En un país supuestamente democrático, golpean brutalmente a ciudadanos por manifestar su derecho a elegir ser libres e independientes. Así transcurre el referéndum Catalán, mientras el pueblo asiste a los colegios electorales a votar, la Guardia Civil irrumpe y desaloja violentamente los centros.
El gobierno de Mariano Rajoy calificó el plebiscito de ilegal y desplegó a las fuerzas policiales adicionales para impedir que el referéndum se celebre. Según el medio Nación Digital, ya se han reportado más de 40 casos de brutal represión en los colegios electorales y en las calles. También han confiscado todas las urnas electorales tras su paso. Según una orden judicial emitida por el gobierno español, las fuerzas de seguridad están obligadas a desalojar y cerrar todas las instituciones educativas y edificios públicos que se usen como punto de votación del referéndum de autodeterminación, lo que ha permitido que se desate una brutal represión por parte de la policía al pueblo catalán que solo desea manifestar su derecho a elegir ser libres y soberanos.