Al utilizarlo como padrón para sus primarias, la oposición ha admitido la idoneidad del Registro Electoral que el Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene en vigencia, considera la exconsultora jurídica y exasesora en materia legal del Poder Electoral, Carmen Stebbing.
“Me parece muy bien que la oposición utilice la base de datos del CNE, pues eso implica no solamente que es confiable, sino también susceptible de ser revisada y corregida”, expresó.
—¿Es legal o no el uso de este registro por parte de la Comisión Nacional de Primarias de la oposición?
—Hay que reiterar que el Registro Electoral es público y lo ha sido desde hace muchos años, incluso en etapas políticas anteriores. Es público porque contiene la base de datos de los ciudadanos con derecho al voto. Debe ser público para que cada quien pueda verificar si se está respetando su derecho y dónde debe ejercerlo. En consecuencia, se le entrega esa base de datos a los partidos políticos, entendidos como intermediarios entre los ciudadanos y la autoridad electoral, para que esos partidos puedan auditarla.
—Una buena cantidad de electores expresaron su protesta porque aparecen en ese padrón y no son opositores, no van a participar en ese proceso interno opositor. ¿Qué ocurre con ellos?
—Es que el aparecer con derecho al voto no implica que la persona debe votar. Eso vale para los procesos nacionales y también en este caso. El proceso de votación lleva en sí mismo una serie de controles para que no sea posible usurpar la identidad del votante. Pero esos controles tienen que ver con el acto de votación, es decir, se aplican el día de las elecciones.
—La diferencia es que en los procesos nacionales hay captahuellas, funcionarios del CNE y del Plan República y testigos de los partidos. En este caso no habrá nada de eso. ¿Qué impide que a alguien facultado para votar se le usurpe su identidad?
—Nada lo impide, pero estamos hablando de un acto privado. Se reconoce la libertad que tienen las organizaciones con fines políticos para ejercer su derecho a realizar consultas con miras a escoger a sus candidatos.
—Muchas personas ingresaron a la aplicación de la Comisión Electoral de Primarias y encontraron errores. ¿Eso significa que el RE los tiene?
—El RE es una data en permanente actualización porque eso es lo único que garantiza su fidelidad. Debe alimentarse constantemente con las inscripciones de nuevos votantes, cambios de residencia y fallecimientos.
—El artículo 28 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales dice que el RE es público, con las limitaciones estipuladas en las leyes. ¿Cuáles son esas limitaciones?
—Por ejemplo, la dirección de residencia de las personas. Ese es un dato que está en el registro, pero que no puede hacerse público y por eso no se les entrega a las organizaciones con fines políticos. Lo público es el nombre de la persona, la cédula, y el nombre y ubicación del centro electoral.
—Es paradójico que los mismos opositores que denunciaban irregularidades en el RE hasta hace poco, ahora digan que son fallas menores, corregibles. ¿Qué habrá pasado?
—Es interesante porque, a veces, de una verdad derivan medias verdades. Por muy fiel que pueda ser la data, en materia de registro, siempre tendrá fallas e inexactitudes. Por ejemplo, el RE se cierra en un determinado momento antes de una elección, pero las personas continúan falleciendo en ese lapso, de modo que es probable que en el RE aparezcan, el día de las elecciones, personas fallecidas que siguen habilitadas para votar.
—Para las primarias opositoras se espera el voto de (según datos de la CNdP) de 300 mil electores en el exterior. ¿Eso es posible?
—Se supone que los organizadores de la elección han modificado el registro en este caso para que esas personas voten fuera del país. Pero en un proceso nacional, organizado por el CNE, eso no será posible. Si esas personas están inscritas para votar en un centro electoral en el territorio nacional, sólo allí pueden hacerlo. La única manera de cambiar es que el elector actúe ante el CNE y con los procedimientos legalmente establecidos.
—En los procesos electorales internos de la oposición se destruyen los materiales electorales luego del escrutinio, así que no hay posibilidad alguna de que un ciudadano averigüe si usaron su nombre para votar. ¿Es así?
—Entiendo que es así, aunque no conozco muchos sus procedimientos. Pero lo que si debe quedar claro es que ni siquiera en los procesos electorales nacionales son públicos los datos de quién votó y quién no. Ese es un tema restringido, parte de la data reservada: el CNE no publica el listado de quienes ejercieron el derecho al voto y, por supuesto, es imposible que se sepa por quién votó cada persona. En todo caso, quienes acudan a ese proceso lo harán porque es su derecho y depositando su confianza en las autoridades que lo organizan.
—Si la persona electa por los opositores el 22 de octubre es alguna de las que están bajo la figura de la inhabilitación, ¿cuál es el procedimiento del CNE el día que esa persona vaya a presentar sus recaudos para inscribirse como candidato o candidata presidencia?
—En materia de inhabilitación, el Consejo lo que hace es ejecutar una situación de hecho. Es decir, que depende de los documentos de las inhabilitaciones administrativas (que son las que hace la Contraloría General de la República) o de las inhabilitaciones judiciales (que se fundamentan en sentencias de tribunales). Esos entes informan al CNE y este lo que hace es materializar una decisión que fue tomada en competencia de otro órgano. Esas autoridades deben informar también cuando la inhabilitación termina por la causa que sea. El CNE no inhabilita ni rehabilita.
—Volviendo al tema de las fallas en el RE, que algunas personas comprobaron recientemente, ¿cuándo se hará la depuración con miras a las elecciones presidenciales?
—El RE es permanente, aunque a algunos expertos no les gusta que se le llame así. El CNE está de manera constante haciendo actualizaciones y cortes. Cuando se convoca un proceso electoral, se abre un período especial para nuevas inscripciones y para hacer correcciones. Es luego de eso cuando se publica el registro definitivo, que ya no admite modificaciones, lo que es una garantía de transparencia para todos.
—¿La información de las defunciones se va incorporando automáticamente al RE?
—Ha habido avances, pero no está totalmente automatizado ese proceso. Para llegar a eso hace falta poner en marcha unos mecanismos que no están generalizados en el Registro Civil. Depende de la zona del país o de cuestiones como si se fue la luz o no, es decir, de la realidad nacional. De manera inmediata no va a llegar esa data porque no hemos logrado (lo digo como parte del CNE aunque ya no esté activa) y han faltado los recursos presupuestarios para avanzar más.