Del 21 al 24, Venezuela abre sus puertas al Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo. Un trabajo de conexión, discusión y propuesta iniciado en el Foro de São Paulo y madurado en los últimos años; y que ha involucrado a cientos de organizaciones, partidos, sindicatos y movimientos populares a nivel mundial y nacional. El objetivo es construir una agenda de lucha común contra el capitalismo y el imperialismo, articulando las diferencias, pero con espíritu unido y organizado. La ocasión está dada por las celebraciones de la Batalla de Carabobo, decisiva para “el nacimiento político de la República de la Gran Colombia” y el proyecto de Bolívar de unificar toda la Patria Grande.
Un hecho que no contará con el favor de las corporaciones mediáticas, comprometidas con demoler la imagen de Venezuela, como ejemplo concreto de que se puede resistir la ofensiva imperialista, de que se puede construir un modelo alternativo al capitalismo, y que para ello el pueblo debe estar equipado; ya que el contraataque será feroz.
Para vencer y resistir, como lo viene haciendo la Venezuela bolivariana desde 1998, es necesario un fuerte entrelazamiento entre las raíces históricas y bien fundamentadas, como las de los árboles centenarios y los manglares, las raíces aéreas que descienden a la tierra desde las ramas y hacia otras y otros, se extienden y se multiplican absorbiendo y devolviendo oxígeno en cada situación. Para Venezuela, la identidad viene del árbol de las Cuatro Raíces: las Tres históricas, representadas por Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, y la Cuarta agregada tras la muerte de Chávez, creador de la Revolución Bolivariana. “El eterno comandante Hugo Chávez -explicó Maduro- forjó los valores, la visión y la capacidad de trabajo, difundió el profundo amor por la Patria y dio forma a la geopolítica bolivariana para el siglo XXI”.
En este contexto, el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo se presenta como una fructífera articulación de diferentes contextos y temáticas, no agobiados por lógicas asfixiantes, pero conscientes de la necesidad de luchar contra un enemigo común. Un enemigo caótico por ser rehén de sus apetitos particulares; pero está listo para compactarse si se ve amenazado por el sujeto histórico que cavará su tumba. En esta clave, con la ligereza del pájaro, pero no con la de la pluma, desprovista de orientación y presa de todos los vientos, se abre paso el propósito de una nueva Internacional Antiimperialista que exprese una plataforma común de lucha.
Más de 8 millones de venezolanas y venezolanos se inscribieron en el Congreso, inaugurado por Maduro el 4 de febrero, a través del Sistema Patria. Cuarenta y un movimientos de todos los sectores políticos, sociales y culturales discutieron y presentaron propuestas, expresión de la vivacidad política de la revolución; cuya principal fortaleza radica en el poder popular: Mujeres, Trabajadores, Campesinos, Pescadores, Indígenas, Afrodescendientes, Comunas, Comunicación, Cultura, Intelectuales y Pensadores, Educación, Misiones, Militares en Reserva Activa, Adultos mayores, Juventud, Personas con Discapacidad, Animalistas, Movimientos de la sexo-diversidad, Científicos e Innovadores; pero también Clase Media y Movimientos de Religiosos, Técnicos y Profesionales, y Empresarios “Que estén unidos por la voluntad de recuperar nuestra amada Patria”, dijo el mandatario.
Una larga lista que, además de cuantificar la extensión del socialismo bolivariano, matiza su hegemonía dentro del bloque histórico que lo sustenta y se renueva en las generaciones y diversas condiciones. En los encuentros mundiales que se realizaron virtualmente, coordinados por el equipo del profesor Adán Chávez, los 1.873 participantes de los 5 continentes, muchos de los cuales asistirán a las jornadas, tuvieron la oportunidad de conocer la amplitud y alcance de un proyecto que el imperialismo considera «una amenaza inusual y extraordinaria”.
A pesar del bloqueo económico-financiero que impide al gobierno bolivariano hasta la compra de medicamentos y vacunas contra la Covid-19, «Venezuela no es un país aislado», dijo Maduro en una entrevista con la agencia Bloomberg. “Estados Unidos y Europa -agregó- deben darse cuenta de que también hay otra parte importante del mundo en la que estamos insertos y donde tenemos muchos amigos”.
El tema de la Comunicación en el contexto de la batalla de ideas, necesaria para contrarrestar la nueva ofensiva imperialista, que necesita cooptar a los sectores populares en la operación de reajuste del modelo capitalista a nivel mundial, ha estado presente en todos los sectores del Congreso y tendrá sus momentos de síntesis en la agenda final. El trabajo de los medios populares y alternativos ha encontrado un fructífero entrelazamiento en la Plataforma de la Clase Obrera Antiimperialista, que ha dado lugar a grupos de trabajo a nivel internacional y organizado a los Corresponsales obreros en alianza con la plataforma Conaicop.
El compromiso de periodistas e intelectuales de los 5 continentes, en los últimos años ha formado importantes redes como las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria (Brics-Psuv), coordinadas por Beverly Serrano con la dirección de Tania Díaz dentro de la Comisión de Agitación y Propaganda del Psuv. LAUICOM, la Universidad Internacional de la Comunicación que, por voluntad de Diosdado Cabello, tiene su sede en el local incautado a El Nacional como compensación en el juicio por difamación del vicepresidente del PSUV, se fundó a partir de una idea del intelectual mexicano Fernando Buen Abad.
Helena Salcedo, figura histórica del periodismo venezolano y de la política, dice: «Para contrarrestar la desinformación y la intoxicación de las grandes corporaciones mediáticas, que encubren la voluntad del imperialismo de apropiarse de nuestros recursos, matando de hambre al pueblo, como admite el propio Pentágono, en estos años hemos consolidado una Plataforma de comunicación internacional, que presentaremos en detalle en el Congreso. El proyecto implica la elaboración de los contenidos y mensajes que, a nivel internacional, han permitido a los países afectados por el bloqueo imperialista resistir y relanzar el proyecto socialista. Para ello, LAUICOM formará a muchos profesionales de la comunicación equipándolos en la batalla contra las grandes corporaciones mediáticas. En el Congreso Bicentenario, los pueblos darán una nueva bofetada al imperialismo, blandiendo la espada del Libertador en defensa de la dignidad”.