Pável Dúrov, cofundador de Telegram, fue detenido este sábado (24.08.2024), al bajar de su avión privado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, según informaron medios locales.
Dúrov, de 39 años, acompañado por su guardaespaldas y una mujer, fue detenido al llegar de Azerbaiyán por la Gendarmería de Transportes Aéreos. Tenía una orden de búsqueda francesa emitida por la oficina de menores (OFMIN) de la Dirección Nacional de Investigación Criminal francesa sobre la base de una investigación preliminar.
Pável Dúrov, creador junto a su hermano Nikolái de Telegram, ha argumentado para justificar las libertades que ofrece la plataforma de mensajería que: “la humanidad necesita una plataforma neutral como Telegram que respeta la vida privada y la libertad de las personas (…) En realidad, no importa si Telegram es usada por la oposición o el partido en el poder. Las reglas son iguales para todas las partes. De esa forma, somos imparciales”, aseguró Dúrov en una entrevista en febrero pasado con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
Francia considera a Dúrov «persona no grata», por lo que había emitido una orden de búsqueda, válida solo si se encontraba en territorio francés.
Las autoridades del país europeo justifican la detención por la falta de moderación y de cooperación del empresario con las fuerzas del orden, así como las herramientas que ofrece Telegram (número desechable, criptografía, etc.), que -argumentan- le convierten en cómplice de tráfico de drogas, delitos de pedofilia y fraude, entre otros. No obstante, muchos políticos y personalidades de todo el mundo se han opuesto a la detención de Dúrov y piden su liberación, percibiendo su arresto como un ataque a la libertad de expresión.
Telegram, lanzada oficialmente en 2013, es la cuarta aplicación de mensajería más popular a nivel mundial después de WhatsApp, WeChat y Facebook Messenger. A principios de 2024, la plataforma anunció que tenía cerca de 900 millones de usuarios, y se estima que superará los 1.000 millones a finales de este año.
“Quiero ser un tótem de internet”, le dijo a su profesor al graduarse en un elitista liceo de San Petersburgo, donde también estudió el conocido matemático Grigori Perelmán, según reseña la agencia EFE.
En 2006 fundó Vkontakte, (más conocida por sus siglas, VK), el Facebook ruso compatible con 89 idiomas, muy popular en Rusia, Biolorrusia y Ucrania.
Telegram -a diferencia de WhatsApp, permite el acceso a mensajes desde diferentes dispositivos a la vez y compartir un número ilimitado de fotos, vídeos y archivos. “La mayor ventaja de Telegram es que es una mezcla entre red social y plataforma de mensajería. No hay ninguna otra aplicación que disponga de canales, que, de hecho, son medios de comunicación de masas”, comentó a EFE Mijaíl Klimariov, director de la Sociedad de Protección de Internet.
Dúrov, que a sus 39 años no tiene una ideología definida, y ha denunciado presiones de gigantes como Google o Apple. Define a Telegram como una aplicación universal. Su fortuna fue estimada por Forbes en 15,5 mil millones de dólares.
En 2018, el gobierno ruso comenzó a bloquear el acceso a Telegram, un servicio de mensajería instantánea. La razón detrás de esto fue la negativa de Telegram a cumplir con una orden judicial que exigía proporcionar claves de cifrado para acceder a los mensajes encriptados de los usuarios. Aunque el bloqueo afectó a algunos servicios de terceros, Telegram siguió estando disponible en Rusia. Finalmente, en 2020, se levantó la prohibición. Actualmente las instituciones estatales rusas emplean profusamente esta red.
Telegram ha implementado chats secretos que protegen la privacidad de los usuarios con un cifrado exclusivo y permite hasta 200.000 personas por grupo, que usa un algoritmo de cifrado no estándar, que no revela suficiente información sobre su funcionamiento interno. Por tal motivo, ha sido bloqueada en Indonesia y Tailandia, mientras que España, Alemania, Brasil y los Países Bajos, la han multado y restringido.
La justicia francesa argumenta que «esa falta de moderación y de cooperación con las autoridades, sumado a la criptografía, convierten a Dúrov en cómplice de delitos que van desde el tráfico de drogas a la pedofilia o el terrorismo».
Dúrov al respecto ha dicho que el hecho de que autores de sucesos violentos hayan usado Telegram “no debe servir de excusa para la organización de una caza de brujas o para convertir la sociedad en un campo de concentración”.