Un goodbye lacrimoso y falso
Mentiroso de fondo y forma
Fue pieza clave en los planes de violencia que hubieran podido bañar de sangre al país entero. Pero dice que ama Venezuela y a su pueblo. Quiso imponer, mediante el chantaje y la extorsión, un gobierno no electo por los venezolanos y las venezolanas, pero jura que su lucha es por la paz y la democracia.
Estas indignantes contradicciones no son nada de extrañar, pues provienen del falso embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, un individuo que ni siquiera desempeñaba en realidad el cargo del que dice estar despidiéndose; pues Venezuela se vio obligada a romper relaciones con Estados Unidos en 2019, así que no ha habido embajadores entre los dos países; salvo los inventados en concierto con la ficción del gobierno interino.
Story, en un tono empalagoso y fariseo, dice que su partida es algo normal en los cargos diplomáticos. Otra flagrante mentira, pues fue despedido por su demostrada incapacidad de cumplir su objetivo real: derrocar al gobierno constitucional, poner uno del gusto de las élites de Washington y erigirse, él mismo, como el gran procónsul imperial.
El falso jefe de misión, ni siquiera ha estado en Venezuela en los últimos años. Estaba en Colombia, amparado por uno de los “líderes” consentidos de Estados Unidos, Iván Duque, y encompinchado con los cabecillas de la oposición venezolana.
Como todo integrante de la maquinaria diplomática estadounidense, Story es cínico y retorcido. Siempre dicen estar defendiendo los principios contra los que despliegan todas sus armas: la paz, la democracia, los derechos humanos y el bienestar de las mayorías.
Una burla lacerante
El farsante declaró (con un fondo de violines) que “juntos hemos sido testigos de grandes momentos de esperanza y valentía” del pueblo venezolano. Se trata de una lacerante burla, pues Story es coautor destacado en la violencia, la inestabilidad, el sufrimiento y la muerte que ha sufrido el país por acciones como los intentos de invasión de 2019 y 2020, el sabotaje eléctrico, la campaña para inducir la migración, el fallido golpe de los plátanos verdes y, por si todo eso fuera poco, las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo.
Con absoluto descaro, denunció que “la situación actual es injusta, indigna e insostenible”, como si el gobierno del que fue operador fundamental no fuese el principal responsable de las calamidades sufridas por la población venezolana dentro y fuera del territorio nacional.
Según Story, “el pueblo venezolano ha demostrado una y otra vez un espíritu indomable”, lo cual es cierto. Sólo que él asegura que esa energía popular se ha levantado contra el gobierno constitucional y a favor del títere de Estados Unidos. Si esto fuese cierto, habrían cristalizado los planes que él dirigía. En realidad, Venezuela se ha enfrentado a la injerencia imperial y es por eso que el meloso Jimmy se va con las tablas en la cabeza.
Agente del robo del siglo
El embajador fake, se despidió jurando que es y será amigo del país. La verdad es que es copartícipe del robo del siglo o el robo de Citgo, como se le quiera llamar. Junto con la camarilla de ladrones del gobierno interino ha orquestado el despojo de una empresa que era propiedad del Estado y, por tanto, de las actuales y futuras generaciones de Venezuela.
Igual que los integrantes del interinato (perpetuado ahora con la figura de una exdiputada que ni siquiera vive en el país), Story intervino en este negocio turbio y, por lo tanto, ha de haber asegurado su parte del botín.
Este robo, como bien se ha denunciado desde que comenzó a ejecutarse, ha causado enormes sufrimientos al colectivo nacional, incluso durante la pandemia de Covid-19. También ha sido motivo directo de muerte para numerosos enfermos (en especial, niñas y niños) que dependían de los fondos de la Fundación Simón Bolívar (de Citgo) para sus tratamientos de alto costo en el exterior.
Quienes se han enriquecido con este dinero y a costa de la vida y la salud de otras personas, no pueden tener perdón ni humano ni divino. Story entra en este lote, por más musiquita incidental que le haya puesto a su video de despedida.
Injerencias a la salida
Como también es habitual en los representantes de Estados Unidos, Story aprovechó su supuesta despedida para seguir entrometiéndose en asuntos internos.
Así, habló de las protestas laborales del personal de los sectores de la educación y la salud, obviando, una vez más, que el Estado tiene graves dificultades para conceder aumentos salariales a esas enormes nóminas debido a las medidas criminales perpetradas por Estados Unidos contra Venezuela.
También mencionó a unos estudiantes que supuestamente reclaman elecciones, reforzando así la falsa matriz de que el gobierno del presidente Maduro se niega a medirse en votaciones. La verdad es que las presidenciales están pautadas constitucionalmente para 2024. Lo cierto es que quienes se han negado a participar en procesos electorales (parlamentarias de 2005 y 2020; presidenciales de 2018, entre otros) han sido los factores opositores avalados por Estados Unidos.
Story, no podía dejar de difundir sus reiteradas mentiras sobre la libertad de expresión. Ensalzó a los periodistas opositores “que están sacrificándose para llamar la atención sobre la malversación del gobierno”. Habla, desde luego, de esos medios de comunicación financiados por la USAID y otras agencias y corporaciones de Estados Unidos, es decir, que están al servicio del poder imperial.