¿Por qué Estados Unidos y la Unión Europea apoyan al nazismo en Ucrania? ¿Por qué no se pronunciaron cuando Ucrania violó los Derechos Humanos del pueblo del Donbass desde el golpe de Estado de 2014? ¡Abramos la historia!
Operaciones Sunrise, Crossword y Paperclip
El diplomático y “experto en paz” Allen Welsh Dulles dirigió en Suiza en 1945, poco antes de terminar la segunda guerra euroasiática (conocida mediáticamente como Segunda Guerra Mundial), la Operación Sunrise (Amanecer), conocida también como Operación Crossword (Crucigrama). Dicho plan consistía en una negociación trinacional: Estados Unidos, Inglaterra y la Alemania nazi que tenía como propósito acabar con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, de manera tal que el gobierno del Reich y del Estado Mayor de la Wehrmacht, enfilara toda su artillería contra el arrollador Ejército Rojo que dejó como saldo 26,6 millones de soviéticos muertos, cifra mayor que la de 160 mil judíos asesinados (cifra elevada mediáticamente a 6 millones para justificar la creación del Estado Sionista de Israel).
Una vez culminada esta guerra, Dulles con demás crápulas europeos montaron el parapeto del juicio de Nuremberg que alojó como resultado la Operación Paperclip con el que comienza la guerra fría. Este nuevo plan “secreto”, iniciado por el Servicio de Inteligencia Militar yanqui, tenía como propósito trasladar a Estados Unidos un total de 700 asesinos y torturadores nazis especialistas en experimentación médica y científicos nazis expertos en armas de destrucción masiva, como los cohetes V-2 o las armas químicas, entre estos, el ingeniero aeroespacial experto en misiles, Wernher von Braun, ex-oficial de las SS nacionalizado estadounidense en 1955 y cabeza visible de los logros del programa espacial norteamericano en los años siguientes (sin sus aportes USA no hubiese llegado nunca a la Luna).
La campaña nazi es financiada por occidente, tema soslayado en la impresionante cantidad de películas sobre las víctimas de Adolf Hitler en las que hacen ver que los únicos martirizados fueron los judíos. Henry Ford, magnate automotriz estadounidense, produjo una tercera parte de los camiones militares utilizados por el ejército alemán durante la guerra. Transnacionales como la Siemens, Coca Cola, Bayer, General Electric, Porsche, Daimler-Benz (Mercedes Benz), Audi, Opel, Krupp, Cámaras Leica, Kodak, Nestlé, Hugo Boss y Volkswagen financiaban desde 1933, año en que se crean, los campos de concentración que luego serían campos de exterminio.
¿Por qué la Unión Europea apoya al nazismo en Ucrania?
La Opel, subsidiaria de la General Motors, empleó a miles de esclavos comunistas, homosexuales, discapacitados, morenos, indígenas, musulmanes, gitanos y judíos pobres en sus fábricas de camiones, gandolas y aviones que utilizaban las fuerzas militares nazis.
La BMW, fábrica de lujosísimos carros, usó entre 25 y 30 mil esclavos. Tanto la Opel, BMW, Audi, Volkswagen, Porsche, Daimler-Benz se hicieron de la valía y la plusvalía de esta mano obrera para financiar proyectos de investigación para la aniquilación de los mismos esclavos, como por ejemplo, la producción de Zyklon B, que no es otra cosa que el veneno usado por los nazis en las cámaras de gas. La Bayer, que inicialmente se llamaba IG Farben, Krupp y Siemens operaba en Auschwitz. Además del gas asesino, la Bayer también desarrolló goma sintética y aceite. Uno de los científicos prominentes de la Bayer era Josef Mengele, quien, en sus investigaciones genéticas in corpus, inyectó químicos tóxicos y gérmenes a 1500 mellizos para ver la reacción de estos.
Las empresas químicas suizas Ciba y Sandoz, fusionadas bajo el nombre de Novartis (creadora del fármaco Ritalin) no se quedaron atrás. En 1933, la filial berlinesa de Ciba despidió a todo el consejo de administración y lo sustituyó por personal ario más «aceptable». Ciba y Sandoz, produjeron tintes, fármacos y productos químicos para los nazis durante la guerra.
Las filiales de Kodak en países europeos neutrales hicieron grandes negocios con los nazis. La fortaleza de la Kodak es la fotografía, sin embargo, y a solicitud de los nazis, se dedicó a otros rubros tales como la producción de gatillos, detonadores y otros artículos militares para los alemanes. El diseñador Hugo Boss, por su parte, confeccionó los uniformes nazis y trajes de trabajo con mano de obra esclava.
Allianz es la duodécima mayor empresa de servicios financieros del mundo. Fundada en Alemania en 1890, no resulta sorprendente que fueran la mayor aseguradora alemana cuando los nazis llegaron al poder. Como tal, enseguida se implicó en el régimen nazi. Su consejero delegado, Kurt Schmitt, también era el Ministro de Economía de Hitler, y la compañía aseguró las instalaciones y personal de Auschwitz.
Suiza y los Nazis
Nestlé invirtió mucho dinero para la consolidación del partido nazi en Suiza en 1939 y acabó ganando un contrato muy lucrativo, siendo el suministrador de todo el chocolate del ejército alemán durante la segunda guerra europea. La familia Krupp; encargada de la fabricación de cafeteras, lavadoras, fusiles y cámaras de gas; donó al Partido Nacionalsocialista la suma de 4.738.446 marcos alemanes. Krupp contó con el apoyo de la General Electric, transnacional que de forma intencionada y artificial subió el precio del carburo de wolframio, un material de vital importancia para los metales de la maquinaria necesaria para la guerra. La Daimler-Benz, hoy conocida como Daimler-Chrysler, utilizaba fuerza laboral mayoritariamente soviética. Para diciembre de 1944 este complejo industrial contaba con 26.938 esclavos extranjeros, 4.887 prisioneros de guerra y miles de reclusos.
Fanta, Coca Cola, Bayer y Martin Heidegger
Fanta es una bebida con sabor a naranja que originariamente fue diseñada específicamente para los nazis. Es cierto, los ingredientes para la cola que dan su nombre a la marca eran difíciles de importar, por lo que el director de operaciones alemán de Coca Cola, Max Keith, propuso una nueva bebida que se pudiera realizar con los ingredientes disponibles. En 1941, Fanta se estrenó en el mercado alemán. El propio Max Keith no era nazi, pero sus esfuerzos por mantener viva la actividad de Coca-Cola durante la guerra hicieron que la compañía se embolsara importantes beneficios y que pudiera volver a distribuir coca cola a los militares americanos que se encontraban en Europa tan pronto como acabó la guerra.
El poderoso complejo químico I.G. Farben pasó a llamarse luego Bayer y sus capitales fueron divididos además entre Hoechst, BASF y otras compañías. Por su parte la General Motors, una vez terminada la segunda guerra europea, se llevó a Estados Unidos a técnicos automotrices e ingenieros aéreos que laboraban en la Opel.
En 1949, el filósofo alemán Martin Heidegger, quien dedicó toda su obra a escribir sobre el ser, sintetizaría Auschwitz y demás campos de exterminio con estas palabras “La agricultura es ahora una industria alimentaria motorizada, en cuanto a su esencia, lo mismo que la fabricación de cadáveres en las cámaras de gas y los campos de exterminio, lo mismo que la fabricación de bombas de hidrógeno».