Conviene plantear un tema de fondo en relación al “caso afgano” ¿Que es construir el socialismo en un país extremadamente atrasado? ¿Era posible en abril de 1978 para el pequeño partido comunista afgano plantear razonablemente una ruta acelerada hacia el socialismo en uno de los países más atrasados del planeta, que tras 20 años de dominio imperialista lo sigue siendo?
En 1969 la UNICEF señaló que la tasa de mortalidad en menores de 5 años era la mayor del mundo, 380; la tasa bruta de mortalidad era de las mayores del mundo, 30; la esperanza de vida de 33 años, como la especie humana de hace 2 mil años; en 1960 solo el 2 % de las niñas acudían a la escuela; en 1970 solo el 2 % de las mujeres estaban alfabetizadas. Sus relaciones sociales de producción eran primitivamente feudales, basadas en lazos tribales.
Pensar en la existencia de una pequeña clase trabajadora en un país sin industria era impensable. Lo más parecido a la industria era el pequeño artesanado. El país era agrícola, de subsistencia en condiciones de alta montaña en una gran parte de su territorio. El socialismo es un modo de producción que supera al capitalismo y se asienta en una clase trabajadora, la propiedad social de las fuerzas productivas y, cuando hay condiciones, en la alianza obrero-campesina como puede que esté pasando hoy en China, vecina por cierto de este país.
Afganistán supera en atraso a todos los países latinoamericanos por poco desarrollo que tenga su base productiva. La ciencia social (marxismo) asevera que un modo de producción no desaparece de la historia hasta que no ha dado de sí toda la capacidad productiva que lleva en su interior ¿Significa que a Afganistán le toca el largo camino de salir de la feudalidad para desarrollar el capitalismo y luego adentrarse en el socialismo?
La experiencia de esa región del mundo da la razón a Lenin, quien señaló que la manera de evitar ese tortuoso sendero de desarrollo es aprovechar los avances tecno-industrial-científicos aportados por una potencia socialista más avanzada. Los avances industriales de la URSS sirvieron a los países ganaderos tribales atrasados de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán para hacer ese salto histórico. ¿Querrá la potencia socialista china asumir esa tarea de desarrollar las fuerzas productivas afganas para abrirle una opción socialista?
China respeta la soberanía de los pueblos del Sur con quienes se relaciona económicamente. Y no parece que los retrógrados talibanes vayan a tomar ningún rumbo “socialista” ¿O quizá las condiciones les impongan interpretar de manera socialista algunas suras del Corán como ya ocurrió en diversas experiencias socialistas en tierra musulmana (Argelia, Libia, Egipto, Yemen del Sur, Siria, Iraq)? Lo dudo. En todo caso es impropio referirse al gobierno democrático y revolucionario de los comunistas afganos (1978-1992) como “régimen socialista”. Su gobierno, descrito por ellos de “obreros, campesinos, intelectuales ilustrados y progresistas, artesanos, la pequeña burguesía y los capitalistas nacionales”; intentó modernizar el país agredido por el imperialismo. En los países capitalistas desarrollados se dan las condiciones objetivas para socializar las amplias fuerzas productivas. El problema es que las subjetivas son inexistentes porque el dominio ideológico y militar burgués es total. Esta dialéctica compleja debe ser estudiada por quien aspire a cultivar la ciencia de la Revolución y del socialismo. Leamos los brillantes aportes del venezolano J.R. Núñez Tenorio al respecto.
Por: José Antonio Egido