La revolución saca mucha fuerza de la organización popular, dada la gran experiencia política acumulada. Esto le permite tener un pulso concreto sobre lo que está sucediendo. La solidaridad ha surgido como una medida para afrontar esta terrible guerra que nos han impuesto y que nos ha permitido avanzar incluso en las peores condiciones
Estamos en Atenas, en la sede del Comité Griego de Solidaridad con Venezuela “Todos somos Venezuela”, coordinado por Vaguelis Gonatas. Después del debate sobre las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio, conversamos con Freddy Fernández, embajador de Venezuela en Grecia. Poeta, ensayista, analista de medios, Fernández, de sesenta y un años, es un marxista de larga trayectoria, militante desde la adolescencia en la juventud comunista. Ocupó diversos cargos durante la presidencia de Chávez y luego con Maduro, especialmente en el campo de la comunicación. Al final del debate nos concedió esta entrevista exclusiva.
Comunista y chavista. ¿Cómo se unieron las dos experiencias?
Siempre he pensado que el marxismo ofrecía las mejores herramientas para cambiar el mundo, haciéndolo mejor para todos. Cuando, en 1998, Chávez ganó las elecciones con el Movimiento Quinta República, ya se había iniciado un camino que nos obligó a todos a elegir un bando. Aquel proceso electoral debería investigarse más. Fue la primera vez que la derecha eliminó a todos los candidatos y unificó a todos los partidos del sistema en torno a la figura de Henrique Salas Römer, gobernador del estado Carabobo. La única promesa electoral de Chávez fue convocar una Asamblea Nacional Constituyente y refundar la república. Recuerdo que la derecha basó su campaña electoral en la denigración de esta idea de renovación constitucional, diciendo: con la constitución no se puede comer, con la constitución no se encuentra trabajo. Chávez, sin embargo, insistió en la necesidad de renovar la república para crear un sistema verdaderamente democrático y obtener una segunda independencia. Y, en ese objetivo, obtuvo el apoyo de un amplísimo espectro de venezolanos que construyeron la victoria y desencadenaron esta experiencia de democracia popular hacia el socialismo que gobierna el país. Por mi parte, comencé a trabajar con la estructura de gobierno en el año 2000, en la oficina de promoción del organismo tributario, el Seniat, que tenía la necesidad de desarrollar una nueva forma de comunicación, diferente a los tiempos en que estaba al servicio del capitalismo. La experiencia más importante, sin embargo, tomó forma después del golpe de 2002.
¿Por qué?
Dirigí la oficina de comunicación de la Televisión Nacional, Venezolana de Televisión, durante dos años, y luego estuve mucho tiempo en la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), y también a la vez fui viceministro de Comunicación durante tres años. Para entender la comunicación política de Venezuela hay que recordar que uno de los periodistas más cercanos a Chávez, Alfredo Peña, un hombre de gran peso en la prensa de la época, había convencido al comandante de que la mejor estrategia comunicacional era dejarla en manos de los medios de comunicación, de no tener comunicación política. Y durante un tiempo él lo escuchó, hasta que, con el golpe de 2002, en el que participaron todas las empresas de comunicación privadas, decidió prestar mayor atención a los medios estatales y también promover y facilitar la formación de medios alternativos. Peña fue uno de los primeros en traicionar a Chávez. Cuando era alcalde de Caracas envió a la policía a disparar contra los manifestantes en Puente Llaguno.
¿Qué momento atraviesa la revolución bolivariana?
La revolución saca mucha fuerza de la organización popular, dada la gran experiencia política acumulada. Esto le permite tener un pulso concreto sobre lo que está sucediendo. Por ejemplo, precisamente de este período de guerra económica tan dura, en el que la gente sólo podía pensar en sobrevivir individualmente sin preocuparse por sus vecinos, sus compañeros; surgieron las redes comunitarias para cubrir las necesidades. Y esto no involucró sólo a los chavistas, sino también a la oposición que, en las comunidades, actuó con nosotros para resolver necesidades básicas como identificar dónde conseguir medicinas o intercambiar productos alimenticios. La solidaridad ha surgido como una medida para afrontar esta terrible guerra que nos han impuesto y que nos ha permitido avanzar incluso en las peores condiciones.
Según medios europeos, el chavismo está en minoría y la derecha tiene la victoria en el bolsillo. ¿Cómo navegar entre estadísticas y vídeos manipulados para reconocer cómo están las cosas?
La Universidad Internacional de la Comunicación (LAUICOM), dirigida por Tania Díaz, tiene la tarea de multiplicar los ejercicios de evaluación de fotografías y videos, desmantelando las técnicas de manipulación para hacer que 50 personas parezcan 50.000. Recuerdo que en VTV, el entonces ministro de Comunicación, Jesse Chacón, recomendó hacer una toma de todas las manifestaciones desde arriba, porque así era más fácil mostrar la realidad, mientras que encuadrándolas de frente se podía hacer creer que la participación era mayor. Lo que te puedo decir es que la revolución está presente en todas las comunidades del país, y tiene una amplia organización a través de muchas vías: comunitaria, juvenil, organizaciones partidistas, milicias populares, CLAP. Una presencia real y viva en todo el país que, a través del poder popular, nos permite también determinar el comportamiento de los electores. Y, ciertamente, resultan bastante curiosas las estadísticas de la oposición, según las cuales ellos tienen el 80% de la intención de voto, algo que nunca se ha confirmado en elecciones anteriores. Como denunció nuestro presidente, existe una censura precisa por parte de las grandes empresas de comunicación para oscurecer las movilizaciones chavistas, para desacreditar la victoria de Nicolás. Por eso, el comando de campaña del PSUV ha establecido que toda la militancia viralice las imágenes de nuestras movilizaciones.
Los medios y la oposición ya hablan de una «transición» del chavismo hacia un gobierno de derecha. ¿Es este un plan para desconocer los resultados?
La oposición nunca ha reconocido una sola elección, desde 1998, la única vez que guardó silencio fue en 2015, cuando obtuvo la mayoría en el parlamento. La oposición y las instituciones internacionales, empezando por la Unión Europea, que participó en varios procesos electorales en Venezuela, saben que el nuestro es un sistema a prueba de fraude, y que a veces hemos perdido municipios por un voto, y lo reconocimos. Sin embargo, incluso si ganamos por un voto, defenderemos ese resultado.
¿Cómo le explicaría a un joven europeo que el proceso electoral en Venezuela es a prueba de fraude?
Los jóvenes, que están más familiarizados con los sistemas automatizados, tienen más probabilidades de comprender porqué es fiable. El primer elemento es que el sistema de votación es totalmente automatizado, electrónico. Además, para votar debes activar la máquina con tu huella dactilar, si no coincide no podrás votar. Y luego los votos que se recogen en un determinado centro de votación son contados por la máquina, no por una persona. La transmisión de votos no es manual, sino electrónica. Se trata de un software que comprueba cuántos votos hay y para quién, y transmite el recuento digitalmente. El sistema es auditado en todos sus aspectos, antes, durante y después de las elecciones. Los partidos de oposición participan en estas fases con sus técnicos profesionales. No sólo cualquiera puede ingresar a la página del CNE y consultar los resultados, incluso de un pequeño municipio durante años, sino que cada solicitud de recuento manual, realizada a lo largo de los años por la oposición, siempre ha proporcionado una coincidencia exacta con los resultados emitidos.
“Nuestra fuerza es la organización popular”
La oposición siempre ha contado con muchos recursos económicos, que le han abierto puertas a empresas periodísticas de todo el mundo y le han permitido comprar votos. Además, se trata de una oposición muy corrupta, que ha aprovechado la militancia para acumular fortunas personales. Ha salido a la luz una lista de periodistas en nómina no sólo de Estados Unidos, sino también de estos nuevos millonarios producidos por la militancia opositora; incluso políticos de Miami, anticubanos o antivenezolanos, se enriquecen de la misma manera. Para todos nosotros, empezando por el presidente, es válido lo que era cierto para Chávez: el orgullo por nuestro origen popular. Chávez estaba orgulloso del pequeño pueblo donde nació, no quería estar en otro lugar, en otro nivel. Era habitante de Sabaneta, un pueblo desconocido que él dio a conocer al mundo porque siempre hablaba de el con orgullo y amor. Y este es un recurso muy válido para quienes, como nosotros, queremos hacer del mundo un lugar mejor. En la película italiana “La gran belleza”, una monja anciana le dice a un periodista que va a una fiesta de lujo; que ella sólo come raíces, porque las raíces son importantes y no podemos olvidarlas.
Hay un aumento de las violaciones del derecho internacional. ¿Cómo se compensa este hecho en Venezuela, país que sufre la imposición de medidas coercitivas unilaterales ilegales y que ha sufrido el secuestro y tortura de uno de sus diplomáticos, Alex Saab?
En nuestro parlamento se aprobó una ley contra el fascismo, la cual es más necesaria y valiente que nunca. Creo que Europa debería analizar a fondo lo que le sucede, revisar sus políticas, porque es realmente triste que los aliados del pueblo judío, víctima de un genocidio del nazifascismo europeo, son hoy los fascistas del mundo: los que apoyan un genocidio contra un pueblo semítico por parte de un régimen racista, el de Israel, que practica el apartheid contra el pueblo palestino. El avance de la extrema derecha en Europa es muy preocupante para el mundo entero. Parece que se han olvidado de las lecciones del siglo XX, de la primera y la segunda guerra, conocidas como guerras mundiales, pero que en realidad fueron conflictos predominantemente europeos. Y parecen haber olvidado que en el segundo conflicto no hubo sólo una guerra entre Estados, sino también una importante guerra popular, en la que participaron diversas fuerzas que, en Italia, Grecia, Yugoslavia, no sólo luchaban para derrotar al fascismo, sino también por mejores condiciones de vida, por un mundo mejor. Esta parte valiente de la identidad europea está hoy oculta por las reivindicaciones hegemónicas sobre el Sur y también sobre los pueblos de Europa.
En algunas batallas internas de algunos partidos venezolanos se recurre a los tribunales. ¿Qué tienen que ver los jueces con estos conflictos políticos y qué está pasando con el Partido Comunista de Venezuela?
Hubo una dura batalla interna en el PCV, profundas diferencias que llevaron a la división en dos partidos. Creo que sería útil volver a construir un lugar de encuentro, también porque la mayoría de los comunistas no están en ninguno de los dos partidos. En cuanto a la intervención del tribunal, hay que decir que, con la revolución, en el contexto de la defensa integral de los derechos, también se protegen los derechos de los militantes de los partidos, si creen que han sido agraviados y no saben a quién recurrir. Luego pueden recurrir a un tribunal que puede actuar no sólo de acuerdo con la ley, sino también de acuerdo con el estatuto de ese partido en particular. No es la primera vez que esto sucede. Partidos como Tupamaros, Patria Para Todos, Acción democrática, Copei… y, recientemente, el PCV han apelado ante los tribunales.
Existe un foco de tensión en el continente latinoamericano, provocado por la cuestión del Esequibo, el territorio en disputa entre Guyana y Venezuela, en el que las multinacionales estadounidenses están realizando perforaciones. ¿Qué opina sobre esto?
Nuestra posición tiene una base histórica. Denunciamos la apropiación indebida de nuestro territorio por parte de Inglaterra desde hace más de 100 años. No existe constitución venezolana que, desde 1811, no establezca límites territoriales en el río Esequibo. Por el contrario, las reclamaciones de Inglaterra se basan en un laudo arbitral fraudulento que hemos denunciado sistemáticamente como nulo, írrito e ilegal. Por ello, Londres aceptó el Acuerdo de Ginebra que, en 1966, estableció la existencia de una disputa territorial que debe resolverse mediante un acuerdo que reporte beneficio mutuo a las dos partes, y que también fue reconocido por Guyana. Y nos basamos en eso y no apoyaremos la apropiación indebida de nuestro territorio por parte de Inglaterra, cuyo colonialismo tiene mucho que ver con lo que está pasando en Palestina, con lo que pasó con las Malvinas, con el robo a Grecia de los mármoles del Partenón y también con el de nuestro oro, todavía incautado en los bancos ingleses.