Un acto extraordinario, de esos que marcan un antes y un después en la historia, tuvo lugar en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el martes 7 de noviembre, cuando el presidente Nicolás Maduro se dirigió al país bajo la consigna “Unión Nacional en Defensa de la Guayana Esequiba”.
Este hecho, sin precedentes en la política venezolana, contó con la participación de los gobernadores de las distintas corrientes políticas del país, los alcaldes de los municipios, los dirigentes de los partidos de la oposición venezolana y del Polo Patriótico, los rectores y las rectoras de la universidades, todas las organizaciones empresariales, representantes de distintos sectores religiosos, las centrales sindicales, el movimiento campesino, los centros de estudiantes, la delegación de las comunas, las organizaciones sociales, y los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional.
El Jefe del Estado, además de explicar los seis momentos históricos de la larga lucha del pueblo venezolano por nuestra Guayana Esequiba, subrayó la amplia representación política y social allí congregada, expresión viva de la valiente y justa posición de Venezuela, ante la agresión de la Exxon-Mobil, el gobierno de Guyana, y del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos.
Esta inequívoca manifestación de la voluntad de todo un pueblo, dejó bien claro que Venezuela no reconoce a la Corte Internacional de Justicia como la instancia válida para resolver el diferendo, porque el gobierno guyanés violó el Acuerdo de Ginebra al acudir unilateralmente a la Corte, y eso es contrario a las normas más elementales de la diplomacia y al Derecho Internacional.
La bandera tricolor, -amarillo, azul y rojo-, con sus ocho estrellas, ondea libre anunciándole al mundo que la Unión Nacional ratificará nuestra Soberanía sobre la Guayana Esequiba, votando cinco veces SÍ en el referendo consultivo del 3 de diciembre.