Desde aquel 4 de febrero defendiendo la patria-matria
Bajo su boina roja, tiene una sonrisa que conquista, la Teniente Coronela Nubia Infante Alfaro, oficial asimilada de la Aviación Militar Bolivariana en Reserva Activa. Hoy es Coordinadora Nacional de la Comisión Nacional de Unión Civico-Militar de la Vicepresidencia de Mujeres PSUV y de la Unión Nacional de Mujeres (UNAMUJER), integrante de la Dirección Nacional del Frente Bicentenario de Mujeres 200, y también integrante del Movimiento Familia Militar por Venezuela. Le agradecemos que haya encontrado tiempo, entre todas sus actividades políticas, para responder a nuestras preguntas y para darnos un recuerdo de aquel 4 de febrero.
—¿Cuál fue tu camino político y cuál es tu papel ahora en la revolución bolivariana?
—Al lado de mi casa de Altagracia de Orituco, en el Estado Guarico, funcionaba el Partido Comunista. Allí, yo leía y ayudaba a vender la Tribuna Popular. A los 11 años de edad, ya me había leído la obra clásica de Máximo Gorki: La Madre; y la de Nikolai Ostrovski: Así se Templó el Acero. A los 12 años de edad inicié mi participación revolucionaria en la directiva del Centro de Estudiantes. En el año 1973, a los 13años, en mi pueblo participé haciendo muchos banderines; y repartía y pegaba la propaganda para la visita de José Vicente Rangel como candidato presidencial. Mi ingreso a la Fuerza Armada fue con pretensiones de formarme militarmente para un cambio político en nuestro país. Dios me dio la gracia de conocer a mi amado esposo, el Comandante William Fariñas, que desde estudiante de bachillerato venía lleno de ideales revolucionarios, el nombre de su promoción fue Che Guevara. De cadete se forjó en la Sociedad Bolivariana, para luego formar parte de la creación legendaria del MBR 200, sus ideales se entrelazaron con los míos y juntos, desde hace más de 40, años hemos templado los hilos del manto de fuego sagrado de la Revolución Bolivariana. En la actualidad tengo la responsabilidad de la Coordinación de la Comisión Nacional de Unión Cívico-Militar de la Vicepresidencia de Mujeres del PSUV y de la Unión Nacional de Mujeres (UNAMUJER), integrante de la Dirección Nacional del Frente Bicentenario de Mujeres 200, e integrante del Movimiento Familia Militar por Venezuela.
—¿Qué significó para ti el 4F?
—El 4 de febrero me encontraba en Maracay, Estado Aragua. Este acontecimiento histórico mostró la efervescencia de la juventud militar bolivariana, liderada por el Comandante Chávez, negándose a ser cómplice de la democracia del momento; decadente, corrupta, que entregaba el país a manos extranjeras y al Fondo Monetario Internacional; con un pueblo sumergido en la pobreza, arrastrando el dolor profundo de la masacre de más de 3 mil personas en la Rebelión Popular del 27F de 1989; producto del ahorcamiento por las medidas neoliberales impuestas por Carlos Andrés Pérez, presidente recién electo.
Solo bastó, su contundente discurso de 90 segundos para cambiar la historia venezolana. Un mensaje esperanzador que dijo un «Por Ahora»…. Para enrumbar al país a un destino mejor; nos mandó a reflexionar y sentenció ese mejor destino para nuestro País. Chávez concretó en un proyecto de reflexión y construcción colectiva a una sociedad que encarnó el Poder Popular en una Consulta para una Constituyente de hechura popular consensuada en todos los rincones del país, resultando el modelo de democracia participativa, protagónica, de Derecho y Justicia social.
—¿Cómo llegaste al 4F?
—El 27 de enero de 1990, el Comandante Francisco Arias Cárdenas, (quien el 4F lideró con éxito la toma militar del Estado Zulia), con el grado de Mayor, visitó nuestra casa en Maracay, y hablamos de concretar acciones del MBR 200. Le regaló a mi esposo el libro de Simón Rodríguez: Inventamos o Erramos, con la dedicatoria: “Para William con el afecto que nos obliga a comprometer nuestra existencia, con la historia nueva de nuestro pueblo, en las ideas del maestro de Simón.
Dos años bajo estricta clandestinidad de los ideales revolucionarios. Había mucho seguimiento del Servicio de Inteligencia Militar, el enlace de la Aviación Militar con el Ejército, era el Comandante Wilmar Alfredo Castro Soteldo, compañero de promoción de mi esposo. Bajo sospecha y sin pruebas lo envían de misión a El Salvador y dispersan los enlaces.
—¿Hubo participación de mujeres militares en la rebelión del 4 de febrero?
—Pocas mujeres participaron en las operaciones militares. Recordamos a nuestra mártir Columba Guadalupe Rivas, de 22 años, la sobreviviente Úrsula Mujica, estudiante de Derecho; y hoy —con el grado de Coronela— Marisol Terán.
En las calles estaba el pueblo mujer, hecho Ejército de Esperanza y Dignidad ante la impronta de la insurrección de Chávez que nos convocó a construir juntos un proyecto, a ir de pueblo en pueblo avivando la voz popular, reviviendo el amor a la Patria y con su fuerza amorosa provocó el indetenible huracán Bolivariano.
—¿Conociste a Chávez? ¿Qué recuerdas de él?
—La primera vez que lo vi fue en Maracay, él tenía el grado de capitán, era el cumpleaños de su niño. Tiempos de Conspiración. Después de las Rebeliones del 4F y 27N estando los oficiales en libertad, establecimos un Centro de Estudios e Investigaciones que se transformó en un Centro de operaciones políticas, el cual él visitó. Para su candidatura presidencial de Diciembre de 1998, fui cofundadora de la Unidad de Estrategia y Padrón Electoral del Polo Patriótico y designada Comisionada para la organización del evento de su proclamación como Presidente Electo de la República. Me sensibilizó una carta de él, con fecha 1 de mayo de 1993 a los oficiales privados de libertad en la Cárcel de la Dignidad Lino de Clemente en Fuerte Tiuna, en la cual después de enviar saludos a sus compañeros, y familiares, les pedía las fechas de cumpleaños de sus familiares y números telefónicos para contactarlos y expresarles sentimientos de hermandad y solidaridad. Otro episodio que me ha quedado grabado ocurrió en un acto protocolar en el Panteón Nacional, donde con su traje y banda presidencial, saluda amorosamente a un niño que estaba jugando y hace ejercicio del principio de igualdad y cercanía, olvidando su investidura y en posición genuflexa se inclina para hablarle con una actitud corporal de tú a tú. También, desmistificó el poder y nos enseñó una nueva manera de hacer política a través de la fuerza del Amor.
—¿Cuál fue tu experiencia en la Fuerza Armada?
—Me dedique al área de la Seguridad y Bienestar Social. En el último trimestre del año 88, por hacer denuncias sobre las paupérrimas condiciones de alimentación del personal de tropa de la Unidad donde yo estaba asignada, fui sometida a acoso laboral y psicológico severo, dos meses después insurge el pueblo en rebelión popular del 27F de 1989. Mi unidad era expresión de lo que vivía nuestro país. La institución armada me enseño a amar muchísimo más a la Patria; y el ideario Bolivariano guió nuestras insurgencias del año 92. En nuestras almas palpitaba y sigue vivo el fervor patrio.
—¿Cómo ves hoy la unidad cívico-militar después de años de ataques y amenazas imperialistas?
—La Unión Cívico-Militar es expresión heroica del Ejército de Libertadores y Libertadoras, es el pueblo uniformado y sin uniforme. Es también expresión del pensamiento estratégico militar de nuestro amado Comandante eterno Hugo Chávez, quien consideraba que la verdadera Alianza Nacional la conformaba ese pueblo con uniforme y sin uniforme enrumbado en un proyecto constitucional de democracia participativa, protagónica y de justicia social. Hoy la Unión Cívico-Militar se expresa también en la institucionalidad de la Milicia Nacional Bolivariana, en un pueblo en armas. Casi llegamos a los 5 millones de venezolanos y venezolanas inscritos, adiestrados, formados en la nueva doctrina bolivariana, socialista y antiimperialista y las milicianas son más de 2 millones.
—¿Cómo viviste estos años de asedio y bloqueo y cómo evalúas el plan de recuperación basado en “3R.Nets” propuesto por el Presidente Maduro?
—Ante la insolente pandemia mundial, el asedio y bloqueo inclemente; solo la moral del pueblo junto a nuestro Presidente Nicolás Maduro, y al alto mando político con sus políticas de protección social, medidas económicas; y sobre todo el manejo asertivo de la pandemia y los llamados a la concienciación de develar las maniobras del enemigo imperial nos han ayudado a resistir. Las 3R, Resistir, Renacer y Revolucionar; planteadas por el Presidente Nicolás Maduro están impregnadas de la impronta espiritualidad del Socialismo del Siglo XXI; acompañadas de un plan esperanzador con tendencia a emprendimientos y camino a la prosperidad.
—¿En qué punto se encuentra la Revolución Bolivariana, cuáles son los retos y problemas?
—En un reencontrarse con la esencia del pensamiento y práctica de la doctrina e ideario de Bolívar y Chávez como garantía para la instrumentación de las 3R de nuestro amado Comandante Chávez y las 3R de nuestro Presidente Constitucional Nicolás Maduro. Entre sus retos, sigue estando la consolidación de la Democracia Bolivariana, Participativa y Protagónica, el Socialismo Feminista y Antiimperialista.
—Cuéntame sobre tu compromiso feminista con el movimiento de mujeres
—Como militantes son dos las banderas de lucha que debemos tener presentes: la bandera de la defensa de la Patria-matria y el legado de Chávez; y la otra bandera, la defensa de los derechos de las mujeres. La Revolución Bolivariana, Socialista y Feminista se desarrolla en medio de un escenario geopolítico internacional de profunda complejidad, enmarcado en una guerra híbrida, multidimensional de V generación, asediada con medidas económicas impuestas por los centros de poder hegemónicos, llámense imperios, naciones o transnacionales, además integrados por lacayos nacionales apátridas. Según declaraciones de 15 de marzo de 2021 del canciller de la República Cooperativa de Guyana, Carl Greenidge; el 8 de marzo de 2022, su país presentará ante la Corte Internacional de Justicia sus alegatos sobre la controversia de nuestro territorio Esequibo, en la cual el gobierno de Guyana desconoce el Acuerdo de Ginebra de 1966 con pretensiones de retrotraernos al írrito Laudo de París de 1899, donde el imperio británico vilmente nos despojó del territorio del Esequibo. Ante esta grave provocación al Estado venezolano, desde la Comisión de Unión Cívico-Militar-Policial de la Vicepresidencia de Mujeres del PSUV y la UNAMUJER, las cuales tengo la responsabilidad de coordinar, hemos venido incentivando las voces del pueblo mujer para apoyar a la Asamblea Nacional en lo establecido en la Gaceta Oficial Nº 42042 de 7 de enero de 2021 sobre el Acuerdo para la Garantía de los Derechos Soberanos de la República sobre la Guayana Esequiba, en el contexto de las Amenazas Multiformes. En este sentido estamos respaldando contundentemente las acciones desarrolladas por esta Comisión Especial en función de la Defensa de la Soberanía Territorial. Estamos impulsando en Unidad Nacional un gran Movimiento de Mujeres patriotas en defensa de nuestro Esequibo. También estamos fortaleciendo la Unión Cívico-Militar, legado del espíritu indómito de nuestras heroínas, abrazando y levantando la Bandera de la Paz y Defensa Integral de nuestra Patria-matria.
Por: Nubia Infante