Biden se va atizando guerras y “sanciones”
La transición gubernamental en Estados Unidos pone de manifiesto las peores llagas que abundan en el cuerpo del poder imperial, y reflejan su grado de descomposición. Los que se van del poder están llevando a cabo toda clase de tropelías en los escenarios interno y externo. Y lo mismo puede decirse de los que aún no han arribado a la Casa Blanca.
El presidente saliente, Joe Biden (o quienes lo han manejado durante sus cuatro años de mandato), se está despidiendo con gestos muy propios del sector globalista-belicoso que ha dirigido la política exterior estadounidense desde 2021. Se marcha atizando las guerras y genocidios ya en marcha y tratando de “prender” otros escenarios de conflicto en los días que le quedan en el gobierno.
Biden autorizó al gobierno ucronazi de Volodymir Zelenzky a utilizar misiles de largo alcance contra Rusia, postura en la que fue seguido por Reino Unido y Francia. De esa manera ha elevado la apuesta en una guerra que el llamado Occidente Colectivo tiene perdida desde su inicio.
La administración demócrata también ha alimentado los planes golpistas de la ultraderecha en Georgia, con la finalidad de generar en ese país una nueva versión de Ucrania como cabeza de playa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en sus provocaciones contra Rusia.
En el plano de la guerra multidimensional, Biden también se retira renovando las írritas medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela. En esta oportunidad incluyeron a funcionarios de diversos poderes públicos, en algunos casos lo hacen sin motivo alguno, salvo el inocultable propósito de chantajear a otros personajes, de mayor jerarquía.
Antes de irse, un indulto para su hijo descarriado
Otra de las noticias recientes es especial para los que repiten el discurso publicitario según el cual Estados Unidos es una nación donde impera la ley y hay equilibrio de poderes, razón por la cual la élite de ese país puede dictar cátedra al resto del mundo. A cada paso, eso queda desmentido, pero el mismo mecanismo mediático lo oculta. Algunas veces, sin embargo, eso no es posible. Y uno de esos casos es el indulto que Joe Biden le ha otorgado a su hijo Hunter Biden.
El mandatario saliente dijo que «Desde el día en que asumí el cargo, dije que no interferiría en la toma de decisiones del Departamento de Justicia, y mantuve mi palabra incluso mientras veía cómo mi hijo era procesado de forma selectiva, e injusta”. Pero el pasado 1 de diciembre, Biden dijo que aunque creía en el sistema judicial, «la política ha infectado este proceso y ha llevado a un error de la Justicia».
Añadió: «Una vez que tomé esta decisión este fin de semana, no tenía sentido retrasarla más. Espero que los estadounidenses comprendan por qué un padre y un presidente tomaría esta decisión”.
Hunter Biden se declaró culpable de delitos fiscales a principios de septiembre, y en junio fue declarado culpable de poseer un arma de fuego siendo consumidor de drogas ilegales.
Trump llega amenazando a los BRICS y a todo el mundo
En el otro extremo del espectro bipartidista estadounidense, el presidente electo, Donald Trump, se dedica a hacer toda clase de demostraciones de musculatura, decidido como está a evitar el cada vez más evidente declive imperial.
Una de sus estrategias es designar un gabinete de trogloditas para decirle al mundo que viene dispuesto a todo en su segundo período presidencial.
A países como el nuestro les quiere hacer sentir que volverá el tiempo de la máxima presión, la que tanto daño nos causó en lo colectivo, en lo familiar y en lo individual. Espera causar miedo y desasosiego, aunque lo cierto es que ya las condiciones no son las mismas y Venezuela ha aprendido a enfrentar ese tipo de agresiones.
En su estrategia de amenazar a diestra y siniestra, ya ha anunciado que aplicará políticas proteccionistas contra diversos países. La advertencia más directa en ese sentido es la emitida contra el grupo BRICS. Ha dicho que si osan deslastrarse del dólar como moneda de intercambio internacional, los productos y servicios de las naciones asociadas en ese mecanismo tendrán aranceles de 100 % para ingresar a Estados Unidos.
Luce como una desesperada maniobra de un imperio en decadencia al que el resto del mundo le ha descubierto la más fraudulenta de sus trampas: la imposición del dólar como divisa para las transacciones del comercio global.
Antes de llegar, libre de cargos y culpas
Trump, como era de esperarse, ha criticado el indulto que Biden le otorgó a su hijo Hunter. Al respecto, preguntó «¿El indulto otorgado por Joe a Hunter incluye a los rehenes del 6 de enero, que ya llevan años en prisión? ¡Qué abuso y qué error judicial!».
Trump llama rehenes a sus partidarios que irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 por considerar fraudulentas las elecciones presidenciales de 2020.
El punto es que Trump carece completamente de autoridad moral para criticar las intromisiones de la política en la justicia, pues él mismo fue electo presidente mientras tenía condenas y juicios pendientes por un total de 40 presuntos delitos. Al ganar las elecciones, todos los procesos judiciales quedaron sin efecto. Es que la clase política gringa, en sus más altos niveles, está integrada por puras joyitas.