A Bartolomé de Las Casas, le pareció una usurpación el hecho de que nuestro continente en vez de llamarse “Colombia”, en honor a Cristóbal Colón, llevase el nombre de “América”, en homenaje a Américo Vespucio. “El nuevo continente –afirmaba- debería haber sido llamado Columba, y no como es injustamente llamado, América”. Posteriormente, Francisco de Miranda proyectó que todas las colonias españolas, una vez alcanzada la independencia, debían unirse en una sola y gran nación autónoma e independiente que debía llamarse “Colombia”. Su idea era conformar un solo Estado suramericano, que abarcaría desde el río Misisipi hasta Cabo de Hornos, y cuya capital sería Panamá, ubicada en el centro del continente. Para él, Colombia es “el continente más fértil, más inexpugnable y más rico de la Tierra”. Luego, el Libertador creó una gran república con el nombre de Colombia. Fue fundada en una histórica sesión del Congreso de Angostura el 17 de diciembre de 1819.
Abarcaba un inmenso y estratégico territorio, conformado por las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá y parte de la Guyana, hoy en reclamación. Al finalizar el evento, el neogranadino Francisco Antonio Zea declaró: “la República de Colombia queda constituida, viva la República de Colombia”. Posteriormente, en marzo de 1820, Bolívar confiesa: “La intención de mi vida ha sido una: la formación de la República libre e independiente de Colombia entre dos pueblos hermanos. Lo he alcanzado”. Dicha nación existió durante 11 años: entre 1819 y 1831…
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José Gregorio Linares/ Redacción Web.