Por Roberto González Cárdenas
El Sr. Donald John Trump, asumió la Presidencia de los Estados Unidos de América (EE.UU.) el 20 de enero de 2025, con un discurso que fue ampliamente comentado y generó opiniones divididas. Algunas personas elogiaron su enfoque directo y su mensaje de «Hagamos que EE.UU. vuelva a ser grande» (Make América Great Again), mientras que otros criticaron su tono beligerante y sus comentarios controvertidos.
Por ello es importante someter al análisis o examen minucioso y detallado al léxico organizado alrededor del sentido, o significado, de las diferentes palabras utilizadas en su discurso, desde la toma de posesión, hasta el presente y tomar en cuenta cómo son usadas en contextos de lenguaje original, mas cuando repite la frase “sentido común”.
Sin embargo, cuando se indaga para buscar el verdadero fondo de la política agresiva en el discurso de Trump, y de su equipo de trabajo, que ha tomado el camino de la confrontación con países como Dinamarca, Canadá, México, Panamá y ahora Colombia; nos preguntamos ¿ Qué es lo que, realmente, está detrás, de este tipo de discurso…?
El presidente reelecto de los EE.UU., hizo declaraciones sobre la hipotética anexión del Canal de Panamá, Canadá y Groenlandia. Se trata de un proyecto delirante que ya en 1941 aparecía en un mapa trazado por un adepto del movimiento tecnocrático. Por cierto, fue la rama francesa de ese movimiento la que inventó el transhumanismo. El Sr. Joshua Haldeman (prohitleriano y antisemita), abuelo del propietario de X Elon Musk, fue responsable de la rama canadiense del movimiento tecnocrático que tanto defiende el hombre más rico del mundo; gran admirador del ingeniero serbio Nikola Tesla y ferviente adepto del transhumanismo.
Así como también, es de preocupación el verbo que utiliza el Sr. Trump para cumplir con sus promesas electorales, el cual se ha convertido en amenazas con sanciones e intervención militar con tal de obtener el logro de sus objetivos; en especial con respecto a la situación de los migrantes y el envío de deportados encadenados como si fuesen delincuentes, procedimientos realizados por parte del organismo encargado del imperio decadente, y la controversia que rodea las políticas de inmigración del Sr. Trump. Es importante recordar que el trato humanitario a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, es un tema fundamental en la sociedad actual. Es crucial buscar soluciones compasivas y dignas para abordar la compleja cuestión de la migración, especialmente cuando se trata de niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad que buscan seguridad y oportunidades en un nuevo país. Es por ello importante encontrar vías de diálogo y colaboración que permitan abordar estos temas de manera respetuosa y empática hacia aquellos que buscan una vida mejor
En estos primeros días, el Sr. Trump ha amenazado, por los eventos de la deportación de los ciudadanos, a los países que se niegan a recibir de manera denigrante a sus conciudadanos, como el caso de Colombia y México, al informar que tiene lista la cárcel de Guantánamo, para alojar a más de 30 mil migrantes como si fueran criminales, cuestión que ha despertado en la comunidad internacional el más absoluto rechazo, dándole la razón al presidente de Colombia, Dr. Gustavo Petro en protestar y rechazar dichas medidas (le habló duramente a Trump, al gobierno de los EE.UU., diciendo que «no estrecharía la mano de los dueños de esclavos blancos»), como si fuesen delincuentes. Respondiendo el inquilino de la Casa Blanca con la retirada del visado a los miembros del gobierno, e imponiendo un arancel de 25% a los productos colombianos, como muestra de soberbia, de inmodestia, altanería, arrogancia, vanidad, engreimiento, jactancia, pedantería, racismo, alzamiento y presunción; entre muchos sustantivos, que adornan al Sr. Trump, quien además abusa del verbo emocional hacia el presidente Petro por motivos ideológicos. Pero se le olvida al Sr. Trump que en Colombia existen más de 14 bases norteamericanas, en las cuales sus inquilinos, están exonerados de la aplicación de las leyes de Colombia, para ser juzgados cuando muchos de ellos han cometidos delitos graves contra niñas, jóvenes y mujeres colombianas que han sido violadas, quedando estos delitos impunes.
De igual manera, como lo dice el artículo de la revista Geoestrategia.Eu, las duras expresiones contra Trump también provienen ahora de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, después de las amenazas de Washington de imponer aranceles y otras sanciones en caso de negarse a aceptar inmigrantes ilegales, dijo lo siguiente:
“Por alguna razón, las autoridades estadounidenses olvidan que sus bases militares están ubicadas en el territorio de Honduras. Han estado aquí durante décadas. Y no pagan nada por esto. Si las autoridades estadounidenses adoptan una política hostil hacia nosotros, su presencia militar en nuestro territorio perderá todo significado”.
Una de las instalaciones militares estadounidenses clave, no sólo en Honduras sino en toda Centroamérica, es la base aérea de Soto Cano. Allí se encuentra el mando estadounidense de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo. Esta base fue considerada en un momento como uno de los componentes de una posible invasión a Cuba y Venezuela.
Sin embargo, retumba la pregunta: ¿cuál es el verdadero motivo de la confrontación? Y revisando la historia encontramos un viejo proyecto norteamericano llamado: “El Tecnato Norteamericano”, que nunca llegó a existir y el cual fue diseñado para transformar a Norteamérica en una sociedad tecnocrática. El plan incluiría a Canadá, cuyos ricos depósitos de minerales y poder hidroeléctrico se complementaría con la capacidad industrial y agrícola de EE.UU. y la abundancia energética de México.
Este tecnato norteamericano, incluiría toda Norteamérica, América Central, el Caribe, partes de Sudamérica y Groenlandia, comprendiendo 30 naciones modernas, así como varios territorios dependientes. Si este tecnato fuera fundado hoy, contendría aproximadamente 600 millones de habitantes y su área total sería aproximadamente de 26 millones de km², haciéndolo la nación más grande de la tierra. Su territorio se extendería desde el Polo Norte hasta la línea del Ecuador y desde la línea internacional de la fecha hasta el Océano Atlántico, la jornada laboral sería de 16 horas semanales (nos recuerda el discurso de la eficiencia de Elon Musk, Jefe del Departamento de la Eficiencia del gobierno de Trump). No todo el mundo tendría que trabajar pero, aquellos que lo hicieran, empezarían a los 25 años y se jubilarían a los 45, el resto tampoco debía preocuparse. Todas sus necesidades, ya fuera sanitarias, de formación, vivienda o alimentación, estarían cubiertas, el dinero no existiría. El cual será reemplazado por un sistema de certificados energéticos.
Surgen nuevas preguntas: ¿qué pasaría con la democracia como sistema político, a quién se elegiría, quién tomaría las decisiones?
Esta utopía tecnocrática, que surgió posterior a la Gran Depresión en Estados Unidos, y cuyos sonidos se perciben débil y confusamente en lugares como Silicón Valley. El «tecnato» es traído al presente por el Sr. Trump de acuerdo a sus declaraciones, para empezar a implementarse con el gran desarrollo de Inteligencia Artificial, con una nueva compañía llamada Stargate, para desarrollar infraestructura de IA en Estados Unidos, con un aporte de 500 mil millones de dólares y la fusión de OpenAI, Oracle y Softbank , la compañía la cual Trump llamó el “proyecto de infraestructura de IA más grande de la historia”. Aunado a esto, el CEO de OpenAI, Sam Altman, ha instado previamente a los funcionarios de EE.UU. a ayudar en esa expansión de infraestructura para asegurar que Estados Unidos se mantenga por delante de China en la carrera armamentista de IA, dado que se espera que la IA impacte todo, desde la economía hasta las capacidades militares.
Pero el Movimiento Tecnocrático, compuesto por científicos e intelectuales que ideó esta «tierra prometida» en los años 30 y 40 del siglo pasado, ha dejado interrogantes sin respuestas, que hoy siguen siendo pertinentes.
¿Qué es el transhumanismo? El término transhumanismo apareció en 1957 de la mano del biólogo Julián Huxley. Para el británico, los seres humanos debían mejorarse a través de la ciencia y la tecnología. Recordemos el proyecto de Elon Musk del chip cerebral Telepathy, que el empresario asegura que se implantó en un humano, por la empresa Neuralink en la carrera de los chips inalámbricos cerebrales. El procedimiento implica implantar un pequeño chip sellado herméticamente directamente en el cerebro de las personas. Por lo que se entiende como un movimiento cultural, intelectual y científico que afirma el deber moral de mejorar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana, y de aplicar al hombre las nuevas tecnologías, para que se puedan eliminar aspectos no deseados y no es necesario de la condición humana,..
El transhumanismo de Jean Coutrot prefigura el transhumanismo de Elon Musk. El objetivo de Coutrot era utilizar la técnica para ir más allá del humanismo. Para Elon Musk se trata más bien de utilizar la técnica para cambiar al hombre.
En este orden de ideas, todas estas declaraciones nos llevan a preguntar: ¿Cómo va a desarrollar estas “nuevas fronteras”, en caso de anexar nuevos territorios a su Mapa Geopolítico actual?
En el artículo de Thierry Meyssan, (Trump y Musk, Canadá, Panamá y Groenlandia, una vieja historia), nos indica que cuando el movimiento tecnocrático planteaba la anexión de Groenlandia, recordaba que ese territorio es parte de la plataforma continental de Estados Unidos y se basaba en la importancia de sus recursos naturales. En efecto, en Groenlandia existen yacimientos de las llamadas “tierras raras”, así como de uranio, reservas de petróleo estimadas en miles de millones de barriles y grandes reservas de gas natural, antes inaccesibles pero que hoy lo son cada vez menos. Las llamadas “tierras raras” son actualmente casi una exclusividad de China, pero se han hecho indispensables en el sector de la alta tecnología, incluyendo la fabricación de los autos eléctricos de Tesla. Las reservas naturales de Groenlandia no están siendo explotadas debido a la tradicional oposición de la población autóctona de ese territorio, los inuit, que constituyen el 88% de la población.
Hoy en día, Groenlandia es sobre todo una carta estratégica, que permitiría a Estados Unidos controlar la ruta marítima del norte, ahora navegable y hoy bajo el control de Rusia y China. Si Groenlandia cambiara de propietario, eso transformaría la ecuación geopolítica. Es por eso que el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, comentaba: “El Ártico es una zona de nuestros intereses nacionales, de nuestros intereses estratégicos. Queremos preservar el clima de paz y de estabilidad en la región ártica. Observamos muy de cerca la evolución bastante espectacular de la situación pero, hasta ahora, ¡gracias a Dios!, todo son sólo declaraciones.”
Este nuevo mundo tecnológico debía ser gestionado por ingenieros y expertos, que aplicarían estrictamente los principios científicos a los problemas cotidianos.
La idea del «tecnato» se ha mantenido con voz tenue, aun cuando en su página web se puede leer: «tenemos un plan y es viable».
¿Qué queda de sus ideas?
Charmie Gilcrease (actual directora ejecutiva de «Technocracy Inc.), cree que ya vivimos, de alguna forma, en el «tecnato».
«Muchas de las cosas que ellos predijeron en los años 30 se han cumplido -argumenta- fíjate en empresas como Amazon, por ejemplo, que tiene un sistema centralizado de pedidos, que sabe lo que necesitas y cuándo lo necesitas. Se fabrica más cuando las cosas se compran, y menos cuando baja la demanda. El problema es que los beneficios se los llevan una o dos personas, en lugar de ser repartidos entre todos».
Como en los años 30, las nuevas tecnologías han remplazado el trabajo que antes se realizaba por personas. De aquí al 2030, los robots reemplazarán hasta 20 millones de trabajos en sectores como la manufactura, según la consultora Oxford Economics.
Los algoritmos moldean nuestra visión del mundo y los ingenieros buscan soluciones tecnológicas para todos los problemas y circunstancias de la vida: desde comunicarse o llenar el frigorífico, a buscar pareja.
Para reconstruir los Estados Unidos desde una nueva perspectiva de tecnocracia, o de ejercicio del poder por los tecnócratas, cabe precisar al Sr. Trump, bajo cuál Doctrina de Seguridad de los Estados Unidos fundamentaría la creación de ese nuevo mapa imperial dado los planteamientos hechos.
¿Venezuela estaría en la mira, de los planes del Sr. Trump en su proyecto de tecnocracia? Cuando cada vez que se refiere a los recursos energéticos, el Sr. Trump dice: “tenemos las mayores reservas de petróleo del mundo”.