La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC se erige en piedra angular para que la región pueda avanzar sin mayores traspiés en un futuro lleno de desafíos, que incluye además diversos aparatos trabajando justo para demoler esta experiencia, creada en 2011, con clara orientación desde los intereses de nuestro continente como elemento de primer orden.
De hecho, vale destacar la vigencia del mensaje que en su momento daría el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, en el marco de la reunión de cancilleres en julio de 2021 con sede en México y en torno a la celebración del Natalicio del Padre Libertador Simón Bolívar.
Tomando pulso al desafío histórico de la unión, el Presidente mexicano expresó:
“La lucha por la integridad de los pueblos de nuestra América sigue siendo un bello ideal. No ha sido fácil volver realidad ese hermoso propósito. Sus obstáculos principales han sido el movimiento conservador de las naciones de América, las rupturas en las filas del movimiento liberal y el predominio de Estados Unidos en el continente. No olvidemos que casi al mismo tiempo que nuestros países se fueron independizando de España y de otras naciones europeas, fue emergiendo en este continente la nueva metrópoli de dominación hegemónica.
Durante el difícil periodo de las guerras independentistas, inaugurado por lo general alrededor de 1810, los gobernantes estadounidenses, con óptica enteramente pragmática, siguieron los acontecimientos con sigiloso interés. Estados Unidos maniobró en diferentes tiempos conforme a un juego unilateral: cautela extrema al principio, para no irritar a España, Gran Bretaña, la Santa Alianza, sin obstaculizar la descolonización, que por momentos se veía dudosa; sin embargo, hacia 1822, Washington inició el reconocimiento rápido de las independencias logradas a fin de cerrar el paso al intervencionismo extracontinental, y en 1823, al fin, una política definida.
En octubre, Jefferson, progenitor de la Declaración de Independencia y convertido para entonces en una especie de oráculo, dio respuesta por carta a una consulta que sobre la materia le hiciera el presidente James Monroe. En un párrafo significativo, Jefferson dice: “Nuestra primera y fundamental máxima debería ser la de jamás mezclarnos en los embrollos de Europa. La segunda, nunca permitir que Europa se inmiscuya en los asuntos de este lado del Atlántico”. En diciembre, Monroe pronunció el famoso discurso en el que quedó delineada la doctrina que lleva su nombre.
La consigna de “América para los americanos” terminó de desintegrar a los pueblos de nuestro continente y destruir lo edificado por Bolívar. A lo largo de casi todo el siglo XIX se padeció de constantes ocupaciones, desembarcos, anexiones y a nosotros nos costó la pérdida de la mitad de nuestro territorio, con el gran zarpazo de 1848.”
Hoy, en un mundo convulso y donde la sociedad internacional basada en reglas ha sido despedazada por la voluntad unilateral de quienes pretenden negar la irrupción de nuevos elementos, nuevos bloques de poder, nuevos caminos para el desarrollo económico, social, político y cultural de las naciones, la CELAC se convierte en una oportunidad concreta, real de avance.
Por ello es que en Caracas se ha desarrollado una promisoria agenda de trabajo con las Ministras, Ministros y Altas Autoridades de Ciencia, Tecnología e Innovación de esta instancia latinoamericana, contando con las palabras de bienvenida del Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, y la intervención del Presidente Pro Tempore de la CELAC y Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
El objetivo fundamental de esta reunión realizada en Caracas es la formación de espacios de diálogo especializados, con un enfoque solidario y cooperativo que promueva el intercambio de saberes y la actividad científica que conduzca a una articulación regional para solucionar problemas compartidos; respetando los valores, los principios éticos y la preservación, junto a la conservación del planeta.
La misma es el producto de la declaratoria de los países miembros de la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 24 de enero de 2023, donde nuestro país planteó la creación de un Centro Latinoamericano y Caribeño de Investigaciones Aplicadas de Ciencias y Tecnología.
Se trata de una iniciativa relevante basada en la concreción de esfuerzos que den bases sólidas a estos espacios de unión, a partir del tratamiento de asuntos que de suyo afectan positivamente a los pueblos, siendo la Ciencia y la Tecnología vitales para lograr librarnos de amarras coloniales que nos hacen depender demasiado de centros de poder mundial, limitándonos al mundo de la provisión eterna de materias primas y en un marco donde liberar las fuerzas productivas y nuestras capacidades, de manera diferenciada y sin unidad alguna, es un asunto cuasi imposible.
Es evidente que la posibilidad de juntar esfuerzos en los avances científicos y tecnológicos desde la potencialidad regional es una de las aristas esenciales para el logro del objetivo del desarrollo y bienestar de los pueblos latinoamericanos, teniendo en cuenta la dinamización de nuestras potencias y compartir experiencias en una agenda viva de cooperación permanente.
Durante su intervención el Presidente Nicolás Maduro enfatizó esto:
“Este siglo XXI, desde el punto de vista geopolítico y geoeconómico, cada vez está más cambiante, más movido, la pugna por un mundo nuevo sin imperios, sin hegemones, por un mundo de pueblos independientes, soberanos y libres, la pugna por un mundo de cooperación, sin guerras, de paz, cada vez es más intensa. Lo que podemos observar, sobre todo luego de la pandemia y de los acontecimientos presentes, es que cada vez con mayor fuerza se manifiesta el surgimiento de un mundo nuevo, de un mundo sin imperios, sin hegemones, de un mundo multipolar, multicéntrico, pluripolar, de un mundo donde todos podamos vernos en términos de igualdad, donde todos logremos que se nos respete en nuestra identidad política y cultural.
(…) Son muchos temas que hay que trabajar, pero yo me atrevo ante ustedes, a proponer que de este encuentro salga la propuesta, la arquitectura organizacional y la agenda de temas prioritarios para que desde la CELAC, más temprano que tarde, con el apoyo de los 33 países, fundemos el Centro Latinoamericano y Caribeño de Investigaciones Aplicadas de Ciencias y Tecnología para nuestros países y pueblos, donde podamos articular todos los avances con una agenda de prioridades que ustedes sabrán establecer. La ciencia y la tecnología tienen que estar al frente de los proyectos de construcción de nuestro continente, la ciencia, la tecnología y la innovación aplicada tienen que estar al frente de la búsqueda de soluciones a los ingentes problemas que han surgido del cambio climático, las afectaciones diversas que hay para el clima, para la agricultura, para la salud. Cuando se dice de la emergencia climática que ha llegado con el cambio climático, lo que va a tender es a empeorar en los años por venir, sin pretender convertirnos en profetas del desastre, sino decir la verdad que emana de los estudios científicos y de la realidad, del comportamiento alocado, extremo, del clima, la ruptura del equilibrio ecológico de nuestro planeta, que sufrimos bastante los pueblos del sur.
(…) La investigación de la ciencia, la tecnología y la innovación aplicada a la producción de alimentos, al rendimiento por hectárea de los alimentos fundamentales que necesitan nuestros pueblos; el desarrollo de la investigación, de la ciencia, la tecnología y la innovación aplicada a la salud, a la educación, al desarrollo de la industria, a la robótica, a la llamada inteligencia artificial y al desarrollo del mundo digital, estoy seguro que si cada uno de nosotros en nuestros país, uniendo esfuerzos de nuestros científicos, científicas, de nuestro innovadores y tecnólogos, América Latina y El Caribe muy pronto se pondrá a la velocidad y altura de este siglo XXI.
Estoy seguro que algunos dirán que son sueños y utopías, pero son sueños y utopías concretas para transformar la realidad de nuestros países, para enrumbar los caminos de nuestros pueblos, para avanzar en la construcción de la verdadera independencia, la independencia del conocimiento, la independencia cultural, la independencia científica y tecnológica, que es la verdadera independencia del siglo XXI. Al final del camino, la independencia se marca por la capacidad que tengamos de vivir sin depender de nada ni nadie, sin ser chantajeados o tratar de ser sometidos por nada ni nadie bajo ninguna circunstancia.”
Varios temas fueron abordados en diversas áreas de conocimiento como salud, Soberanía Agroalimentaria, TIC e Inteligencia Artificial, Energía, Crisis Climática y la Amazonía, las cuales fueron abordadas en las mesas de trabajo de este encuentro.
Por supuesto que las concreciones pasan a ser ahora el nuevo elemento de desafío luego de este primer encuentro, teniendo que esta reunión ha avanzado un conjunto de hasta 63 propuestas que serán objeto del proceso de discusión a nivel de Jefes de Estado, logrando los acuerdos necesarios y las hojas de ruta que los mismos vuelvan esenciales para el bienestar de nuestros pueblos, considerando como un eje articulador la posibilidad de crear un Centro Latinoamericano de Investigación Científica, como ha propuesto la República Bolivariana de Venezuela..
Este encuentro contó con el espaldarazo de San Vicente y las Granadinas que ejerce la Presidencia Pro Tempore de la CELAC, y que a través de su Primer Ministro Ralph Gonsalves manifestó los elementos fundamentales del reto que tenemos por delante, incluso llegando a apoyar la creación de una Secretaría General de carácter permanente:
“En nuestro caribe, en nuestra América Latina, o como metafóricamente decía José Martí en Nuestra América, somos como una sinfonía. Somos la melodía de Europa con el ritmo de África (…) En esta integración debemos garantizar que sea orgánica y no mecanicista. La CELAC nos une, une a América Latina y el Caribe, a nuestras familias. La CELAC nació, se quedó un poco rezagada, pero volvió a resurgir (…) Tenemos que construir las bases institucionales de la CELAC, por eso apoyo la idea de una Secretaría Permanente de la CELAC. Como lo ha recomendado Nicolás [Maduro], y yo lo apoyo, debemos trabajar juntos en la ciencia y la tecnología”.
(…) Debemos trabajar juntos en la ciencia y la tecnología, unidos para que las cosas funcionen. Si vamos a coordinar esto, necesitamos una institución que coordine estas iniciativas. Todas las civilizaciones, históricamente, aplicaron ciencia y tecnología y esos dos elementos han sido centrales para las civilizaciones y nosotros debemos seguir impulsándolas. Debemos escoger el camino menos transitado para poder hacer que la ciencia, la tecnología y la innovación regional se fortalezcan. Hay que mantenerse firme con nuestros principios y eso es parte de la solidaridad de América Latina y el Caribe”
Lo esencial, a partir de ese encuentro, será avanzar en lo concreto, en dar pasos dentro de las 63 propuestas esbozadas y profundizar la voluntad técnica dispuesta en las mesas de trabajo, en voluntad política para que los pueblos latinoamericanos encuentren en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC razones concretas, más allá de los buenos propósitos, más en un área tan sensible como la ciencia y la tecnología que nos necesita unidos en proyectos que vayan en pro del bienestar, avance, progreso y desarrollo de nuestras naciones.
Asumiendo con claridad los retos expuestos en este encuentro de Caracas, así como el mensaje del Presidente Nicolás Maduro y el Primer Ministro Ralph Gonsalves, y construyendo el suficiente cuero para aguantar presiones que no dejarán de hacer presencia para tratar de evitar que la integración, la unión, el avance conjunto en proyectos para el bienestar latinoamericano avancen. Tales presiones jamás cederán ante la zona de confort que significa sostener fórmulas neocoloniales cada vez más inviables e insostenibles, dado los tiempos que vivimos y la conciencia cada vez más fuerte de los pueblos.
Esta iniciativa presente en Caracas es una buena primera hoja de ruta concreta, más allá de lo político, para el avance de la CELAC,
No hay duda de eso.