Zonas Económicas Especiales (ZEE)
Hoy día, nuestro país enfrenta tiempos complejos que conjugan simultáneamente elementos distorsionantes al orden económico, político y social; como son: el bloqueo comercial y financiero que nos impone de manera unilateral el Gobierno imperialista de los Estados Unidos, la pandemia mundial Covid-19 que, sumados a los problemas estructurales de nuestra economía, nos obligan a reinventarnos como sociedad; pero, sobre todo, a replantear nuestro modelo de crecimiento y desarrollo económico en función de preservar los intereses de nuestro pueblo.
En este orden de ideas, la Comisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo Nacional de la Asamblea Nacional se encuentra debatiendo con los diferentes sectores de la sociedad: académicos, gremios empresariales, comunales, trabajadores, entre otros, con el objeto de obtener propuestas e insumos que permitan enriquecer el Proyecto de Ley de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en función de las particularidades de nuestra economía.
Se trata pues de generar condiciones e incentivos en zonas específicas del territorio nacional con el objeto de promover la inversión de capitales nacionales e internacionales bajo la rectoría del estado revolucionario; todo ello en el marco de una estrategia económica y política que nos permita explotar de forma eficiente todas las potencialidades y bondades inherentes a nuestra ubicación geográfica, disponibilidad de abundantes recursos naturales estratégicos, extensiones territoriales e hídricas fértiles; para la promoción de la producción en diversos rubros (crustáceos, moluscos, frutas tropicales, granos o tubérculos; entre otros).
El Proyecto de Ley de las ZEE, junto a la Ley Antibloqueo, constituye una poderosa herramienta para el reimpulso de la economía nacional; ante la permanente agresión del Gobierno Norteamericano dirigida a asfixiar y cercar la actividad económica; con el objeto de generar condiciones políticas y sociales para un cambio de Gobierno a uno servil; plegado a los intereses del gran capital.
La instrumentación de las ZEE, resulta de vital importancia para generar los cambios y en consecuencia las condiciones necesarias para reactivar la economía productiva post-rentista, en virtud del agotamiento del modo de acumulación rentista y subdesarrollado que ha venido imperando.
En este sentido, incrementar la producción nacional a través de un proceso de tecnificación del tejido productivo, es la única forma de generar los bienes y servicios para satisfacer la demanda interna, desactivar el mecanismo estructural de la inflación, mejorar los salarios de nuestra fuerza de trabajo, y lo más importante, producir más va a permitir recuperar y fortalecer la política social focalizada en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
No se trata de fórmulas mágicas que en un abrir y cerrar de ojos van a solventar los desequilibrios macroeconómicos que registra nuestra economía. En tiempos adversos requerimos valorar en su justa dimensión no sólo el contexto que nos reúne sino considerar la cualificación en la búsqueda de alternativas para plantear las posibles soluciones que a todas luces obliga a incorporar cuadros de avanzada, especializados en la ciencia económica, que estén a la altura del compromiso que sorteamos. Solo produciendo, generando valor agregado en nuestro país, podremos recuperar progresivamente un nivel de vida digno y equitativo para todo nuestro pueblo.
Por: Córdova Zerpa Elio