El Gobierno chino hizo un llamado este martes para que se adopten «medidas inmediatas que calmen la tensión» en Oriente Medio, instando especialmente a los «países con influencia especial sobre Israel a asumir sus responsabilidades» y evitar la propagación del conflicto, en una clara referencia a Estados Unidos.
En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, subrayó que el reciente intercambio de ataques entre Israel e Irán «no beneficia a ninguna de las partes» y advirtió que «amenazar y presionar no ayudará a aliviar la situación, sino que solo intensificará las contradicciones y ampliará los conflictos».
«China insta a todas las partes implicadas, especialmente a aquellas con influencia especial en Israel, a asumir sus debidas responsabilidades y tomar medidas inmediatas para calmar la tensión e impedir que el conflicto se expanda», declaró Guo, expresando la «profunda preocupación» de Pekín por el deterioro de la situación.
El portavoz enfatizó que un alto el fuego es «la máxima prioridad» y que el diálogo es el único camino para alcanzar «una paz duradera». Además, reiteró la disposición de China a «mantener una estrecha comunicación con todas las partes y desempeñar un papel constructivo en la reducción de la tensión».
Ante la escalada del conflicto, la Embajada de China en Israel ha recomendado a sus ciudadanos abandonar el país «lo antes posible» a través de los pasos fronterizos terrestres con Jordania y Egipto.
El canciller chino, Wang Yi, mantuvo el pasado sábado conversaciones con sus homólogos de Irán e Israel, condenando los ataques israelíes sobre territorio iraní, que calificó como una «violación de la ley internacional» con posibles consecuencias «desastrosas». Wang reiteró el rechazo de China al uso de la fuerza y defendió la solución diplomática al conflicto, ofreciendo la mediación de Pekín para evitar una mayor inestabilidad en la región.