Preocupa a occidente (EEUU, EU, UK) que la reunión de los pueblos fortalezca las aspiraciones universales por un mundo diverso y plural, para la convivencia pacífica y el desarrollo de la humanidad. Y es que mientras el imperialismo hace la guerra, devasta naciones y extermina cultura en nombre de su modelo civilizatorio; las naciones libres del planeta se hermanan en pro de la vida y por la humanidad, desde la multipolaridad y el respeto a la autodeterminación.
En ese sentido, desde la realidad concreta se reconoce que un nuevo mundo está emergiendo al fragor de la unidad táctica y estratégica que le es propia al multilateralismo en su innegable transitar hacia la Multipolaridad.
De allí que, los derruidos imperios occidentales vean con desesperación el avance, crecimiento y desarrollo de nuevos bloques de poder, contrahegemónicos y antiimperialistas que, signados por el respeto a la autodeterminación, asumen el compromiso de preservar en perfecto equilibrio la pluriculturalidad, el bienestar y buen vivir; para todos los pueblos del planeta.
En ese orden de ideas, es importante destacar que en la mayoría de las naciones cada día suceden alianzas diplomáticas, políticas y comerciales; que rompen con el capitalismo salvaje impuesto por los imperios en el siglo XX, como estadio normal y universal.
Partiendo de la afirmación anterior se explica el origen de las actuales guerras de occidente contra la multipolaridad y, consecuentemente, se despeja la opacidad de los signos y los símbolos que, a manera de mantra diabólico, se repiten por los medios y redes con el fin de invadir los sentidos de los pueblos que, por desgracia, viven bajo su dominio y son atacados, hostigados, escarnecidos y chantajeados; para que nieguen su esencialidad histórica, política y cultural; en pro de un modelo civilizatorio estandarizado y secularizador; que en todos los casos pospone para el futuro la anhelada felicidad y justifica el sufrimiento a ellos propinado por las sanciones coercitivas e ilegales.
En ese sentido, occidente (EEUU, UE, UK) ataca e insiste en descalificar las consecuencias positivas que tienen las conversaciones entre Irán, Rusia y Turquía en Teherán para la estabilidad regional, la cooperación económica, la seguridad alimentaria y el fin de las guerras contra Siria. Por ello, sus agencias de noticias insisten en destacar las diferencias entre las tres naciones convocadas; con el fin de ocultar el impacto que dicha alianza tiene en favor de los pueblos, y contra el neocolonialismo que occidente ejerce a discreción de sus intereses.
La reunión en Teherán es parte de un proceso a través del cual los gobernantes de Irán, Rusia y Turquía, asumen el derecho de los pueblos a la autodeterminación; un proceso que ha demostrado ser efectivo para remodelar el mapa mundial; avanzando hacia una visión política que aborde los conflictos causados por occidente a la humanidad.
Ahora bien, con la reunión de Teherán no solo se solidificaron las alianzas entre las tres naciones; sino que se abrieron las posibilidades para alcanzar la paz, pues el encuentro abordó varios temas urgentes que enfrenta la región.
En ese orden de ideas, Rusia e Irán manifestaron la necesidad de expandir sus lazos frente a las duras sanciones que Occidente les mantiene en el campo económico y político; a la vez que manifestaron la necesidad de lograr, en tiempo perentorio, la muy necesaria reanudación de las exportaciones de granos ucranianos, para aliviar la crisis alimentaria mundial.
En ese contexto, las tres naciones pusieron sobre la mesa el conflicto en Siria y la injerencia de los EEUU en Asia Occidental; a la vez que desarrollaron una agenda que, de entrada, logró que la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, y la rusa Gazprom, firmaran un memorando por un valor aproximado de 40.000 millones de dólares.
Sin duda, el encuentro cerró con broche de oro con la reunión de Putin y Erdogan que trató de negociar un acuerdo pacífico del conflicto entre Rusia y Ucrania; así como ayudar a las negociaciones para desbloquear la salida de grano ucraniano a través del Mar Negro.
Tras el encuentro, los presidentes aseguraron que habían logrado avances; resaltando los ofrecimientos de Erdogan para mediar en el conflicto con su vecino, Kiev; situación que demuestra que surge un nuevo orden internacional comprometido con la Paz.