I
En días recientes, participé de una interesante actividad formativa organizada por la Fundación “Escuela para el Fortalecimiento del Poder Popular”, adscrita al Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales; actividad en la cual, como parte de los esfuerzos conjuntos que venimos desarrollando desde esa Institución y el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, en pro de la preservación y difusión del legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana, tuvimos la oportunidad de compartir virtualmente con comuneras y comuneros de distintas entidades federales del país.
Ellas y ellos integran lo que se ha dado en llamar los Núcleos de Chávez; instancia política y formativa cuya creación está siendo promovida en cada Comuna del país para el debate acerca del ideario del líder bolivariano.
Se trata de una iniciativa que reconoce la importancia conferida por éste a la formación de nuestro Pueblo, como herramienta fundamental para el florecimiento de la conciencia revolucionaria; y, más allá, al esfuerzo realizado por Hugo en pro del fortalecimiento del Poder Popular, convirtiéndose en un incansable promotor de la organización comunitaria y, de manera particular, de las Comunas; refiriéndose a ellas como “…el espacio sobre el cual vamos a parir el socialismo” y señalando que éste “tiene que surgir…desde las bases, no se decreta…hay que crearlo. Es una creación popular, de las masas, de la nación”.
II
Imposible no recordar cuando nos referimos al permanente empeño del Comandante Chávez por la organización del Poder Popular y el rol conferido a éste en nuestra construcción socialista, como aspectos fundamentales de su legado; a su intervención durante el primer Consejo de Ministras y Ministros que tuvo lugar luego de su reelección como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en las elecciones del 07 de octubre del año 2012.
En dicha alocución, conocida como Golpe de Timón, el líder bolivariano demandó de su equipo de trabajo, como parte del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana que se abría paso, la profundización de las grandes transformaciones contempladas en el Plan de la Patria; documento que había presentado a las venezolanas y los venezolanos durante la campaña electoral como propuesta para acelerar la marcha de nuestra construcción socialista.
De allí, aquella expresión suya que aún hoy sigue orientando los esfuerzos que se vienen realizando para avanzar en materia de organización de nuestro Pueblo: Comuna o Nada; expresión que surge de la conciencia del líder histórico de la Revolución Bolivariana acerca de la importancia del fortalecimiento del Poder Popular, convertido en columna vertebral del proyecto de amplias transformaciones iniciado en Venezuela en el año 1999, y de la necesidad de seguir haciendo letra viva el entramado jurídico impulsado por las fuerzas patriotas para profundizar el modelo de democracia participativa y protagónica contenido en la Constitución Bolivariana; así como en las denominadas Leyes del Poder Popular: Ley Orgánica de los Consejos Comunales, Ley Orgánica del Poder Popular, Ley Orgánica de las Comunas, Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, Ley Orgánica de la Contraloría Social, Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno, Ley Orgánica de la Planificación Pública y Popular, y Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria; por tan sólo citar algunos de los instrumentos jurídicos promulgados luego de años de maduración de experiencias organizativas, surgidas desde el inicio mismo del proyecto revolucionario bolivariano.
III
Sin duda, todas las leyes a las que nos hemos referido antes están orientadas a impulsar el autogobierno, como eje central del proceso democrático socialista contenido en nuestra Constitución, y a convertir a la Comuna en célula fundamental para la batalla que estamos librando como Pueblo, junto al Gobierno Bolivariano, en defensa del legado del Comandante Chávez; en espacio para el impulso de un nuevo modelo productivo, no rentista, y al mismo tiempo en ámbito primordial para la construcción de la nueva espiritualidad fundada sobre la base de la conciencia del deber social y la hegemonía de los nuevos valores; sin lo cual una experiencia social transformadora como la Revolución Bolivariana resultaría insostenible.
Ello nos impone, no solo apropiarnos del estilo de pensamiento del Comandante Chávez y su forma de interpretar la realidad, siempre junto al Pueblo, obedeciéndole; sino además hacer nuestra su manera de hacer política, ajena a todo dogmatismo y sectarismo.
Hoy, fiel al legado del Comandante Chávez, el compañero Presidente Nicolás Maduro nos plantea profundizar los cambios en nuestro orden institucional; a través de la promulgación de instrumentos como la Ley de las Ciudades Comunales; instancias territoriales y políticas que tendrían por objeto avanzar en la superación de los males del viejo Estado burgués y propiciar el pleno desarrollo del modelo de democracia participativa y protagónica contenido en nuestra Constitución; y el principio de corresponsabilidad en la conducción de los asuntos públicos. Las Ciudades Comunales serán el tejido social que terminará de darle forma y fortalecer al Poder Popular, al autogobierno comunal; lo que asegurará la consolidación de la Patria Nueva, del Socialismo Bolivariano.
En ese contexto, y cuando en el país se desarrolla un intenso debate que adquiere renovadas energías ante la discusión en la nueva Asamblea Nacional de dicho instrumento jurídico; es preciso rescatar el espíritu del Golpe de Timón al que nos sigue convocando el Comandante Chávez; para a la par de impulsar lo nuevo, corregir todo cuanto sea necesario. Siendo esta una labor que en una coyuntura tan compleja como la actual, caracterizada por la profundización de la brutal arremetida imperial contra el país y la batalla que libramos como humanidad para hacer frente a la terrible pandemia de Covid-19; resulta clave para continuar encaminando a la Revolución Bolivariana a la victoria definitiva sobre el golpismo y el criminal bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el imperialismo norteamericano y europeo.
Seguros estamos de que triunfaremos, y que seguiremos transitando por el camino de Chávez, siempre junto al Pueblo; fortaleciendo su organización y conciencia revolucionaria. Hoy más que nunca gritamos con el líder histórico de la Revolución Bolivariana: ¡¡Comuna o Nada!!