MSc. Soc. Ingrid Carmona
@ingridccarmona
Se hace necesario hablar de los elementos para la paz, considerando que estamos en un mundo convulso y complejo, donde la realidad real es diluida por escenarios que construyen “realidades superpuestas”, todas basadas en intereses subterráneos. Construidas a partir del carácter geopolítico y de la política interna de los países, con condiciones caracterizadas principalmente por sus recursos naturales, energéticos y espaciales; lo cual obliga a entender y construir los contextos necesarios para transitar de forma autodeterminada, digna, humana y soberana ante los cambios de era y de Nuevo Orden Mundial.
Es por ello que, la complejidad de estos escenarios, de reconfiguración hegemónica del sistema mundial, obliga a la readecuación, la revalorización, el reajuste interno y la reprofundización de la Revolución Bolivariana, desde todos los ámbitos sociopolíticos y socioestratégicos, siendo el Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV, una herramienta orgánica y filosófica substancial, obligado a afinar sus capacidades disruptivas ante los nuevos desafíos.
Los días 11 y 12 de septiembre, se llevará a cabo la Segunda Plenaria Extraordinaria del PSUV, donde la militancia debatirá el rol trascendental del Partido ante las amenazas guerreristas, la paz, la defensa de la soberanía, el Estado Comunal, su fuerza orgánica y de maquinaria electoral para enfrentar junto al pueblo venezolano amenazas y desafíos.
Es en estos escenarios y ante la coyuntura actual, que los militantes del Partido de Gobierno PSUV, tienen el reto de comprender, diagnosticar y construir métodos que permitan fortalecer la orgánica como parte del conjunto coherente, dispuesto y apto para la inclusión, el reconocimiento, la ruptura de la atomización interna en algunos niveles de las partes que lo componen, adecuar el funcionamiento ideológico y práctico coordinado. Así como, enfrentar la erosión psicológica, el asedio, las amenzas, el fortalecimiento de la cotidianidad en conjunto a las políticas del Estado – Gobierno, la vigorización de la identidad venezolana como eje transversal de nuestra determinación, irreverencia, rebeldía, compromiso y acción.
De igual manera, potenciar su arraigo como el Partido mejor organizado, constituido para la praxis política, más grande de Nuestra América y punta de lanza de la Revolución Bolivariana, inspirado en el Libertador Simón Bolívar y en el comandante Hugo Chávez, reafirmando la Unidad Monolítica y capacidad de amalgamiento social.
El partido tiene el deber de acompañar los procesos de engranaje de la sociedad venezolana a través de su militancia, subordinado a la política de Estado y adherido a las instancias creadoras del pueblo, fortaleciendo el Poder Popular, convirtiéndose en el catalizador filosófico y motor ideológico de la acción colectiva.
Le corresponde al PSUV, en este momento histórico, impulsar el rol protagónico del Poder Popular, consolidar el pensamiento y la acción bolivariana en las diferentes instancias territoriales, colectivizar las acciones generadoras de la defensa en todas las trincheras para la paz y profundizar el accionar revolucionario. El PSUV como génesis transformadora para el fortalecimiento del pensamiento colectivo donde la paz, la resistencia, la avanzada son parte del accionar diario.
“…el PSUV unido con pasión, Retoma el sueño del Libertador, y lo encarna, alza su vista, va construyendo la patria socialista. Somos millones, una sola voz. Un pueblo libre en revolución. Somos presente, el gran mañana, Vamos forjando la patria soberana…”