Inspirada por las enseñanzas e ideas de sus fundadores, Hugo Chávez y Fidel Castro, a cuatro años de la partida del primero y cuatro meses de la del segundo, tuvo lugar, el 5 de marzo, en Caracas, la combativa XIV Cumbre del ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos).
La Cumbre centró su atención en la nueva agenda de dominación imperialista a escala regional y global, impulsada desde Washington, conducente al saqueo y la explotación desenfrenados, al racismo, la xenofobia, el proteccionismo extremo, a la exacerbación del militarismo y las ideas más conservadoras y a amenazar los de por sí insuficientes acuerdos de París sobre el cambio climático. De la misma manera, en la crucial etapa en la que un retroceso de los procesos emancipadores en la región tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos, como afirmó en su discurso el presidente Raúl Castro. Basta mirar a Brasil y Argentina para comprobar los sufrimientos humanos ocasionados por el neoliberalismo plus que se quiere generalizar.
Los líderes de la ALBA denunciaron el hostigamiento a los migrantes, el aumento en el gasto militar y policial, la persecución por motivos religiosos o raciales y la construcción de muros, como el que se proyecta a lo largo de la frontera con México, con el pretexto de la seguridad, y expresaron su “total” solidaridad con el pueblo mexicano…
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Ángel Guerra Cabrera / Redacción Web.