Carmen Bohórquez
Celebramos 200 años de la Batalla de Carabobo, el Bicentenario de la independencia de Venezuela, pero la victoria del 24 de junio de 1821 fue un proceso histórico de difícil construcción. Después de 300 años de presencia colonial de España en todo el territorio de Nuestra América, los pueblos finalmente lograron tener conciencia de la necesidad de su liberación.
Para la profesora Carmen Bohórquez, una de las ganadoras del Premio Nacional de Historia, no se trata de una simple conmemoración, porque la independencia definitiva no se ha concretado y hay tareas pendientes. Ocurre además cuando Venezuela enfrenta una guerra no convencional que aspira colocar un gobierne sumiso a los intereses imperiales del presente.
“Enfrentamos un bloqueo criminal, por lo que debemos seguir dando la batalla por la completa independencia. Este bicentenario nos debe llenar de fuerza. Traer al presente el pensamiento de Bolívar, Miranda y de los próceres del pasado, para mantener la moral en alto y jamás rendirnos y no intentar parecernos a ningún otro pueblo. Hay que defender nuestra identidad cultural. Esto no se acaba aquí, hay que seguir adelante”, expresó la académica.
Con una maestría en la Universidad de Michigan, un doctorado en la Sorbonne y un doctorado honoris causa, la profesora alerta sobre el peligro que se cierne ante los inmensos esfuerzos de la maquinaria mediática de las grandes corporaciones por borrar la identidad cultural de los pueblos para que se rindan sin luchar.
“Nosotros todavía no tenemos claro quienes somos,y esta difusa identidad la utilizan los imperios para dominar y ponerse como el ejemplo a seguir. Estamos expuestos mientras no clarifiquemos que somos un pueblo con una personalidad bien definida y tenemos derecho a labrar nuestro propio destino”.
La profesora Carmen Bohórquez, quien además ha recibido el Premio Internacional de Filosofía Kart Otto Apel (Italia 2010) y el Premio Nacional de Cultura 2012, cita el 19 de abril de 1810 como el primer paso.
«Pero ese día ni siquiera se habló de independencia. La Junta Suprema de Caracas que se creó, defendía los derechos de Fernando VII, quien había sido encarcelado por Napoleón.
Inicialmente fue un movimiento de los blancos criollos -la oligarquía local- que solo aspiraban resguardar sus privilegios.
El presidente Chávez entendía la importancia de la memoria histórica, por lo que hizo grandes celebraciones para conmemorar los 200 años de ese comienzo en la lucha por la independencia.
El Comandante le dio el significado para generar la conciencia histórica para cada día ser más autónomos.
Hoy celebramos la culminación de ese proceso que ocurrió en Carabobo en 1821, la batalla que definiría a Venezuela como una república independiente del dominio español.
Ubicar esa batalla en el tiempo presente, adquiere un significado especial porque se rememora un hecho que en el pasado significó la conquista de una meta que todo el pueblo anhelaba. Negros, mestizos y blancos luchaban juntos contra la corona española.
Se celebra esta fecha en momentos cuando Venezuela está siendo atacada por los imperios del presente, gobiernos de derecha, devotos del neoliberalismo, que pretenden un retroceso».
La historia nos pone el reto de que el pueblo le diga al mundo que somos libres, independientes y soberanos, señala Bohórquez.
Conocer el pasado para construir el futuro
La cultura aborigen fue arrasada por los conquistadores españoles y así trascurrieron 300 años de dominación. Pero con la independencia los criollos comenzaron a sentirse orgullosos de ser americanos y de edificar su propio destino.
“Esa conciencia de identidad fue la que permitió que se comenzaran a pensar en la independencia. Y fue Francisco de Miranda el primero que habló una América distinta a España, incluso utilizó la expresión Nuestra América”.
Miranda fue uno de los primeros que se preguntó quién era y por qué los europeos ejercían su dominio en las tierras americanas.
Luego del proceso de independencia, se perdieron los derechos adquiridos por la revolución social que sucedió producto de la propia guerra de la independencia.
El ejército conformado solo por los blancos criollos sufrió derrota tras derrota y fue cuando se comprendió que la guerra debía hacerla todo el pueblo se logró la emancipación. Pero los avances sociales se perdieron tras la muerte de Simón Bolívar, cuando la oligarquía tomó el poder y recuperó sus privilegios en detrimento de negros, mestizos e indios.
“Tenemos que reconstruir, revivir, esos logros, y desde que está la Revolución Bolivariana se mantiene la lucha por devolverle al pueblo sus derechos. Esa es una tarea que está pendiente”.