China comenzó su transformación de masas cuando Mao Tse Tung asume la presidencia en 1949 para fundar la República Popular China.
Con la organización desde las bases, el líder Mao motiva el Plan de El Gran Salto Adelante para aumentar la producción agrícola y reorganizar el trabajo de la tierra mediante el apoyo del Partido Comunista Chino (PCC).
Con la Reforma Agraria, se crean las condiciones para repartir las tierras, en manos de los terratenientes, a los campesinos que se empoderarían del proceso de producción de alimentos; pero los avances fueron insignificantes por falta de apoyo técnico y formación.
Estas fallas permitieron al gobierno chino y el PCC reformularse para comenzar otro proceso de transformación; que orientó al presidente Mao a supervisar los injertos socialistas en las zonas rurales.
Mao, al visitar sitios encontró que el pueblo chino tenía sabiduría e iniciativa para solucionar sus problemas, y se maravilló de las propuestas; ahí nació llamarlas populares, así fue como surgieron las Comunas Populares.
El presidente Mao, elevó las propuestas al PCC para expandir por toda China el nombre de Comunas Populares (CP) y así comenzar la revolución de masas, desde las bases en cada provincia de la nación asiática.
Estado vigilante
Estas CP eran direccionadas por la mayor cantidad de mujeres, a quienes se garantizaban todos los beneficios sociales, económicos y políticos mientras asumían el trabajo del campo. Se les dio el usufructo de hectáreas ahora colectivas para obtener ganancia propia para su familia dentro la comuna, esto permitiría la permanencia de la propiedad privada.
Para acompañar la producción agrícola, surgen cooperativas inferiores como ayuda en el incremento de la producción con insumos agrícolas y animales para los campesinos, quienes junto al Estado se basan en resultados prácticos en los ciclos de siembra.
El Estado chino participaba en la vigilancia y planificación anual más no en el control, mientras los delegados del PCC diariamente inspeccionaban en el campo la siembra; para garantizar alimentos de calidad en el sistema comercial comunal.
Sobre el subsidio, el autor del libro Comuna Popular Iinuma Dyiroo, narra cómo el pueblo evita el aporte del Estado.
“Más tarde di una plática acerca de esta experiencia en la prefectura de Shidzuoka. Entonces un anciano, ex funcionario de la cooperativa agrícola me dijo: «La carnada del subsidio siempre esconde el anzuelo de la guía. Hay que ser un pez audaz para poder comerse la carnada sin morder el anzuelo». Le pregunté entonces qué había que hacer. El anciano respondió sencilla y claramente: «No comer la carnada». En efecto, si no se come la carnada no hay peligro de morder el anzuelo”, comentó Dyiroo en su texto.
Mientras se avanzaba en el aumento de la producción, se planificaba la distribución de los alimentos, no existía ningún mercado central de mayoreo. El Comité Revolucionario del Distrito elaboraba cada mañana el plan para el transporte a determinados mercados. En el mercado clasificaban las verduras por su calidad.
Comuna productiva Siliqing
Se garantizaba el consumo interno de las familias, luego le vendían al Estado para adquirir recursos y financiar proyectos, salarios y gastos de la comuna. Cuatro veces al año se realizaba una autoevaluación individual por puntaje de producción, que más tarde se aprobaba en reunión de la brigada de producción.
Cuando avanzan en el desarrollo de las comunas, aparecen las cooperativas agrícolas superiores, se suprime la propiedad privada de la tierra y otros medios principales de producción, y se establece la propiedad colectiva de los mismos. En consecuencia, ya no había que pagarles a los ex dueños y se inició la industrialización de las comunas.
Gracias a la revolución, se abolió el sistema de explotación del hombre por el hombre, fenómeno de interés colectivo dentro del socialismo chino.
Un ejemplo, de avance es la Comuna Popular Rural de Siliqing, de Beijing, tenía una población de más de 40. 000 personas; se dividía en 13 brigadas y 133 equipos de producción. Su tierra de cultivo era de 2.667 hectáreas (1.667 de hortalizas, 600 de granos y 400 de huertos frutales); crianza de animales domésticos como puercos (50.000 cabezas), patos y ganado vacuno para obtener estiércol y orina para abono.
Tenía 600 pozos con bombas eléctricas, su equipo consistía de 179 camiones de carga, 70 tractores grandes, 300 tractores manuales, 5 combinados, jardines de niños, 18 primarias, 7 secundarias, 1 preparatoria, 1 hospital, 14 clínicas (casi una por cada brigada de trabajo).
Como instalaciones de investigación la comuna tenía una estación científica agrícola y en cada brigada había un equipo científico técnico. Todas las instalaciones y medios de producción eran propiedad colectiva de la comuna, y no era el estado sino la comuna la que los costeaba y administraba. Gracias a Mao, se considera un modelo ejemplar de comuna que le permitió a China alcanzar lo que es hoy.
Fuentes:
Ortega, Jaime. Los viajeros mexicanos a la China “roja” y la comuna popular. Editorial Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México.
Iinuma Dyiroo. Comuna Popular: una visión comparativa de la civilización japonesa. El Colegio de Mexico Stable.
Harnecker, Marta. La Comuna Popular Chiliyin Como Ejemplo Ediciones en Lenguas.