Cotejando cosas que pasan, sacamos algunas conclusiones sobre independencia, democracia y soberanía
Fiesta en Carabobo conspiración en EEUU
A veces la realidad es un laboratorio viviente para comprobar teorías. Por ejemplo, en la semana del 24 de junio quedó demostrado científicamente que la dirigencia de la facción todavía dominante en la oposición es estructural e irrevocablemente vendepatria.
Mientras el Gobierno, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el pueblo revolucionario e, incluso, una gran parte de los venezolanos opositores (pero nacionalistas) celebraban orgullosamente el Bicentenario de la Batalla de Carabobo, la secta de ultraderechistas que todos conocemos estaba “de gira” por Estados Unidos, solicitando más bloqueo, más sanciones, más injerencia, más intervención foránea.
Especialmente destacada fue la “actuación” (dicho sea en más de un sentido) de Leopoldo López, quien anda por el mundo con su pasaporte de ciudadano español, y se empeñó el codearse en EEUU con los personajes más oscuros de la ultraderecha gringa (lo que es bastante decir), con indumentarias de muñequito de torta y poses de superhéroe de Marvel.
Al comparar la fiesta nacional de Carabobo con el abyecto espectáculo de López y sus secuaces, quedó plasmado que la confrontación planteada en Venezuela sigue siendo la misma de aquellos primeros años del siglo XIX: entre los que quieren tener patria y los que quieren venderla.
Desvergüenza en Perú democracia en el PSUV
Otra comparación que puede realizarse con hechos de las últimas semanas se refiere al grado de democracia existente en Venezuela, por un lado, y en los países que han pretendido erigirse en jueces del nuestro, entre ellos Perú, sede nominal del Grupo de Lima.
Resulta ser que en la nación de los incas se realizaron las elecciones presidenciales (segunda vuelta) hace tres semanas. Se sabe quién es el ganador hace dos, pero es evidente que el establishment local y las fuerzas imperiales que lo dirigen no quieren (así de sencillo: no quieren) entregarle el poder al que obtuvo más votos, porque es un maestro de escuela, pobre y de izquierda.
Mientras tanto, Venezuela se encamina a unas elecciones de gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos y concejos municipales que han activado poderosamente al país político. En ese contexto, el Partido Socialista Unido de Venezuela, ha dado los primeros pasos previstos para una elección primaria de candidatas y candidatos.
En el mundo al revés de la maquinaria mediática global, la feroz dictadura venezolana –inexplicablemente- está dando clases de democracia, al tiempo que las respetables democracias del Grupo de Lima buscan desesperadamente una excusa para darle un palo a la lámpara de la voluntad mayoritaria.
Bloqueo a Cuba y dictadura en la ONU
La simple observación de los hechos noticiosos demuestra, una vez más, cuán mentirosa es la democracia de la autodenominada “comunidad internacional”. En su máxima instancia, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, se sometió a votación una resolución condenatoria del bloqueo a Cuba, con el resultado de 184 votos a favor y solo dos en contra, más tres penosas abstenciones (entre ellas Colombia y Brasil).
La pela recibida por EEUU, sin embargo, no tiene efecto vinculante. La superpotencia no ha acatado nunca el llamado mayoritario del mundo entero. Su voto y el de su franquicia en el Medio Oriente, Israel, son suficientes para seguir imponiendo el bloqueo.
Significativamente, cuando Washington lanzó su plan de gobierno encargado para Venezuela, el principal argumento para imponer al nunca electo “presidente” era que lo respaldaban 60 países (bueno, alguien dijo que “miles”, pero fue una exageración pedagógica). En ese caso, un número abultado (aunque minoritario) de las naciones del mundo obligaba a Venezuela a cambiar de gobierno; ahora, en cambio, 184 a 2 no obliga a nada. ¡Vaya democracia!
Story y lo que se cae a pedazos
Hace algunos meses, cuando ocurrió un lamentable accidente en una pasarela peatonal en Caracas, el pseudoembajador de Estados Unidos en el exilio, James “Toy” Story demostró su intención de aprovechar hasta un incidente como ese para atacar al gobierno constitucional. Escribió en Twitter que “Venezuela se cae a pedazos por mala gestión del régimen”.
La maquinaria mediática aplaudió a Story por preocuparse tanto y coincidieron con él en que el socialismo tiene efectos destructivos sobre la infraestructura
Ahora, en la flamante ciudad de Miami, se vino abajo un edificio casi entero, sin que haya habido un terremoto, un bombardeo “humanitario” estilo EEUU ni nada por el estilo. El embajador, desde luego, no dijo nada porque no es asunto suyo, sino de las autoridades de Florida.
El aparataje comunicacional, en tanto, le da la vuelta, destacan la labor de los rescatistas y difunden las historias humanas de los sobrevivientes. No han dicho que Miami se cae a pedazos ni que el capitalismo neoliberal cause estos accidentes. ¿Interesante, no?