Por: Diosdado Cabello
El fascismo, como fenómeno ideológico, político y social, dejó una impronta indeleble en la historia del siglo XX y continúa resonando en las dinámicas contemporáneas de América Latina, y muy particularmente en Venezuela. Este libro colectivo curado por las incansables camaradas Geraldina Colotti y Tania Díaz y escrito por intelectuales orgánicos de NuestraAmérica y Europa se erige como un valioso y necesario esfuerzo por desentrañar las complejidades y determinaciones del fascismo europeo de entreguerras, su evolución a lo largo del siglo XX y su reemergencia transgénica en una infinidad de nuevas formas neofascistas en el contexto latinoamericano actual. Al abordar estos núcleos, no sólo exploramos un capítulo oscuro y negado de la historia de la ideología burguesa occidental y sus mascaradas fascistoides, sino que también reflexionamos sobre las lecciones que debemos extraer para nuestro desafiante presente histórico.
En el periodo de entreguerras, Europa fue un caldo de cultivo para ideologías extremistas y racistas y formaciones estatales genocidas y totalitarias. La devastación tras la Primera Guerra Mundial, la honda crisis económica capitalista de 1929 y la inestabilidad política y social crearon un clima de época propicio para el ascenso de movimientos totalitarios de derecha y ultraderecha. El fascismo, con su retórica pseudonacionalista y su desprecio por la democracia popular, encontró adeptos en naciones como Italia, Alemania, España y otra media docena de países europeos azotados por la crisis económica capitalista europea. Benito Mussolini y Adolf Hitler no sólo prometieron populistamente restaurar la grandeza nacional, sino que también movilizaron a las masas mediante discursos maniqueos, racistas, xenófobos y aporofóbicos que apelaban a la identidad nacional, la tradición conservadora y la violencia revanchista como medios para la chivoexpiación de las propias contradicciones monopólicas capitalistas y la purificación social.
El impacto deletéreo del fascismo no se restringió a Europa; sus ecos impactaron en todo el mundo, y América Latina no fue la excepción. Durante el siglo XX, varios regímenes en la región adoptaron prácticas discursivas, sociales y políticas del fascismo y el nazismo europeo, amalgamando el autoritarismo con el populismo, la persecución y asesinato de comunistas, homosexuales, personas con discapacidades e incluso teólogos de la liberación. Las figuras de Pinochet, Videla, Stroesner y Trujillo, entre otros, todavía mueven a estudios sobre el totalitarismo más psicopático y descarnado.
Sin embargo, el neofascismo del siglo XXI se presenta como un fenómeno aún más complejo y difuso. En un mundo globalizado, donde la información y los capitales ficticios circulan a una velocidad meteórica, los movimientos neofascistas encontraron nuevas formas de organización, propaganda y lavado de cerebros a través de las redes sociales y las granjas de boots. En Venezuela, la polarización política y la crisis económica inducidas crearon un terreno fértil para los discursos y las prácticas de odio que evocan la nostalgia por un supuesto pasado glorioso de la falsa democracia burguesa, tramitando demonizar a las clases históricamente desposeídas y a sus líderes populares. La retórica autoritaria que caracteriza a ciertos sectores de la mal llamada «oposición» en Venezuela puede ser analizada a la luz de las estrategias neonazifascistas, como la creación artificiosa de un enemigo interno para justificar el llamado a una guerra de sanciones imperialistas combinada con una guerra irrestricta que busca atrasar a nuestro país hasta la edad de piedra.
Este libro no sólo ofrece un análisis histórico y geopolítico de estas corrientes, sino que también abre un diálogo crítico sobre las nuevas formas, mecanismos y estrategias geopolíticas, económicas y culturales que adopta el neonazifascismo en el contexto presente. La intersección entre el fascismo, el populismo burgués y el autoritarismo en América Latina es un campo de estudio que merece atención, especialmente, en un momento en que las democracias y gobiernos de raigambre popular enfrentan desafíos económicos, geopolíticos y tecnológicos sin precedentes. La reflexión histórica y profunda sobre el fascismo europeo y su legado permite entender mejor las dinámicas contemporáneas y las amenazas que enfrentan nuestros pueblos y gobiernos.
Los autores, Alessandra Pradel, Alexandra Mulino, Alí Ramón Rojas Olaya, Atilio Borón, Carlos Aznárez, Fernando Buen Abad, Geraldina Colotti, Graciela Ramírez, Irene León, José Garcés, José Gregorio Linares, Luis Delgado Arria, Luis Britto García, Pedro Penso, Tania Valentina Díaz y nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, cuyas miradas pueblan este volumen, abordan los totalitarismos neofascistas desde una diversidad de disciplinas, aportando novedosas perspectivas geopolíticas, sociales, históricas, psicológicas y mediáticas que enriquecen una cabal comprensión del fenómeno. Desde un análisis de la totalidad concreta cada artículo ofrece una invaluable pieza del rompecabezas sobre qué fue, qué es y qué nuevos peligros entraña hoy el fascismo.
Este compendio de miradas críticas busca ser un llamado a la reflexión y al compromiso activo para, primero entender y, luego, neutralizar desde una nueva conciencia y praxis histórica la peligrosa coyuntura neonazifascista con que el Occidente colectivo, desesperado y autoquebrado, está intentando sitiar a todos los pueblos dignos de la región y del mundo. Si en el siglo XX el capitalismo buscó imponer un imaginario nazifascista, en el siglo XXI estamos viendo cómo buscan naturalizar el neonazifascismo cognitivo como nuevo y hasta deseable imaginario social.
El pueblo y el Gobierno Bolivariano de Venezuela vienen dando un ejemplo al mundo de por qué y cómo resistir, efectivamente, de forma democrática y radical la nueva peste neonazifascista. Una nueva creación de laboratorio imperial que pretende arrodillar, mediante la sustracción de la base material y la degradación de la dimensión espiritual, a uno de los pueblos más hermosos, resilientes e irreductibles del mundo.