Notables esfuerzos por reciclar un tema liquidado
Ahora es culpe’ Maduro
Durante varios años instigando a los venezolanos y las venezolanas a irse del país; para luego decir que el socialismo era la causa de la peor crisis migratoria en la historia de la humanidad entera.
Cuando perdió fuerza la matriz, (a pesar de ser alimentada diariamente por cientos de diarios, radios, televisoras, portales y redes sociales) se inventaron una variante: la gente está tan desesperada que es capaz de irse a pie de aquí a Estados Unidos, pasando por la selva del Darién, uno de los lugares más inhóspitos de todo el continente.
El asunto empezó también a languidecer, a pesar del esfuerzo conjunto de la “prensa libre” en mostrar toda clase de dramas y tragedias que, naturalmente, ocurrían en semejante tránsito por “la jungla”.
Ahora, han encontrado un nuevo empaque noticioso para la misma repetitiva y parcialmente falsa historia: han empezado a denunciar —a coro, como siempre— que “el rrrégimen” ha diseñado una contraofensiva y ha comenzado a liberar a criminales presos con la condición de que se vayan a Estados Unidos, vía Darién. O sea, que ahora ya no son víctimas que huyen de la tiranía, sino una macabra maniobra, “culpe’ Maduro”.
Para demostrar su versión muestran videos de los migrantes en tránsito, o ya en territorio imperial, y así ponen en evidencia que son individuos del mundo delictual. En eso andan en estos días; quién sabe cuál será el siguiente capítulo.
Rompiendo récords (de fake news)
En el empeño de insuflar nueva vida a la ya gastada matriz, la maquinaria mediática global y sus compinches locales han batido sus propios récords en materia de noticias falsas; tanto en número como en nivel de inverosimilitud.
Empezaron contando historias de familias que cruzaban a nado el río Bravo, y en lugar de encontrar en el lado gringo lo mismo que encuentran todos los demás migrantes ilegales (guardias armados en patrullas, motos o caballos, dispuestos a cazarlos), encontraban amables mujeres policía que les ayudaban con sus bebés.
Luego se cebaron en las terribles historias del Darién, en las que los heroicos venezolanos pasaban toda clase de privaciones, incluyendo agua potable y alimentos, pero nunca les faltaba conexión a internet para transmitir sus videos ni electricidad para recargar sus smartphones.
Para mantener en alto la atención —y el horror— muchos medios difundieron también las “noticias” de una fosa común en plena selva, en la que, por razones que solo ciertas mentes pueden comprender, solo habían sido sepultados migrantes venezolanos.
Ahora se dedican, con su fruición característica, a contar las historias de los venezolanos mala conducta que la perversa dictadura está enviando a ese maravilloso país que es Estados Unidos, donde no se conocía violencia ni delincuencia hasta que llegaron los tukis.
Los llevaron a casa de Kamala
Para mantener a flote el tema y evitar los bostezos de la audiencia, ahora han encontrado un anclaje nuevo: el gobernador de Texas, Greg Abbot, envió dos autobuses con unos cien migrantes ilegales (en su mayoría venezolanos, faltaría más) con la instrucción de dejarlos frente a la casa de la vicepresidenta Kamala Harris.
Según los medios estadounidenses, “Abbott, quiere que Kamala Harris viva en un entorno similar al que padecen sus ciudadanos con la avalancha constante de inmigrantes ilegales”.
Mientras tanto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, envío a la isla de Martha’s Vineyard a otro grupo de inmigrantes (“en su mayoría venezolanos”, es la letanía infaltable en los medios globales) que, según dicen sus defensores, no son ilegales, sino solicitantes de asilo, muchos de quienes llegaron a Estados Unidos en avión y han realizado trámites burocráticos para quedarse allá.
Abbott y DeSantis son republicanos, es decir, que militan en el partido por el que aspiran a votar esos venezolanos, una vez que cumplan su sueño de ser “americanos”.
Los guaidoistas pasan factura (¿Cuándo no?)
Todos estos episodios de la interminable serie de la migración y la diáspora venezolana, han significado mucho dinero para los bolsillos de la caterva del falso interinato. Los supuestos “embajadores” del autoproclamado Juan Guaidó pasan factura cada vez que logran colocar de nuevo el tema en órbita.
Cuando merman un poco los ingresos, saltan sujetos como Carlos Vecchio o David Smolansky a presentar cifras de venezolanos que migran a diario; los que han muerto en el intento o los que llegan a la frontera de México con Estados Unidos. Aparecen en los medios (sus secuaces más fieles) y ya pueden pasar factura a sus financistas. ¿Cuándo no es pascua en diciembre? Tremendo negocio.