Desde la poesía la naturaleza, el árbol, el río, se convierten en un espejo donde cada poeta refleja sus emociones más profundas con relación a la figura paterna. La naturaleza es el contexto metafórico
Por: Beatriz Rondón
El lenguaje es como un caudal de río puro, llanero, planetario, que fluye construyendo un puente entre pasado y presente.
Cuando la maleza telúrica/ la pampa vuelve a su corazón de origen/ mi padre entonces se despierta animado/ Cada vez que se va a morir el toro brama/tiemblan las piedras/él entona la canción del alfabeto.
Víspera (El Perro y la Rana, 2024) es un tejido textual complejo que entrelaza la historia con la imaginación y la existencia del autor evocando paisajes y personajes óseos y simbólicos a través de un lenguaje poético personal, pero al mismo tiempo anclado en la realidad y en sus extramuros.
La obra transita entre la memoria y la ficción, creando un espacio donde lo real y lo imaginario a veces se distancian de la voz del poeta, pero mantiene metafóricamente intacta la presencia del Padre, el Maestro José Esteban Ruiz-Guevara, sus pisadas y aventuras, su historial de luchas, gestas que en Federico Ruiz Tirado, son arterias vivas en su escritura: el Padre confinado, el Padre torturado y perseguido, el Padre ausente de los columpios y los juguetes de su infancia, el padre mentor, Bolivariano, decolonial, el de la biblioteca mágica, refugio adolescente del Comandante Chávez.
La naturaleza y sus elementos como el agua, la selva y los animales, no son sólo
Simples escenarios, sino acompañantes que cobija a los hombres en su travesía.
No es casual que Víspera sea un volumen que prestigia, al comienzo y al final, la vida del libro con dos poemas consagratorios al Árbol, escritos por su Padre en prisión. La naturaleza se convierte en un testigo de la historia, pero también en un sujeto hablante que influye en el destino de los seres que allí habitan.
El mundo de Víspera se encuentra en una constante búsqueda de identidad y pertenencia. A través de las palabras, indaga en el pasado y su lugar en el mundo. Son peregrinos que anhelan un refugio en la historia, pero que al mismo tiempo se sienten ajenos dialogando con ella.
También se presenta como una aventura narrativa que combina elementos de la poesía y la novela. El autor explora las posibilidades del lenguaje para crear imágenes vívidas y sugerentes, pero al mismo tiempo construye una trama con personajes y acciones, faenas, batallas cotidianas.
El tiempo es otro elemento fundamental en Víspera. La obra reflexiona sobre la naturaleza del tiempo, su paso inexorable y su impacto en la vida de las personas. El autor crea metáforas y símbolos para representar el paso del tiempo, como el búho, el cedro y los tigres.
Víspera es una obra que provoca una lectura profunda y reflexiva. A través de un lenguaje rico y evocador, explora temas universales como la identidad, la memoria, el tiempo y la naturaleza (humana). La obra se destaca por su originalidad y su capacidad para crear atmósferas surreales.
Río Quemado
No eres ese cuerpo acribillado/
No eres ese muñeco roto/ sobre el metal/
Escucha libre ya el murmullo del río que fue río/ el silbido del pajarito rojo que cuidaste de niño/
Ya no eres pasto de las hienas/ sino el temblor de la brisa por las tardes/
Río Quemado, de Jorge Rodríguez Gómez, (Acirema, 2024) es también un río de palabras hacia el padre: Teje un sensible tributo a su padre, Jorge Rodríguez, asesinado en un tenebroso calabozo durante la IV República. A través de versos breves y conmovedores, el autor dialoga íntimo entre la memoria y la figura del padre, buscando su identidad entre las grietas de una ciudad sin nombre y un retrato desdibujado, ajado en su sonrisa.
Este libro de poemas breves, como punzadas de espinas de cardón, se convierte en un espacio para expresar el dolor de la pérdida y la búsqueda de respuestas ante la mano homicida que lo arrastró a la muerte física, más no política.
En cada poema el padre se erige como una presencia constante, que se va reconstruyendo a través de la memoria.
Cada poema es un fractal de emociones profundas y universales. Río Quemado se suma a la fecunda tradición poética venezolana, alimentándola con una voz propia y una mirada íntima y conmovedora.
Dos libros, dos padres
Desde la poesía la naturaleza, el árbol, el río, se convierten en un espejo donde cada poeta refleja sus emociones más profundas con relación a la figura paterna. La naturaleza es el contexto metafórico. Cada poeta desde su voz propia, propicia el espacio para la transformación desde el paisaje interior a través del tiempo y la experiencia. Ambos poemarios son la anticipación a lo que el tiempo traerá desde la memoria y la reconstrucción de la identidad.