“El nuestro es un partido maravilloso que cada día ha construido, desde abajo hacia arriba, esta gran victoria, este gran regalo de cumpleaños para Chávez”. José Vielma Mora, líder histórico del proceso bolivariano, con quien nos reunimos en vísperas de la votación en Caracas, no se equivocó en su predicción. Vielma Mora, diputado electo por el estado Carabobo, miembro de la dirección política del PSUV, del Consejo Político Nacional y coordinador político por el estado Guárico, en virtud de su larga experiencia nos había dicho: «Nicolás Maduro ganará con una brecha significativa con respecto al segundo candidato”. Y así fue. El candidato del pueblo, el candidato de la paz y el diálogo, que ya antes de la votación había anunciado un decreto para relanzar el diálogo nacional y un nuevo consenso; desde el lunes 29, ganó con 51,9% contra el 44,2% del candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Le preguntamos a Vielma Mora cuál era la situación en el estado Carabobo, escenario de repetidos ciclos de violencia por parte de la extrema derecha.
“Hemos hecho un gran trabajo a nivel económico, político y de formación –nos respondió– y ahora ha crecido la conciencia ciudadana, hay una gran comprensión sobre la situación del país, el reconocimiento de la coherencia política del gobierno en defensa y el desarrollo del bienestar del pueblo, el progreso, la integración y la soberanía del país, por eso ahora hay paz y tranquilidad”.
-La acción desestabilizadora de la extrema derecha se ha centrado en las zonas fronterizas y más ricas del país, pertenecientes a la llamada Media Luna Fértil de Venezuela. Y ya, en su momento, Chávez había denunciado intentos separatistas; según el modelo que se intenta aplicar, por ejemplo, en Bolivia. ¿Cuál es la situación actual?
-Fui gobernador del estado Táchira, en los momentos más duros de estos intentos desestabilizadores. Desde entonces, hemos realizado un seguimiento permanente a todo el sector económico-productivo de los estados que como Táchira, Zulia, Falcón, Mérida, Anzoátegui, Carabobo, salvaguardan el tejido industrial al servicio del desarrollo del país, a los puertos estratégicos o aeropuertos que sirven para este desarrollo. Hemos fortalecido políticas públicas capaces de vibrar con el pueblo soberano, que cada día manda y debe asumir cada vez más la gestión de los asuntos públicos. Hoy, la conciencia de nuestro pueblo es sólida, envidiable y tiene un fuerte perfil patriótico, y se destaca como un ejemplo, muy necesario, más allá de las fronteras del país.
-Otro objeto de gran apetito para el imperialismo es el territorio en disputa del Esequibo, donde las multinacionales norteamericanas ya están perforando, desafiando la legalidad internacional. ¿Cómo lo ve Vielma Mora?
-Cuando hablamos del Esequibo, hablamos de un territorio de 159.500 kilómetros cuadrados, que nos fue arrebatado mediante engaños. Para alguien como yo, que soy abogado, fue el acto legal más violento del mundo, cometido contra un Estado que ni siquiera estaba presente cuando otras potencias imperiales decidieron quitarle su territorio. Un acto jurídicamente indefendible, írrito, nulo, considerando que de los 5 árbitros presentes ninguno era venezolano, había dos estadounidenses, dos ingleses y un ruso. Este es nuestro territorio ancestral, existente antes del famoso «descubrimiento» de América. El 2 de agosto de 1498, Colón nombró al río Esequibo en honor a su segundo, el español Juan de Esquivel. Un nombre que los pueblos originarios no sabían pronunciar, y por ello pasó a ser Esequibo. A lo largo de los siglos, más de 150 mapas han atestiguado que el Esequibo es nuestro, ratificados también por potencias coloniales como Gran Bretaña. Y, sin embargo, siguen negándonos nuestros derechos, utilizando los grandes medios de comunicación internacionales y las redes sociales, que pertenecen a grandes corporaciones, interesadas en hacerse con nuestras riquezas. Deberíamos crear una comisión internacional de juristas y periodistas capaces de hacer frente a la arbitrariedad de las grandes potencias, que utilizan las normas jurídicas contra los derechos de los pueblos. Una acción en el seno de la ONU, de la Corte Penal Internacional y de la Corte Internacional de Justicia, para elevar el prestigio de estas instituciones, incapaces de detener los abusos, como vemos con el genocidio en Palestina.
-¿La extrema derecha ha repetido su guion violento?
-No se puede olvidar que la derecha ha sacado a un desconocido diputado suplente y lo ha llevado a juramentarse en una plaza simbólica para la oligarquía, como “presidente interino” de Venezuela, ya que para ellos el presidente elegido por el pueblo no contaba. Hay que recordar también que, días antes de aquella «autoproclamación», el vicepresidente estadounidense anunció lo que sucedería. Y que, meses después, el senador Marco Rubio hizo lo propio, anticipando el sabotaje eléctrico que dejó al país a oscuras durante unos días. Están tan ansiosos por hacerse con el pastel que se traicionan a sí mismos. Pero se encontraron ante un presidente que no perdió la calma y que preservó al país del caos que ellos quieren para poder aprovecharlo. Hoy, sin embargo, saben que, en el contexto internacional, quien gane en Estados Unidos debe trabajar con Venezuela. La derecha está furiosa porque incluso el entorno de Trump ha declarado que Venezuela es más segura que Estados Unidos. No soporta que, tras los acuerdos de Barbados, se produjeran varias reuniones entre la mesa de diálogo del gobierno de Maduro y un grupo de representantes norteamericanos. Están amargados porque tanto Estados Unidos como Europa han bajado parcialmente el tono contra nosotros. A la derecha no le interesa la paz, quiere el caos. Cuando yo era gobernador de Táchira, actuaron inmediatamente después de la primera elección presidencial de Maduro, el 14 de abril de 2013. Ese mismo día desataron las «guarimbas». Comenzaron a incendiar autobuses e instituciones públicas, cobrándose víctimas. Ya estaba todo planeado. Ya todo está decidido en los laboratorios de Washington que construyen escenarios utilizando inteligencia artificial e intentan interferir con la propaganda para distorsionar la realidad de los hechos.
-¿Y cómo fue recibida la consulta nacional para el financiamiento de proyectos comunitarios?
-Como una herramienta más para el ejercicio de la soberanía, la independencia, la igualdad y la libertad. Sólo quienes viven en los territorios pueden saber lo que necesita la comunidad, ciertamente no un burócrata de partido. El presidente dijo que para las comunidades que ya han implementado el proyecto más votado, se procederá a financiar el segundo de la lista. Cuando el pueblo es dueño de su territorio, éste se convierte en su trinchera, y lo defiende de todos los ataques: defiende su felicidad, como cualquiera puede verlo en Venezuela.
-Por estos días se teme que la refinería de Citgo sea puesta a la venta. ¿No se pudo hacer nada en las reuniones con las delegaciones estadounidenses?
-Sé que estamos trabajando muy bien dentro de las mesas de diálogo. Se trata de una cuestión compleja y de gran alcance, que concierne a un gran complejo petrolero, con varias plataformas para transformar el petróleo en queroseno, en gas, que abastece a puertos y aviones. El hecho de que los jueces hayan bloqueado la subasta es porque saben que es una violación a la soberanía del país, al patrimonio de todos los venezolanos, una venta ilegal que va en contra de todos los convenios internacionales. Y también saben que, en Venezuela, para defender nuestra independencia y soberanía, no existen bots y trolls como en la oposición, sino votos emitidos por personas reales, y que una vez más lo demostramos.