Escrito por: Roswil Guacaran
Twitter: @Roswilpsuv
“La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud, en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera”.
Che Guevara
Hablar de la generación de oro es un tema muy complejo como lo es también hacer comparaciones de que generación aporto más en nuestra historia republicana, tendríamos que iniciar desde que Bolívar junto a los patriotas en su juventud deciden irrumpir con el silencio de las mayorías y claman por la libertad de nuestra tierra y de nuestro pueblo que era gobernado por los españoles, ya sabemos las grandes hazañas que realizó en su juventud y a pesar de ser derrotado en múltiples oportunidades no desistió, se mantuvo constante, aprendió de los errores y rectifico a tiempo, lo que permitió que nuestro ejército patriota logrará alcanzar aquella gesta histórica de romper con las cadenas que nos oprimían y marcar nuestra historia en la Batalla de Carabobo.
Es necesario tener presente los grandes aportes que realizó la generación del 28; dirigentes estudiantiles, la mayoría pertenecientes a la UCV, quienes intentaron armar una rebelión y así derrocar al Gral. Juan Vicente Gómez; no lograron los objetivos, fueron encarcelados y torturados pero sus acciones dieron inicio a las organizaciones políticas que hoy conocemos en un principio con ideología y pensamientos de izquierda, sin contar con grandes personajes que aportaron a nuestra historia que luego serían ejemplos de futuras generaciones.
Al igual que la generación del 28, salvando la distancia, en 1958, un grupo de estudiantes inician las protestas para derrocar al General Marcos Pérez Jiménez, un triunfo popular que luego se convertiría en una traición por los tradicionales partidos políticos tras un pacto para Gobernar por turno el país.
Por años estuvimos en la oscuridad, hasta 1992, cuando un grupo de Jóvenes pertenecientes a nuestras fuerzas armadas intentan derrocar a Carlos Andrés Pérez; quien 3 años antes había obligado a los organismos de seguridad a masacrar a nuestro pueblo; el comandante Hugo Chávez se responsabiliza tras el intento del golpe de estado y despierta una esperanza que se materializaría 6 años después con su ascendencia al poder por la vía electoral; no fue fácil, pero pudo marcar y escribir una nueva historia en nuestro país; él siempre confió en la Juventud Patriota para dirigir los asuntos políticos, motivó e inspiró, y lo sigue haciendo, con las nuevas generaciones; por eso es que, como generación, tenemos un compromiso ético, moral e histórico para consolidar el proyecto bolivariano y revolucionario, debemos afrontar los grandes retos teniendo como partida la formación política e ideológica de los nuevos liderazgos.
Aportes para superar el reto que nos impone la historia:
1.- Profundizar el trabajo de captación de jóvenes y politizarlos, más allá de enseñar una consigna para que luego repitan, es mostrarles el porqué estamos con el proceso revolucionario y a qué nos enfrentamos.
2.- Rescatar nuestra memoria histórica. Es imprescindible saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, es no olvidar que jóvenes han pasado y han marcado un antes y un después en lo social, en político y en lo histórico.
3.- La juventud ha sido determinante para los procesos que se han vivido en nuestra historia pero no lo determina la edad, los títulos ni mucho menos los cargos que puedan ocupar, lo debe determinar nuestro accionar, enarbolar las banderas del socialismo debe ser un compromiso militante y no parte de un discurso.
4.- La juventud debe alejarse de los vicios y no corromperse; lo decía nuestro comandante Chávez y hoy lo dice nuestro Presidente Nicolás Maduro; hay un pueblo y una generación que confía en que lo haremos bien, debemos predicar con el ejemplo.
5.- Los liderazgos no pueden ser tutelados ni impuestos, deben probarse en el terreno; nuestros y nuestras militantes deben ser hombres y mujeres a quienes los acompañe la razón y, aún más, los acompañe el pueblo.