El Gobierno de la República Popular China, reafirmó este jueves su inequívoco apoyo a la soberanía e integridad de Venezuela, al tiempo que condenó las recientes acciones intervencionistas y el despliegue militar de Estados Unidos en aguas del Mar Caribe, cerca de las costas venezolanas.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, se refirió específicamente a las operaciones de buques de guerra estadounidenses, calificándolas como una violación de los principios fundamentales del derecho internacional. “China se opone al uso de la fuerza o la amenaza de la misma en las relaciones internacionales. Nos oponemos categóricamente a la intromisión en los asuntos internos de Venezuela desde el exterior, sea cual sea el pretexto”, declaró Ning en rueda de prensa.
La vocera enfatizó que tales acciones constituyen una afrenta a la soberanía y la seguridad venezolanas y representan una grave amenaza para la paz y la estabilidad regional. En este sentido, exhortó a Estados Unidos a “contribuir de manera positiva a la paz y la seguridad en América Latina y el Caribe”, absteniéndose de implementar medidas militares que incrementen la tensión.
Este respaldo se enmarca dentro de un amplio apoyo internacional recibido por Venezuela. Previamente, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), durante su XIII Cumbre Extraordinaria, manifestó su solidaridad unánime con el gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Líderes de la región, incluidos los presidentes de Bolivia, Luis Arce; Cuba, Miguel Díaz-Canel; y Nicaragua, Daniel Ortega, unisonaron su condena contra lo que calificaron como un «despliegue militar» y «provocaciones inadmisibles» por parte de Estados Unidos, a las que perciben como reminiscencias de una doctrina intervencionista. El Presidente Arce subrayó la necesidad de solidaridad regional frente a la idea de que América Latina “siga siendo el patio trasero” de ninguna potencia extranjera.
El Presidente Maduro, por su parte, hizo un llamado a la unión de todos los pueblos y movimientos sociales de la región y del mundo en defensa del derecho de Venezuela a la autodeterminación, la soberanía y la paz.
El Gobierno chino, junto a los miembros del ALBA-TCP e Irán, concluyó que estas acciones unilaterales no solo socavan la estabilidad de Venezuela, sino que contravienen los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, instando al cese inmediato de cualquier actividad que menoscabe la soberanía de las naciones.