Milei no habita en este mundo, sino que, como todo profeta, insuflado por un insaciable fanatismo, vive en su perverso microcosmos blindado con siete láminas de acero y en donde no penetran el sufrimiento y los gritos de dolor que sus decisiones como presidente causan a millones de argentinos
Pocos personajes de la política latinoamericana, mundial, han concitado tanta curiosidad como Javier Milei. El mandatario argentino, que se siente un adalid libertario del anarcocapitalismo, una facción extrema del liberalismo, como la definen sus seguidores, no es que sea especialmente brillante, es más, encaja mejor en el perfil de plagiador, pero siempre es llamativo.
Su presentación ante la opinión pública no es reciente, se le puede ubicar, hace una década, cuando se presentaba en programas de farándula, destacándose por su verborrea encendida, desafiante, procaz.
Siempre se le consideró extravagante y como eso “vende”, suma audiencia, visitas en redes e internet; lo tuvieron siempre en cuenta.
Claro que, nadie lo tomaba en serio.
Luego, aprovechando su exposición mediática, empezó a presentarse como un economista de avanzada y hasta presentó escritos, artículos y un libro. Aunque ya hay indicios de que ha plagiado a destacados economistas.
Hasta allí, nada nuevo en esta sociedad de “reality shows”.
El problema es cuando, por errores del peronismo y algunos sectores de la izquierda argentina, por la crisis económica que les dejó Macri, aupado por factores económicos trasnacionales, Javier Milei llega a la presidencia.
Ya se ha escrito bastante de cómo el personaje gana la presidencia. Se ha escrito mucho sobre su forma de hacer campaña, del rol de las redes. Aunque, personalmente, creo que el factor principal ha sido el descontento social y económico del pueblo argentino, que no encontró respuestas a sus demandas en el gobierno de Fernández.
Milei representó una ruptura contra lo que decepcionaba, es decir el gobierno peronista, pero, además, contra toda la clase política, a la que consideraban culpable de sus desgracias. El discurso belicoso, agresivo, de Milei, calzaba muy bien con quienes se encontraban sumidos en la desesperanza, sobre todo los jóvenes.
Los jóvenes, por cierto, en estos tiempos de redes en que se tiende a estupidizar a la gente, que se estimula la ignorancia; han sido las principales víctimas de Milei.
El proyecto de gobierno que enarbola Milei es inviable, a no ser que pretenda arrasar con todo, sin temer a las consecuencias.
Pero volviendo a las campañas y las llamadas redes sociales, citemos al escritor Atilio Borón cuando precisa: “Una de las consecuencias más preocupantes de estos fenómenos que nos ha traído la era digital ha sido la naturalización de los discursos del odio y la aceptación de la crueldad como una forma también normal de relacionamiento social. Esto se percibe con claridad en un caso de excepcional trascendencia, por el cargo que ocupa quien incurre en tales conductas: el presidente Javier Milei. En efecto, este personaje ha hecho uso y abuso de expresiones agraviantes y groseras, propias de un `bocasucia´ para insultar y descalificar a sus críticos”.
Borón se lamenta de la procacidad que ha exhibido en numerosos actos oficiales, y ante dignatarios extranjeros.
Y agrega: “este lamentable espectáculo, que nos avergüenza ante el mundo, se combina con el sádico placer que expresa cuando se refiere a los recortes en los `gastos sociales´ causados por su `motosierra´, en una conducta que habla de una patológica insensibilidad relativa a las consecuencias de sus actos que generan pobreza, hambre y muerte”.
“¿Cómo explicar tamaña crueldad? Respuesta: Milei no habita en este mundo, sino que, como todo profeta, insuflado por un insaciable fanatismo, vive en su perverso microcosmos blindado con siete láminas de acero y en donde no penetran el sufrimiento y los gritos de dolor que sus decisiones como presidente causan a millones de argentinos. Sus seguidores, que por ahora son muchos en las redes sociales, parecerían ajustarse a una aguda observación del ensayista español Basilio Baltasar cuando dijo que «el ciudadano modélico de la globosfera, ─ese que mayoritariamente ha apoyado hasta ahora a Milei─ es un infante incauto e ingenuo, impotente y recompensado con cebos y placebos, hipnóticos y adictivos. El ciudadano de la globosfera fue tiempo atrás un ser humano y ahora es un muñeco. Pobre desgraciado”.
Finalmente, Boròn hace votos porque la involución no sea irreversible, que lo afirmado por Engels cuando le atribuía al trabajo el papel decisivo en la transformación del mono en hombre, no vaya a ser desmentido por la globosfera que devuelve a hombres y mujeres a sus orígenes simiescos.
Confía en que el muñeco, vapuleado y pauperizado por la despiadada lógica de los mercados, recupere más pronto que tarde su humanidad y su voluntad de construir un mundo mejor.
Pero el contexto está complicado para el pueblo argentino, escogieron de presidente a un personaje arropado por la religiosidad judía, extrema. Que, además, está ligado con la comunidad judía Lubavitch, un grupo ultraconservador, sionista, que actúa en todo el mundo.
Es bueno recordar, como dice el profesor universitario, Jaime Jordán Costantini, que el sionismo no es una corriente mayoritaria del pueblo judío, se estima que tan sólo hay dos millones de sionistas de una población judía de 16 millones. Lubavitch es un ente diestro en sumar relaciones entre grupos económicos sionistas, apoyar políticos.
«Por tanto, no es sorpresivo que la primera visita internacional de Milei como presidente en ejercicio haya sido precisamente a Israel. Visita que, por cierto, no tuvo gran significación, ya que el país está hondamente preocupado por la guerra en Gaza como para prestarle atención al presidente de un país subdesarrollado. Milei consideró esa visita como una oportunidad para apoyar a Israel en su conflicto con los palestinos, y manifestar el alineamiento del nuevo gobierno argentino con Estados Unidos», recalcó Jordán Costantini.
Pero esa postura de Millei le costó un incidente con la Argentinian Israeli Collective, que representa la comunidad judía-argentina, ellos en un pronunciamiento precisaron: `Repudiamos el uso y abuso de la apropiación de la identidad judía por parte de Milei y decimos, Milei no representa a los judíos. Rechazamos la visita entendiendo que busca profundizar los vínculos con la derecha extremista y mesiánica, lo que solo acentuará los conflictos existentes en la región´”.
Este alineamiento con el sionismo agresivo que impera en Tel Avìv podría acarrearle perjuicios económicos a los argentinos. En efecto, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Argentina (INDEC), las exportaciones al Medio Oriente, Egipto y el Magreb alcanzaron US $ 8 607 millones, en 2022, y se tradujeron en un saldo comercial positivo en favor de la Argentina de US $ 4 808 millones.
Según Jordán, los países musulmanes representan una parte importante de este saldo US $ 6 921 millones, en 2022). Nada menos que dos terceras partes. Como complemento se debe destacar que los embarques de productos argentinos a Israel apenas alcanzaron 106 millones de dólares en el mismo año.
Como puede apreciarse, agrega, los caminos escogidos por Milei están llenos de riesgos y no tienen promesas económicas alentadoras. Pero lo más peligroso es que los conflictos del Medio Oriente entrañen la posibilidad de actos violentos para Argentina, como sucedió en el pasado.
Recordemos que por su alineamiento incondicional a la línea política de Washington, ha puesto en riesgo sus relaciones comerciales con China, ha conseguido que se suspenda una entrega de 6 mil millones que Pekín ya tenía destinado al país sudamericano.
Otro asunto que preocupa a los argentinos, y en este caso a toda la región, por las implicaciones geopolíticas y militares, es la oferta que Milei le hiciera a Washington de proporcionar a Estados Unidos una base estratégica en Ushuaia.
Ushuaia, ubicada en la provincia de Tierra del Fuego, es la ciudad más austral de Argentina y tiene una importancia estratégica debido a su proximidad a la Antártida.
«Permitir la presencia militar de una potencia extranjera en esta región no solo podría alterar el equilibrio de poder y generar tensiones con otros países que tienen intereses en la zona sino iniciar una carrera de pretensiones sobre el continente antártico en la previa de 2048, año en el que cualquiera de las partes consultivas del tratado podrá solicitar la revisión de este y todo su sistema normativo«, sostiene Ricardo Balladares.
Le preocupa a los argentinos, y en este caso a toda la región, por las implicaciones geopolíticas y militares, la oferta que Milei le hiciera a Washington de proporcionar a Estados Unidos una base estratégica en Ushuaia
El estudioso señala que una base naval estratégica significa la instalación de un punto de partida y llegada para las operaciones navales y militares, fundamentales para la proyección de poder naval y militar que, en este caso, no correspondería a la proyección e intereses del Por país vecino sino de los Estados Unidos y la OTAN.
«A los anteriores atrevimientos, resulta más preocupante el deseo de Milei de que Argentina se una a la OTAN. Esta organización militar, liderada por Estados Unidos, tiene como objetivo principal la defensa colectiva de sus miembros. Unirse a la OTAN implicaría un compromiso significativo de recursos y personal militar, lo que podría desviar la atención y los fondos de las necesidades internas del país, y conducir hacia una militarización de la zona. En un momento en que Argentina enfrenta desafíos apremiantes en áreas como la educación, la salud y la lucha contra la pobreza, dedicar recursos a una organización militar extranjera parece una decisión cuestionable«, agrega Balladares.
A propósito de la OTAN, es bueno recordar que, a través de Reino Unido, ya cuenta con seis bases militares en el Atlántico Sur. Con lo cual, la que Milei le ofrece a Estados Unidos, se sumaría a las ya existentes en Gibraltar, Portsmouth, Brize Norton, Plymouth, Mawgan, Faslane y Lossiemouth.
Reitero, creo que esa movida, ese ofrecimiento, tiene que ver con Brasil. Milei ya ha tenido palabras desafortunadas sobre Lula, sobre China y Rusia. Todos ellos son miembros de los BRICS, el adversario destinado a superar el G7 y todo lo que representa la decadente hegemonía de Occidente, incluyendo la desdolarización del mundo.
Crear problemas a todos los miembros de los BRICS se ha convertido en una tarea de Occidente, con Estados Unidos a la cabeza; piensan que de esa forma pueden retrasar el crecimiento de estas potencias emergentes y así evitar su desplazamiento.
Milei, es visto por los poderes reales como un personaje de la periferia, que se despepita por agradar a los señores del primer mundo, que vive su fantasía del anarcocapitalismo, mientras las calles en su país se calientan cada vez más por sus desacertadas medidas económicas.
Milei es útil para ellos porque no suele medir bien sus acciones, sus declaraciones; agreguemos a eso su visión dogmática de los temas. Si se trata de crear algún hecho de impacto, allí tienen un candidato.
Les resulta útil por su total falta de empatía con las personas. Hace pocos días cuando le reclamaron que sus políticas están matando a la gente de hambre, lo negó. Dijo que no había visto gente tirada en las calles.
Igual piensa su entorno. Una de sus ministras dijo que los adultos mayores no debían recibir créditos porque estaban cercanos a la muerte. Son los mismos que desdeñan los reclamos de policías, maestros; pero, sobre todo, son esencialmente farsantes. Hablan de libertad y censuran medios como el Cuatro F; hablan de libertad y agreden a equipos reporteriles de Telesur. Hablan de libertad, pero rehúyen otras verdades, otras doctrinas.
Muchos argentinos sienten que están siendo víctimas de un experimento social, un experimento de exterminio gradual, de degradación social, que quienes están tras de ello encontraron en Milei a su monigote más servicial.
Después de todo, sus mentores espirituales, los sionistas, hablan públicamente y sin empacho de exterminar palestinos, de lanzarles una bomba atómica. Milei muestra desprecio por la vida. Mientras sus paisanos pasan apuros él se disfraza de rock star y se evade de la realidad. Pero el pueblo argentino ya empieza a reaccionar. Veremos cuánto dura la fantasía o experimento social que viven por estos días.