El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó este martes las conclusiones de su propia comunidad de inteligencia, que en marzo pasado determinó que Irán no está desarrollando un arma nuclear, en una nueva muestra de tensiones con sus agencias de seguridad.
La directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, había declarado bajo juramento ante el Congreso el 26 de marzo de 2025: «La Comunidad de Inteligencia de EE.UU. sigue evaluando que Irán no está construyendo un arma nuclear y que el líder supremo Jamenei no ha autorizado el programa de armas nucleares que suspendió en 2023».
Sin embargo, Trump rechazó abiertamente esta evaluación: «No me importa lo que haya dicho. Creo que estuvieron muy cerca de tenerla», afirmó el mandatario, alineándose así con la postura del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha mantenido una línea dura contra el programa nuclear iraní.
Este nuevo desacuerdo evidencia las continuas fricciones entre Trump y los organismos de inteligencia, reminiscentes de su primer mandato, cuando el presidente los acusaba de ser parte de un «Estado profundo» que supuestamente socavaba su agenda.
Analistas políticos señalan que el rechazo de Trump a las conclusiones de sus propios expertos en seguridad nacional podría complicar aún más el ya tenso escenario geopolítico con Irán, especialmente tras los recientes ataques israelíes contra territorio iraní y las amenazas de represalia.
Mientras tanto, en el Congreso crecen las voces que exigen mayor transparencia sobre las evaluaciones reales del programa nuclear iraní, particularmente de legisladores demócratas que han cuestionado en el pasado las decisiones unilaterales del Ejecutivo en materia de seguridad nacional.