la quinta Castillete de El Paraíso, en Caracas, así como las personas integrantes de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, la Comisión Binacional Bicentenaria Orinoco Magdalena, el Centro Rodrigueano de Investigación Social para la Latinoamericanidad (Crisol), el Centro Venezolano de Estudios Marxistas Salvador de la Plaza, el Centro de Capacitación Integral (CCI), la Casa de las Letras Andrés Bello, el Sistema de Formación Caracas Insurgente, la Escuela Nacional Robinsoniana, el Frente Francisco de Miranda, la Oficina del Cronista de Caracas, el Sistema de Intelectuales Militantes Organizados por la Nación (Simón) y las y los militantes de la Esquina Caliente (esquina de Monjas), le solicitamos a la Unión Europea que declare a cada una de las personas que formamos parte de estos movimientos sociales, que nos sancionen y nos declaren persona non grata y que todo el dinero que tenemos en cuentas bancarias en sus países lo utilicen para satisfacer sus intereses particulares ya que con el dinero que le han robado a los países que ustedes consideran del tercer mundo nunca han comprando comida para las niñas y niños de África, continente que para ustedes es el patio trasero de Europa, así como Nuestra América lo es para Estados Unidos, según la doctrina Monroe.
Sepan ustedes, miembros de la Unión Europea, presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, presidente del Consejo Charles Michel y presidente del Parlamento, David Sassoli, que no es la primera vez que Venezuela es atacada por las potencias europeas, incluida Estados Unidos.
¿Sabían ustedes que en el año 2018, el presidente Nicolás Maduro Moros declaró cada 20 de noviembre como el Día Nacional de la Historia Insurgente? ¿Saben por qué? Porque ese día, pero del año 1818, Simón Bolívar, ante un ataque europeo, oye bien Borrell, dictó la Declaración del Jefe Supremo sobre la Emancipación de la República de Venezuela: “Considerando que cuando el gobierno español solicita la mediación de las Altas Potencias para restablecer su autoridad, a título de reconciliación, sobre los pueblos libres e independientes de América, conviene declarar a la faz del mundo los sentimientos y decisión de Venezuela. Que aunque estos sentimientos y esta decisión se han manifestado en la República desde el 5 de julio de 1811 y más particularmente desde los primeros anuncios de la solicitud del Gabinete de Madrid, es del deber del gobierno en quien reside la representación nacional, reiterarlos y declararlos legal y solemnemente: declara que la República de Venezuela que desde el 19 de abril de 1810 está combatiendo por sus derechos, que ha derramado la mayor parte de la sangre de sus hijos, que ha sacrificado todos sus bienes, todos sus goces, y cuanto es caro y sagrado entre los hombres por recobrar sus Derechos Soberanos, y que por mantenerlos ilesos, como la Divina Providencia se los ha concedido, está resuelto el Pueblo de Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la España, la Europa, y el Mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo español”.
Razón no le falta a Simón Rodríguez cuando nos dice que “la sabiduría de la Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son dos enemigos de la libertad de pensar en América”.
Y si aún tienen dudas de los ovarios y cojones que abundan en el pueblo de Venezuela, el 7 de octubre de 1818, el Libertador del Mediodía de América, ante un insulto del agente de los Estados Unidos John Baptist Irvine enviado por el presidente James Monroe, le respondió categóricamente: “no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.