Libros que “hacen historia y se convierten en material de consulta para esta y las futuras generaciones”. Así, en la Filven, el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas, definió el volumen “Entrevistas a Diosdado Cabello Rondón”, editado por El Perro y La Rana, y gracias a la compilación de Ana Ávalos. Una obra que reúne las conversaciones entre el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el periodista José Vicente Rangel, desde 2007 hasta 2019.
En la actividad, realizada en los espacios de El Laguito, en Fuerte Tiuna, junto con el capitán Diosdado estuvieron presentes el alcalde del municipio Sucre de Caracas, José Vicente Rangel Ávalos, y las diputadas Gabriela Chacón y Tania Díaz, periodista de larga trayectoria, hoy rectora de la Universidad Internacional de la Comunicación (LAUICOM), quien hizo el prólogo del libro, en el que destaca cómo la entrevista es un género que permite expresar todo el potencial de la comunicación.
“Una buena entrevista” —escribe Díaz—, “además de fotografiar un hecho histórico a través de la visión humana, política y filosófica del entrevistado, puede llegar a convertirse en un fundamento esencial de la historia misma y quedar como una marca indeleble en el tiempo”. Y así es por esta obra, que recoge y resume diez años de conversaciones entre quienes, sin duda, son dos de los principales arquitectos de la historia política de la Venezuela contemporánea.
Dos voces en diálogo, en el escenario de un país “en plena ebullición emancipadora”. Una, la del periodista, que “siempre, siempre, siempre nos tendió la mano”, dijo Cabello, destacando la trayectoria de Rangel, y recordando “su compromiso con la verdad y la ética que debe acompañar a un periodista”.
A José Vicente —dijo el Capitán—, “no se le podía responder con dudas, sino afirmativamente y con certeza”. Y menos aún pudo ser silenciado, incluso cuando fue el único en dar espacio a los líderes del Movimiento Revolucionario durante los momentos más difíciles; quebrando el boicot que imponían los grandes medios.
Así fue cuando Marleny Contreras, la esposa de Diosdado acudió a la Fiscalía General de la República a denunciar que a Cabello le habían retirado el derecho a la visita, y el periodista de Radio Caracas Televisión, Sergio Novelli, se negó a tomarle una declaración alegando que no estaba autorizado.
Y la otra voz del libro es la del político, del dirigente psuvista que jamás ha claudicado, siempre al lado del Comandante Chávez, desde la rebelión cívico-militar del 4 de febrero, hasta el golpe del 2002; que la oligarquía organizó contra el presidente Chávez. En ese vacío de poder, que duró 48 horas, como vicepresidente, Cabello desempeñó las funciones de legítimo jefe de Estado, mientras los golpistas intentaban poner en el poder a su autoproclamado, Carmona Estanga.
Refiriéndose a la práctica de los golpes institucionales, concretados en América Latina en los años siguientes, con los que los vicepresidentes han desbancado a los jefes de Estado para ponerse al servicio del imperialismo, Diosdado recordó que él también podría haberlo hecho, y complacer a los poderes fuertes, mientras que optó por devolver el poder al Presidente Chávez, después de haber luchado, junto con el pueblo, para ponerlo nuevamente en su cargo.
Y así ha sido hasta hoy. Diosdado ha mantenido en alto, contra vientos y mareas, la bandera del socialismo bolivariano, dirigido por Nicolás Maduro: leal y disciplinado, pero «sin perder la ternura«, confiando en los ideales, en el amor del pueblo y de su familia, siempre presente como durante la Covid-19, que casi provoca la muerte del Capitán.
Ante un público emocionado, Diosdado recordó aquellos días difíciles, cuando despertó del coma muy débil, y convencido de que debía abandonar su compromiso político; pero que cuando se lo comunicó al presidente Maduro, él lo incitó a levantarse pronto para volver al combate. Y así, como un soldado fiel, lo hizo el Capitán: para volver a ser “un dolor de cabeza para la oposición”, como dijo el alcalde Rangel Ávalos, retomando las palabras de su papá, y poniendo en debate los principales temas políticos del libro, entre el pasado y el presente.
Uno de los hilos conductores, que resume el orgullo y la amplitud del proyecto bolivariano, fue el del Esequibo, una cuestión de unidad nacional, en torno a la cual se organiza el referéndum consultivo del 3 de diciembre. Una batalla que hay que librar con espíritu abierto, pero también con determinación: diciendo «pan al pan, y vino al vino», una de las virtudes de Diosdado, resaltada por José Vicente Rangel.
Al respecto, el Capitán, tras agradecer a la esposa de José Vicente su trabajo en la recopilación de las entrevistas, habló de la época en la que el destacado periodista le aconsejó posicionar la cámara siempre de frente, para resaltar su “carácter frontal”. Uno de los muchos detalles que surgieron de la presentación.
Muchos otros, sin embargo, dijo Diosdado, merecen ser contados. Y por eso le propuso a Villegas, periodista y escritor, producir una obra en la que se cuenten los detalles aún no conocidos de la gesta histórica del movimiento cívico-militar bolivariano. Villegas aceptó la propuesta.
“Espero estar presentando en la próxima feria del libro, así sea la primera parte, ¡será candela pura! No vamos esconder nada, vamos a contar todo”, dijo Cabello. Porque —señala en el libro José Vicente— “El Furrial es el Furrial y lo demás es gamelote, si no que lo diga la proeza olímpica de quien bate récords en decir las cosas más hirientes sin lastimar”.