El chavismo ganó en 23 capitales de los 24 estados del país, más el Distrito Capital, donde resultó reelecta la alcaldesa Carmen Meléndez, con el más alto porcentaje que se ha obtenido en una elección competitiva: 86,4 por ciento
En la rueda de prensa de balance sobre los resultados de las elecciones municipales, que han otorgado la victoria plena al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y a los aliados del Gran Polo Patriótico, la alegría era visible en los rostros de todos los componentes del Comando de Campaña Unificado “Aristóbulo Istúriz”, rompiendo incluso la proverbial seriedad del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Pedro Infante, de quien el presidente Maduro se burla bonachonamente.
Jorge Rodríguez, presidente del parlamento y jefe del Comando de Campaña, abrió el encuentro recordando el cumpleaños número 71 del comandante Hugo Chávez, cuya perspectiva continúa orientando las decisiones del gobierno, encaminado hacia la construcción del Estado comunal. ¡Comuna o nada!, había indicado Chávez. La consigna de Hugo Chávez, sigue siendo el horizonte estratégico, apuntando a la construcción de un nuevo tipo de Estado desde abajo, donde la comunidad organizada asuma un rol central en la dirección de la sociedad.
Y en este horizonte deben enmarcarse también estas elecciones, número 33, que han teñido aún más de rojo la geografía territorial del país. En las elecciones del pasado 27 de julio, las candidatas y candidatos del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (Gppsb), obtuvieron el 85 por ciento de los votos por municipios, o sea, victoria en 285 alcaldías. El chavismo ganó en 23 capitales de los 24 estados del país, más el Distrito Capital, donde resultó reelecta la alcaldesa Carmen Meléndez, con el más alto porcentaje que se ha obtenido en una elección competitiva: 86,4 por ciento.
El éxito de la iniciativa “caravana de las soluciones”, que llevó la gestión gubernamental directamente a las comunidades, resalta un modelo de gobernanza que basa su legitimidad en la resolución concreta de las necesidades populares, una política esencial para mantener la hegemonía en el seno de las clases subalternas frente a las promesas vacías del gran capital internacional.
Jorge Rodríguez precisó que la participación electoral (de más del 44 por ciento) aumentó en casi 300.000 votos, en comparación con los comicios de gobernadores. La capacidad del PSUV de movilizar a las masas populares y obtener un apoyo decisivo en las urnas indica que, a pesar de las presiones externas, el gobierno ha sabido salir de las principales dificultades económicas, y el bloque histórico bolivariano mantiene una base social sólida, arraigada en las clases trabajadoras y los sectores más vulnerables de la sociedad.
Un aporte que también indica el entusiasmo de la ciudadanía para escoger proyectos de la juventud en la Consulta Nacional Popular, y la elección de muchos jóvenes a cargos municipales. Rodríguez aclaró que el 80 por ciento de los resultados de los proyectos ya están cargados. Aseguró la importancia de reforzar y empoderar más a los Circuitos Comunales como verdadero elemento vivo de organización territorial.
“Por supuesto que las Comunas están mucho más vivas que las parroquias, las parroquias son una loquera que viene de los tiempos de la colonia. Las Comunas y circuitos comunales están mucho más organizados, no solo según el territorio, sino también en la expectativa y los objetivos que tiene esa población”.
De estas elecciones se evidencia cómo la juventud y el poder popular son los motores de la revolución bolivariana. Un aspecto crucial destacado por el diputado Gustavo Villapol que, en su redes sociales, ha definido la victoria de la juventud como una de las tres razones de alegría en el cumpleaños del Comandante, además de la victoria electoral y la posibilidad de encuentro en democracia que se abrió con la oposición en los territorios.
El apoyo juvenil al proceso bolivariano muestra la identificación con su propuesta de transformación social, que busca ofrecer alternativas a la precariedad y la falta de oportunidades que el capitalismo, especialmente en su fase neoliberal, tiende a generar. En este sentido, las consultas populares sobre proyectos comunitarios representan un pilar del poder popular. Son un mecanismo para democratizar la gestión estatal, trasladando parte del control sobre los recursos y las decisiones a las bases. Un paso más hacia la construcción de una democracia participativa y protagónica, que busca superar las limitaciones de la democracia burguesa representativa, donde el poder reside formalmente en el pueblo, pero de facto es ejercido por las élites.
Para Rodríguez, dichos resultados demuestran que el pueblo de Venezuela quiere tener gobernantes que resuelvan y mantengan la paz: “Actualmente -dijo-la política se expresa mucho por el pragmatismo, es decir, la gente quiere gobernantes que le resuelvan los problemas, que mantengan la paz y le recuperen la economía. Y ahora que estamos en un proceso de recuperación – subrayó -, es Maduro el que está diciendo ahora vamos a la construcción de la prosperidad y lo vamos a lograr”.
En ese escenario -analizó Rodríguez- surge una nueva interlocución con la oposición que se ha desmarcado de los grupos extremistas de la ultraderecha y obtuvo el 15 por ciento de las alcaldías. Puntualizó que las 50 alcaldías que quedaron al mando de la oposición, “deben entender que fueron elegidas para un tiempo nuevo”. El panorama electoral fotografía la mutación ocurrida en las filas de la oposición “que tiene los votos, porque los otros lo que tienen son fantasmas”, sostuvo.
También afirmó que, con los resultados de los comicios, partidos de derecha como Primero Justicia y Voluntad Popular murieron, mientras que la Alianza Democrática, Fuerza Vecinal y el partido Vamos Cojedes resultaron ser las primeras fuerzas políticas opositoras, al alcanzar la mayoría de las 50 alcaldías conquistadas por la oposición. Asimismo, Rodríguez reconoció al gobernador de Cojedes, Alberto Galíndez, quien con candidatos de su partido Vamos Cojedes logró conquistar todos los municipios de esa entidad. Galíndez -dijo- es un dirigente que ha elegido distanciarse de la actividad desestabilizadora del partido al que pertenecía, Primero Justicia, para fundar una fuerza territorial que ahora tiene visibilidad nacional.
Esta nueva oposición, añadió Rodríguez, persigue objetivos muy diferentes a los del socialismo bolivariano, pero con la que se podrá confrontar en base a las reglas de la democracia directa y a los resultados, llamándola a medirse en los proyectos votados por el pueblo a nivel territorial.
“El presidente Maduro lo dijo, los invitó a trabajar juntos y los invitó al Consejo de Gobierno. Atiendan al clamor del pueblo – recomendó Rodríguez – A esa nueva oposición que nació ayer le tendemos una mano para el trabajo, y sepan que los vamos a adversar. Nosotros somos la fuerza política más grande, poderosa y organizada y unida que ha existido, esa es la clave del chavismo, todas las coyunturas nos han encontrado unidos”, enfatizó.
A la oposición golpista, que sigue ladrando contra «la dictadura» en los medios internacionales, le queda un escenario artificial de entrevistas y amenazas, desmentido por la realidad del país e incluso por la geografía de una derecha moderada que ha decidido liberarse de sus partes más extremas e impresentables.
“En el futuro veremos una forma de democracia más viva, vigorosa, activa y basada en la consulta, y no basada en el ‘vota por mí que yo voy a hacer esto’. Por eso nosotros dijimos: Vota por nosotros que es como votar por ustedes para que todos juntos resolvamos”.