“2024 ha sido un año bonito que presagia para 2025 tiempos mejores en donde seguiremos hacia adelante, porque somos un pueblo redentor que lleva el mensaje de amor, vida, honestidad y renacimiento permanente”.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en su mensaje navideño presagió un período de prosperidad para el año 2025 y aseguró que “el pueblo venezolano es un pueblo redentor que lleva el mensaje de amor, vida, honestidad y renacimiento permanente”.
Recordó que Jesucristo, el redentor, “anda con la gente sencilla, y a su lado vive con ardor”.
Rodeado de niños, jóvenes creadores y personajes populares como Pacheco, junto con la primera combatiente, Cilia Flores, el jefe de Estado festejó la Navidad, con alegría, poesía, canciones y el jubileo decembrino.
“Vamos a Belén a ver cómo nace el niño Jesús, en un pesebre humilde, el niño Jesús de Palestina” -dijo recordando que el mesías nació en un territorio hoy asediado por bombas y muerte.
Recordó que al convertirse en hombre, Jesús transformó a la humanidad. “Él nos trae como regalo sus bendiciones, su amor y su protección; a todo el pueblo de Venezuela. ¡Que esta Navidad sea un reflejo de amor y unión, poesía, cuatro y tambor”.
“Podemos decir que el año 2024 fue de victoria para el pueblo de Dios de Venezuela, de la justicia, de la igualdad, del amor”. Y presagió la llegada de tiempos mejores. “Se cumplirá la palabra profética y 2025 y los años que están por venir, son tiempos milagrosos para nuestra patria Venezuela”, dijo recordando que en su última proclama el Libertador Simón Bolívar invocó al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como su fuerza protectora.
Pretensiones imperialistas sobre el canal de Panamá
Donald Trump ha pedido la devolución del canal de Panamá, alegando que el país cobra tarifas muy altas por el cruce de navegación y además hace negocios con los chinos, por lo que amenazó con exigir la devolución de la vía interoceánica, exigencia rechazada por el mandantario venezolano.
“Omar Torrijos demolió la última estaca del colonialismo en suelo panameño. Sentimos a Torrijos, como el más grande bolivariano nacido en Panamá (…), el hombre que rescató la dignidad y la independencia. Él dijo: “De pie o muertos, pero nunca de rodillas”.
El presidente Torrijos, fallecido en un accidente aéreo, negoció los Tratados Torrijos-Carter en 1977, que devolvieron el control del Canal de Panamá a su legítimo dueño: el pueblo panameño.
Por su parte, el presidente de la nación caribeña, José Raúl Mulino, rechazó la posibilidad de dialogar con Estados Unidos sobre el Canal de Panamá y negó categóricamente la existencia de soldados chinos o de cualquier otra nacionalidad en el canal interoceánico, precisando que la relación de Panamá con China es respetuosa y basada en intereses comunes.
El Canal de Panamá facilita el tránsito de aproximadamente el 5% del comercio mundial. Permite a los barcos navegar entre el Océano Pacífico y el Atlántico sin tener que rodear el extremo sur de América del Sur, lo que ahorra tiempo y costos significativos.
Históricamente, el canal ha sido visto como una ruta estratégica para las fuerzas navales. Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, su control fue crucial para la movilidad de las flotas navales de Estados Unidos.
Los ingresos generados por el canal son cruciales para el desarrollo del país y su estabilidad económica.
La transferencia del control del canal de Estados Unidos a Panamá en 1999, bajo los Tratados Torrijos-Carter, fue un hito significativo en la historia de Panamá que consolidó la soberanía panameña y marcó un cambio en la dinámica geopolítica de la región.
Con la creciente influencia de China en la región, el canal se ha convertido en un punto de interés estratégico. La competencia por el control y la influencia en esta infraestructura es un reflejo de las tensiones geopolíticas actuales.