Por: Beatriz Rondón
Los dirigentes opositores que firmaron los Acuerdos de Barbados el martes 17 de octubre de 2023 se burlan del país, no tienen palabra, de nuevo se colocaron al margen de la Ley y no reconocen a las instituciones de la República, aprobaron la ampliación por un año del “comité que administra los activos del país en el extranjero que reemplazó al gobierno interino”, y de un solo plumazo, el gobierno de Estados Unidos les asignó 70 millones de dólares. ¿Si eso no se llama robo, entonces, cómo se llama?
Amanecía el 11 de abril en Caracas con un ambiente denso, cargado de rumores, tensión y asonadas de los medios privados de comunicación: desde el 9 de abril, una huelga general había sido convocada por la oposición y mantenía paralizado el país.
Los ánimos se caldeaban en las calles y en el soleado Valle de Caracas, en el ambiente se sentían enfrentamientos entre chavistas y opositores, éstos animados por las cúpulas eclesiásticas, sindicales y empresariales que incitaban al derrocamiento de Hugo Chávez.
En Miraflores, el presidente presidía un Consejo de ministros extraordinario; mientras en las afueras miles de personas se concentraban en apoyo al gobierno.
La chispa, al mediodía, prendida desde Chuao con la marcha opositora se extendía hacia Miraflores. La tensión escaló rápidamente y se produjeron enfrentamientos con la policía metropolitana y desde algunos hoteles adyacentes surgieron disparos contra la multitud: hubo víctimas mortales.
En los medios privados de comunicación se anunció que el presidente Chávez había sido detenido y se encontraba en Fuerte Tiuna.
Confusión y zozobra, la noticia del golpe de Estado conmocionaba al país. En las calles, la confusión y el desconcierto reinaban. Los medios privados celebraban la caída de Chávez, mientras que el canal del estatal denunciaba un golpe de Estado y llamaba a la resistencia. En los barrios, caseríos, y plazas Bolívar; el pueblo se movilizaba espontáneamente exigiendo el regreso del presidente.
El 12 de abril fue un día de incertidumbre y violencia. Pedro Carmona Estanga, presidente de Fedecámaras, se autoproclamó presidente de la República. Desde Miraflores, el empresario disolvió los poderes públicos, incluyendo la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia.
La represión contra los chavistas se intensificó: muertos y cientos de heridos.
El 13 de abril la resistencia popular se intensificó. En Caracas, miles de personas marcharon hacia Miraflores exigiendo el regreso de Chávez. La presión popular, junto con la lealtad de un sector de las Fuerza Armada, condujo al rescate del presidente.
En la madrugada del 14 de abril, Chávez regresó a Miraflores en medio de una multitud jubilosa.
Los apamates, en medio del caos y la violencia florecieron. Estos árboles, símbolo de la primavera venezolana, se convirtieron en un símbolo de esperanza y resistencia para el Pueblo chavista. Su floración coincidió con el regreso de Chávez al poder, lo que para muchos fue un presagio de la victoria popular.