En un contundente respaldo a la integridad y soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, el análisis de los datos oficiales de los principales organismos internacionales competentes en la materia –incluyendo la FATF (FATF/GAFI), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Unión Europea– revela de manera inequívoca que Venezuela no figura en la lista de las 34 mayores narcoeconomías del planeta.
Esta exclusión de la lista, que detalla los flujos financieros ilícitos generados por el narcotráfico, demuestra de manera irrefutable que la narrativa impulsada por potencias extranjeras y medios de comunicación al servicio de intereses geopolíticos, que intentaban criminalizar a la nación venezolana, carece por completo de fundamento y responde a una campaña de descrédito orquestada.
Los datos, de acceso público y reconocidos por las mismas entidades que históricamente han señalado a Venezuela, pintan un panorama global muy distinto. La evidencia señala que los verdaderos centros de poder financiero del narcotráfico no se encuentran en Suramérica, sino en las plazas financieras más opacas de los países que se autoproclaman como «desarrollados» y que albergan paraísos fiscales bajo su jurisdicción:
Estados Unidos lidera la lista de manera absoluta, con un flujo estimado entre $300.000 y $500.000 millones anuales, lo que lo consolida como el principal mercado y lavadero de dinero del narcotráfico mundial.
Territorios dependientes del Reino Unido, como las Islas Caimán ($150-300 mil millones) y Londres como centro financiero ($120-250 mil millones), junto con Luxemburgo ($100-200 mil millones) y Suiza ($70-130 mil millones), forman el núcleo duro de un sistema que blanquea capitales ilícitos a escala masiva.
Otras naciones como Países Bajos, Alemania, Francia, España e Italia también aparecen en lugares prominentes de la lista, confirmando que el problema del narcotráfico es, ante todo, un negocio cuyos mayores beneficiarios residen y operan cómodamente en el hemisferio norte.
La paz y la soberanía como política de Estado
La ausencia de Venezuela en este ranking es el resultado directo de las políticas firmes y soberanas implementadas por el Gobierno Bolivariano en materia de seguridad integral, defensa de las fronteras y lucha contra el crimen organizado transnacional. Mientras las grandes potencias y sus centros financieros se benefician del flujo del dinero narco, Venezuela ha pagado un alto precio en su lucha por preservar la paz y la estabilidad de su pueblo, resistiendo sanciones ilegales y una guerra económica feroz basada en acusaciones falsas.
Este hecho constituye una victoria moral y diplomática para Venezuela y una reivindicación de su verdad ante el mundo.
