1.- UNA CRISIS ECONÓMICO-SOCIAL QUE AFECTA A LOS PUEBLOS. Según la ONU en el año 2022 la Deuda Pública Mundial ascendió a 92 billones de dólares. Esto se traduce en 3.300 millones de personas que viven en países donde el pago de los intereses de la deuda es superior a la inversión social. En efecto, mientras en 2011 existían 22 países con altos niveles de deuda pública, en el año 2022 el problema se agravó y 59 países se encuentran en esa situación. Lamentablemente, en el Informe «Un Mundo de Deuda, Un Peso Creciente para la Prosperidad Mundial», la ONU alerta que 19 países invierten más en el pago de intereses de la deuda pública que en educación y 45 invierten más en el pago de la deuda pública que en sanidad. Para colmo de males, ese Informe sostiene que los países en vías de desarrollo afrontan un costo desigual en materia de endeudamiento. Por ejemplo, para África los costos de endeudamiento es 4 veces superior a EE.UU. y 8 veces superior que el de economías europeas avanzadas como la de Alemania. En fin, las actuales relaciones internacional se estructuran para mantener la opresión política, la dominación cultural y el saqueo de los pueblos. El capitalismo neoliberal enmarcado en un orden internacional de carácter unipolar, conllevó a la humanidad a una crisis multidimensional.
2.- BRICS. La población del grupo BRICS asciende a 41,5 % de la Población Mundial. Todas las economías de los países que lo integran se encuentran dentro de las diez primeras del mundo. De hecho en el año 2022, según Acorn Macro Consulting de Reino Unido, el PIB combinado de los BRICS alcanzó 31,5% del PIB Global mientras que el PIB combinado del G-7 llegó a 30,7% del PIB Global. Salvo Brasil, en materia militar todos los países de los BRICS poseen armas nucleares y dos de ellos tienen un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de ONU. Adicionalmente, el grupo BRICS conformó el Nuevo Banco de Desarrollo, construye un disruptivo sistema económico-financiero, se traza una moneda común y proyecta su ampliación en el futuro cercano. Los BRICS son un importante paso hacia una nueva situación geopolítica caracterizada por un mundo multicéntrico y pluripolar.
3.- BRICS y la Geopolítica de los Hidrocarburos. Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Argelia, Argentina, Nigeria, México, Venezuela, Bolivia, Egipto, Turkiye e Indonesia son algunos de los países que se han trazado ingresar al grupo. Todos los países nombrados tienen importantes potencialidades energéticas, ocho son parte de la OPEP y tres poseen importantes reservas de litio. Por ejemplo, en junio 2023 Arabia Saudita es el segundo productor mundial de petróleo con 9.998.000 barriles diarios, según la OPEP. La ampliación de los BRICS tendrá una trascendental dimensión energética que se vinculará con la OPEP+, donde Rusia ya participa con la fortaleza derivada de ser el tercer productor de petróleo del mundo.
4.- NUESTRA AMÉRICA ANTE LOS BRICS. Nuestra región tiene 660.3 millones de personas, lo que representan el 8,3% de la población mundial. El PIB combinado de América Latina y el Caribe, según el FMI, asciende a 5,26% del PIB Mundial. En sus territorios se encuentra el Canal de Panamá, la Amazonía, reservorios de agua dulce, la principal reserva de petróleo del mundo y el Triángulo del Litio. En síntesis, las potencialidades derivadas de sus recursos naturales, sus puntos geo-estratégicos y su oleada de gobiernos progresistas o revolucionarios, le otorgan a Nuestra América una indudable importancia en la disputa geopolítica actual.
5.- UNA REFLEXIÓN FINAL. El fortalecimiento de los BRICS concreta cambios significativos en las relaciones internacionales. Aunque no representa una alternativa anti sistémica, la esperanza cobra fuerza inusitada con la emergencia de un mundo multicéntrico y pluripolar. Es indudable que esto podría contribuir a forjar alternativas en función de nuevos modelos de convivencia humana. Para Nuestra América sería clave que sus liderazgos aborden la relación con los BRICS desde la unidad latinoamericana y caribeña con el objeto de subsanar las debilidades de una negociación por cada país. La CELAC podría ser un instrumento para tal fin. En el mundo de hoy, el sueño bolivariano cobra especial trascendencia para Nuestra América. En Bolívar nos Encontramos Todos…