El 5 de marzo de 2013, hace 11 años, el comandante Hugo Chávez partió a la inmortalidad, pero su legado se multiplicó y se convirtió en millones de mujeres y hombres. En una oportunidad, el maestro Chávez nos habló de Jano.
Jano
Jano es uno de los dioses más importantes de la mitología romana porque era el protector del Estado. En su honor el mes de enero lleva su nombre: Januarius.
Sobre él explica Hugo Chávez: “…se hace necesario armarnos de una visión jánica, aquella visión del dios mitológico Jano, quién tenía una cara hacia el pasado y otra cara hacia el futuro”.
Así, los venezolanos de hoy tenemos que mirar el pasado para desentrañar los misterios del futuro, resolver las fórmulas para solucionar el gran drama venezolano de hoy.
Las dos caras de este Jano bifronte, como señalaba Chávez, le permitían vigilar hacia adelante y atrás simultáneamente y ver, desde el presente, el pasado y el futuro.
Como Janus Pater, veía la creación del mundo. Como Janus Portunus vigilaba los puertos.
Nació en Tesalia como nacen todos los seres humanos, es decir, mortales. Viajó al Lacio donde lo recibe el rey de la región, Cameses, a cuya muerte empezó a reinar solo.
Recibió a Saturno (Cronos) cuando fue desterrado por Júpiter (Zeus).
En señal de gratitud, dios lo divinizó, es decir, lo volvió inmortal, dándole el don de conocer el pasado y el futuro.
Su reinado constituyó una época de paz y progresos. Fomentó el comercio, la navegación, enseñó el cultivo, creó ciudades y dictó leyes.
Jano es padre de Fontus, dios de las fuentes, cascadas y pozos. Jano es portador de albricias.
Es conocido como el dios de las puertas, los comienzos, los portales, las transiciones y los finales.
En su tratado sobre los Fastos, Ovidio caracteriza a Jano como aquel que custodia el Universo.
En la actualidad, Jano tiene sus detractores. Marcel Camus, por ejemplo, en la novela La Caída, lo representa como alusión a la hipocresía porque manifiesta aspectos muy disímiles entre sí.
El psiquiatra argentino Hugo Marietan utiliza su imagen para explicar la forma de relacionarse con el mundo de una persona con alguna psicopatía.
Chávez
Chávez es uno de los políticos más importantes del siglo XXI porque estableció una ruptura radical contra el neoliberalismo, fase superior del Estado Liberal burgués, basado en un marco de praxis revolucionaria conformado por Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.
Chávez, fiel creyente en los poderes creadores del pueblo, le devolvió a éste su identidad. En su honor los pobres del mundo ondean su imagen en manifestaciones contra el imperialismo yanqui.
Sobre él explican tres jóvenes venezolanos que participaron en el concurso ¿Quién es Chávez para ti? Para el zuliano Giovanny Correa Curiel: “es el venezolano ideal encarnado, es el ideal Bolivariano renacido y viviente…”.
Para el larense René Lameda: es un “…líder visionario de estos tiempos, es la Patria, es un gran soldado, es un humilde hombre desprendido, es el barrio jubiloso que lo honra todos los días…”.
El aragüeño Leonardo Yoris le escribe: “…tu coraje fue el multiplicador de libertades, mi visión de mundo era la metáfora en tu mirada, la virtud onomatopéyica de tu corazón convirtió mi entendimiento en rebeldía, una piedra en el zapato del capital, fuiste la elegancia de la humildad y la paciencia del insultado”.
Las dos caras de Chávez, le permitían vigilar hacia adelante y atrás simultáneamente y ver, desde el presente, pasado y futuro.
Como Chávez Pater, ve la creación del mundo desde nuestra ancestralidad.
Como Chávez Portunus vigila los puertos y entiende que “toda revolución política pide una revolución económica”, como señala Simón Rodríguez.
Chávez nació el 28 de julio de 1954 en Sabaneta de Barinas, como nacen todos los seres humanos, es decir, mortales.
Viajó a Caracas donde lo reciben los militares formados en la Escuela de las Américas al servicio de gobernantes entreguistas a los intereses de James Monroe, a cuya caída empezó a gobernar junto a un pueblo preñado de esperanza, razón por la cual, cada hombre, cada mujer, cada niño, cada niña, desde la humildad infinita, lo volvió inmortal el 5 de marzo de 2013.
Su gobierno constituyó una época de paz y progresos. Sembró el petróleo, le dio continuidad al Congreso Anfictiónico de Panamá, fomentó el comercio, la navegación, enseñó el cultivo, creó ciudades, fundó universidades y dictó leyes del poder popular, y basándose en la teoría de las necesidades de Simón Rodríguez (darle comida al hambriento, posada a peregrino, vestidos al desnudo, remedios al enfermo y alegría al triste) creó grandes misiones sociales.
Chávez es padre político de Nicolás Maduro, hombre de paz, de diálogo, de la protección al pueblo, de la defensa integral de la patria ante la guerra multifactorial que sobre Venezuela despliega el mayor imperio de la historia.
Chávez es portador de albricias. Es el hombre que abre las puertas, es el hombre de los comienzos, de los portales, de las transiciones y de los finales.
Para el historiador de La Habana, Eusebio Leal, “Fidel descubrió en Chávez a un diamante que alcanzaría las cotas más altas en el discurso político, revolucionario e internacionalista”, pues, cual Jano, “lo vio todo con claridad, nitidez y visión, que alcanza el tiempo futuro”.
En su tiempo y en la actualidad, Chávez tiene sus detractores. Bush arremetió contra Hugo Chávez acusándolo de «estar lleno de promesas vacías y sed de poder«.
Para Álvaro Uribe Vélez: “Chávez es un cómplice del terrorismo”.
El político alemán Eckart von Klaeden, experto de la Christian Democratic Union, dijo: «Hugo Chávez no dice más que tonterías. Debería seguir el consejo que le dio el Rey de España«.
Pasado, presente y futuro
Chávez, al igual que Jano, ve al pasado porque sabe que “no haremos el futuro grande que estamos buscando si no conocemos el pasado grande que tuvimos”.
En el presente nos dice: “cada día el mundo está más esperanzado con la Revolución Bolivariana. No podemos fallarle al mundo. De lo que pase en Venezuela, del éxito de nuestra revolución puede depender el futuro, la salvación de este planeta”.
En el presente insiste: “al imperio no hay que subestimarlo, pero tampoco hay que temerle. Quien pretenda llevar adelante un proyecto de transformación, inevitablemente chocará con el imperio norteamericano”.
¡Chávez vive!
La mirada y la voz de Chávez no se han perdido, el soberano las siente sobre el resol de los médanos, su palabra es la voz del grito más hondo como el son de las guaruras cuando pasan los arrieros.
El día que el pueblo lo inmortalizó, como hizo Dios con Jano, se fue caminando como en otros tiempos las calles de San Fernando, después de acercarse a la orilla del río y sentir el rugir del Apure inmortal, fue rumbo a Biruaca y después… después pasó por Apurito… pasó por El Samán… pasó por Achaguas, después pasó por Mantecal y llegó a Elorza.
Luego fue al Arauca a recorrer esa sabana que lleva en el alma, y llegó hasta el caño Caribe, hasta las sabanas de Alcornocal, hasta el río Capanaparo, hasta Carabalí, hasta Barranco Yopal y más allá, y ya al final Chávez quiso compartir la suerte de Lorenzo Barquero que se lo tragó la sabana, lejos, allá en el cajón del Arauca apureño, hasta que lo seque el tiempo, se vuelva terrón, se vuelva agua. Pero en realidad él compartirá la suerte de Santos Luzardo “…todo horizonte, todo esperanza” ¡El Comandante Chávez vive por los siglos de los siglos!
*Cronista Adjunto de Caracas y profesor de Lauicom.