Por: Simón Zerpa.- Ucrania se ha convertido en una región peligrosa, rebosada de conflictos y resentimientos nacionalistas alentados inicialmente desde fuera de sus fronteras (Unión Europea y Los Estados Unidos). A partir de octubre de 2013, Ucrania se convierte en prioridad de la política exterior de Rusia y en la razón de un serio enfrentamiento diplomático, comercial y económico; con Estados Unidos y Europa. Es muy probable que, como resultado de su estrategia en Ucrania, las potencias del mal llamado “Occidente” obtengan precisamente lo contrario de lo planificado en relación con Rusia: un empoderamiento de su liderazgo en el escenario global; una nueva escalada de rearme militar sobre todo en la aviación estratégica y en la defensa aeroespacial; y que el nacionalismo ruso gane mayor peso e influencia a nivel nacional y regional.
El 4 de marzo de 2022, las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, en reunión previa al Consejo de Seguridad de Rusia; expresó la postura decidida del gobierno ruso sobre las acciones del conflicto generado por el actual comediante–presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
El Presidente de Rusia indicó:
- La operación especial rusa en Ucrania va según lo planeado, en estricta conformidad con el cronograma, y todas las tareas establecidas se están cumpliendo con éxito.
- Los nacionalistas ucranianos y mercenarios extranjeros se esconden detrás de civiles como escudo humano.
- Las Fuerzas Armadas de Rusia proporcionaron corredores humanitarios para los civiles en todas las zonas de combate en Ucrania. Pero los nacionalistas ucranianos no les permiten salir, colocando además armamento pesado en zonas residenciales.
- Las familias de los militares que murieron por la operación en Ucrania recibirán más de 7 millones de rublos, y los heridos recibirán un pago adicional de 3 millones de rublos;
- Rusos y ucranianos somos un solo pueblo, nunca dejaré de creer en ello.1
Es interesante analizar, en este contexto de conflicto armado, las declaraciones del Presidente Vladimir Putin, primeramente en un ámbito internacional en donde la guerra impacta de un modo profundo en lo mediático globalmente; la rusofobia promovida por las grandes corporaciones mediáticas, el bloqueo económico-financiero y el aislamiento mundial que implementa “Occidente”; y la respuesta de Rusia ha sido de templanza en sus réplicas; y moderada —podría decirse inusitada— en sus acciones militares (No ha hecho uso desproporcional de las armas). Cuando Vladimir Putin indicó: “La operación especial rusa en Ucrania va según lo planeado, en estricta conformidad con el cronograma, y todas las tareas establecidas se están cumpliendo con éxito”2; se debe recordar el dicho de que “los rusos no van al baño sin tener un plan” (BBC). Dicho esto, recordemos que existen análisis explicativos de la esencia de la Toma de Decisiones (ALLISON, GRAHAM) que en este caso, la de Rusia, es una Toma de Decisión Racional, ya que ha sido unitaria dentro del Estado; como su acciones en la política exterior y en el plano militar.
Es decir, ese “cronograma” que indica el Presidente Putin; está obligando a Ucrania y sus dirigentes a sentarse en una mesa de negociación a la fecha; comprendiendo en los hechos de esta misma semana que el presidente ucraniano se ha quedado solo; en el sentido que ningún país europeo ni Estados Unidos enviará tropas a apoyar a Ucrania.
“Las partes han llegado a un entendimiento sobre la creación conjunta de corredores humanitarios con un alto al fuego temporal”, señaló el asesor presidencial ucraniano Myjailo Podoliak en su canal de Telegram (CASAS, 2022)
Por otro lado, la estrategia de combate contra los extremistas neonazis de Ucrania esta semana —según fuentes de analistas militares— son escaramuzas; pero Rusia emprendió el “cronograma” con una fuerza inicial de combate comprendida por un total de 60 grupos de batallones tácticos (60 mil efectivos aproximadamente), “así como tropas de élite aerotransportadas y fuerzas de operaciones especiales, la rama de la aviación de largo alcance de la fuerza del espacio aéreo”.
Rusia también está utilizando unidades de operaciones especiales para realizar misiones de reconocimiento, organizar operaciones de sabotaje detrás de las líneas enemigas y capturar políticos y militares clave, incluido posiblemente el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
El avance militar simultáneo en varios frentes también ha obligado a las fuerzas armadas ucranianas a responder de forma más esporádica y centrarse en operaciones defensivas de tipo guerrillero y concretamente en los principales centros urbanos.
Todo este conflicto no se hubiese producido si la U. E. y los EE. UU. no hubiesen emprendido una expansión de la OTAN hacia el Este de Europa con la finalidad de seguir cercando a Rusia. Las preocupaciones de seguridad de Rusia son, de hecho, tan fidedignas que, según analistas alemanes y británicos, los rusos advirtieron de este peligro para ellos desde hace 20 años3. Pero también debemos mencionar que Rusia tiene aliados en la región en el llamado Grupo OTSC que integran la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC); parte de una organización de alianza militar creada tras la caída de la Unión Soviética y a ella pertenecen: Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán (Grupo aun no activado por Rusia en esta crisis.
Ahora, si estas acciones en el plano internacional sobre el conflicto de Ucrania tiene su fundamento en algunas de las escuelas clásicas, y no tan clasicas, de las Teorías de las Relaciones Internacionales; es evidente que estarían —sobre todo en las acciones rusas— en la escuela de la teoría realista, cuyo basamento principal está marcado por el mantenimiento y protección de la seguridad de la nación rusa ante los constantes ataques de “Occidente” a la hegemonía periférica de Rusia; en sus márgenes de influencia en Europa del Este. Igualmente la categoría de análisis de mantenimiento del poder militar, energético e incluso económico-financiero. Putin ha dejado claro durante muchos años que, si continúa, la expansión probablemente encontrará una seria resistencia por parte de los rusos, incluso con una acción militar. Ahora, en esta segunda semana de conflicto, los ucranianos hacen un “cara a cara” con Rusia para pedir un alto al fuego.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, pidió además un cara a cara con su homólogo ruso, Vladimir Putin, porque dice que es la única vía para poner fin a la guerra.
No podemos dejar de mencionar la crisis de precios del gas y el petróleo que ha causado este conflicto, siendo Rusia un gigante energético, porque además es evidente la gran dependencia del gas natural ruso que tienen Europa y parte de Asia. En la primera semana del conflicto los precios se dispararon llegando a un marcaje de 2.80 US$ por BTU (British thermal unit) y más 100 US$ por barril de petróleo; además sin contar que las apresuradas sanciones, de toda índole, impuestas a Rusia harán que Europa pase muy mal rato.
Y para finalizar, el 3 de marzo concluyó la segunda ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania, cuyo resultado parece ser negativo, ya que los portavoces solo indicaron que el único acuerdo fue ir una tercera ronda. Así que el conflicto continuará.
1 https://www.dw.com/es/putin-operaci%C3%B3n-militar-en-ucrania-avanza-seg%C3%BAn-lo-planeado/a-61005576
2 https://www.dw.com/es/putin-operaci%C3%B3n-militar-en-ucrania-avanza-seg%C3%BAn-lo-planeado/a-61005576
3 https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60581140